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Podéis leer buenas narraciones en la Biblioteca de Relatos.

26 de diciembre de 2019

BIBLIOGRAFÍA ACTUALIZADA SOBRE TRANSEXUALIDAD, TRANSGENERISMO, INTERSEXUALIDAD Y TEORÍA QUEER

NOVELAS

CORTÉS AMUNARRIZ, Juana.

Las sombras, Barcelona Edhasa (Castalia), 2015.
Esta novela, ambientada en el norte de nuestro país, ganó el Premio Tiflos. Tiene una protagonista transexual. También hay una casa que es protagonista de la historia. Es importante leer la novela hasta el final. Puede parecer, al principio, que da una visión de la transexualidad como algo inducido por las circunstancias, pero al final... Hay muchas facetas de la vida y del ser humano que siguen siendo un misterio.


EUGENIDES, Jeffrey Eugenides

Middlesex, Barcelona, Anagrama, 2003.
Novela protagonizada por una persona intersexual que vive sus primeros años como niña para convertirse en varón al llegar a la pubertad. Es además una intensa saga familiar, una historia de la emigración a los Estados Unidos, en este caso por los griegos que vivían en Asia Menor, y un panorama histórico de la nación estadounidense durante el siglo XX. Muy interesante cómo nos plantea que es la mirada ajena la que convierte a los monstruos en tales.




GIMENEZ BARTLETT, Alicia
Donde nadie te encuentre, Barcelona, Destino, 2011.
La novela de Giménez Bartlett, es una recreación literaria de una historia real, la de Florencio o Teresa Pla Meseguer, alias la Pastora, Teresot, Florencio o Durruti. Vivió de 1917 a 2004. Fue una persona intersexual, trabajó como pastora y se vio obligada a convertirse en maquis en los años 50, en el maestrazgo español. Pasó diecisiete años en la cárcel. Es una narración desoladora y terrible sobre una época oscurísima de nuestro país. La sensación de soledad y el enorme peso de los prejuicios contra los cuerpos diversos resultan abrumadores. Me parece un libro muy necesario para leer hoy, cuando los prejuicios continúan. La novela granó el premio Nadal 2011.


WINTERSON, Jeanette
Frankissstein: una historia de amor, Barcelona, Lumen, 2019.
Novela de ciencia ficción, en la que se recrea el mito de Frankenstein en nuestro siglo, quizás en un futuro bastante próximo y se recupera a la escritora Mary Shelley en el momento en que escribió su gran libro, a principios del siglo XIX, inaugurando un género literario cuya validez perdura hoy, debido a su carácter especulativo. En esta obra de Winterson se nos habla de inteligencias artificiales, robots sexuales, criogenia, inmortalidad tecnológica, transgenerismo, poshumanismo, amor y sexo. Yo la consideraría una historia queer (¡horror, horror! Lo queer es el nuevo Mal, Satanás devenido en teoría, debe ser por eso que me gusta tanto). Por tanto, la recomiendo a personas de mente abierta y que no tengan miedo "de su parentesco con animales y máquinas ni de identidades permanentemente parciales ni de puntos de vista contradictorios", que dijo Donna Haraway en su Manifiesto cyborg. También la recomiendo a quienes quieran saber, simplemente, algunas posibilidades que quizá nos depare el futuro.
Sí, tal vez pueda considerarse un texto posmoderno, posgenérico, no esencialista, que hace apología de lo trans. Por eso me gusta.
Aparte de ello es una novela espléndida. Si los prejuicios no nos impiden disfrutarla, que sería una lástima, se la recomendaría a cualquiera.


ENSAYOS

BARBIER, Patrick
Historia de los castrati, Buenos Aires, Javier Vergara editor, 1990.
Magnífica obra de ensayo sobre la historia de los cantantes castrati o castrados. Muy documentada y de fácil y muy entretenida lectura. Imprescindible para conocer algunas de las diversidades sexuales que se han dado a lo largo de la historia humana.


CHASE, Cheryl
-  (1998), «Hermafroditas con actitud: cartografiando la emergencia del activismo político intersexual», en El eje del mal es heterosexual: figuraciones, movimientos y prácticas feministas queer, introducción, edición y traducción de Carmen Romero Bachiller, Silvia García Dauder y Carlos Bargueiras Martínez (Grupo de Trabajo Queer), 2005, pp.87-108.

Artículo de una activista intersexual que nos introduce en la problemática de este colectivo y en sus propuestas de cambio.  Muy recomendable. 



FAUSTO-STERLING, Anne 
- (2000), Cuerpos sexuados. La política de género y la construcción de la sexualidad, Barcelona, Melusina, 2006
Una obra imprescindible sobre la relación entre biología, cultura, sexo y género.  Fausto-Sterling es doctora en Filosofía y profesora de Biología y Estudios de género. Escribe sobre sexologíabiología del géneroidentidad sexualidentidad de géneroroles de género

GALÉ MOYANO, María José 
Mujeres barbudas: cuerpos singulares, Barcelona, Edicions Bellaterra, 2016.
Su mismo nombre indica el tema. Sobre diversidades de cuerpos.


HALBERSTAM, Judith (Jack)
- (1998), Masculinidad femenina, Madrid, Egales, 2008.
Una obra imprescindible para conocer las masculinidades femeninas, desde las lesbianas buch a las personas transgénero. Desterrará muchos prejuicios y nos abrirá a nuevas ideas sobre este tema, si estamos dispuestas a ello, claro. Con él aprendí que masculinidad y feminidad no van vinculadas, necesariamente, al sexo biológico, sea lo que sea esto último.




HARAWAY, Donna
- (1985), Manifiesto para cyborg: ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX, traducción de Sofía Bras Harriott, Mar del Plata, Argentina: Puente Aréro Ediciones, 2014.

Uno de los textos pioneros y básicos para comprender la teoría queer. Imprescindible.

MISSÉ, Miquel
Transexualidades: otras miradas posibles, Barcelona-Madrid, Egales, 2013.
Una obra breve que sirve de introducción para conocer el tema trans desde el activismo.

MISSÉ, Miquel y Coll-Planas, Gerard, editores
El género desordenado: Críticas en torno a la patologización de la transexualidad, Barcelona-Madrid, Egales, 2010.
Obra más extensa que la anterior, que profundiza en el tema trans desde el activismo.

NIETO PIÑEROBA, José Antonio
Transexualidad, intersexualidad y dualidad de género, Barcelona, Edicions Bellaterra, 2008.
Obra de profundización sobre la transexualidad, transgenerismo, intersexualidad, identidades de género no normativas y cuestiones afines, con un importante aporte de datos antropológicos sobre culturas que van más allá de la dicotomía de género que conocemos.
Transexualidad, transgenerismo y cultura: Antropología, identidad y género, compilación de José Antonio Nieto Piñeroba, Madrid, Talasa, 1998.
Antología de artículos sobre transexualidad y transgenerismo, desde diversas perspectivas: política, biológica y antropológica.

  NOGUÉS, Ramón M.
Sexo, cerebro y género: diferencias y horizonte de igualdad, Barcelona, Paidós Ibérica, 2003.
El libro tiene ya unos años, pero lo pongo como ejemplo de una perspectiva bastante tradicional sobre la cuestión del sexo/género.

PEDRAZA, Pilar
Venus barbuda y el eslabón perdido, Madrid, Siruela, 2009.
Sobre mujeres pilosas y barbudas. Una joya, como todo lo que escribe Pilar Pedraza. Interesante para conocer el tema desde la perspectiva de la monstruosidad. También explica lo que es la teoría queer.

PHILLIS, Julie
Alice B. Sheldon: la doble vida de Alice B. Sheldon, James Tiptree, Jr., Barcelona: Circe, 2007.
Incluyo esta biografía por tratarse de un curioso e interesante caso de transexualidad literaria,  que ocultaba una identidad de género no normativa. Da mucho para reflexionar. Sin duda, las mujeres hemos deseado ser hombres en muchas ocasiones a causa de nuestra situación social y personal, pensando que era la única manera de acceder a otra situación mejor pero, ¿lo explica eso todo?

PLATERO, Lucas
TRANS*exualidades: acompañamiento, factores de salud y recursos educativos, Barcelona, Edicions Bellaterra, 2014.
Obra para iniciarse en el tema trans. Con bastantes materiales didácticos.

ROBLES, Lola  
-«Rubíes y reptiles: la narrativa gótica de Pilar Pedraza», en revista Arbor, vol. CLXXXII, nº 720 (julio-agosto 2006): Escritoras españolas del siglo XX (2) /edición de Carmen Simón Palmer. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
-(2009) «Las otras: feminismo, teoría queer y escritoras de literatura fantástica», en López Pellisa, Teresa y Moreno, Fernando Ángel (eds.) Ensayos sobre literatura fantástica y de ciencia ficción, Madrid, Asociación Cultural Xatafi, pp. 615-627.
­­­-«Un momento de pura esencia: la ciencia ficción de Alice (Raccoona) Sheldon-James Tiptree Jr.», en Alfa Eridiani, nº 26, octubre 2015, pp. 78-99, (http://alfaeridiani.blogspot.com.es/p/revistas.html).
-«Transmonstruxs: transexualidad, transgenerismo y androginia en la literatura fantástica» en El monstruo fantástico: Visiones y persepectivas, David Roas (coord.), Madrid, Aluvión, 2016, pp. 173-197. (Comunicación presentada en el II Congreso Internacional Visiones de lo fantástico: Las mil caras del monstruo, celebrado en la Universitat Autònoma de Barcelona, 10, 11 y 12 de diciembre de 2014).
Todos los artículos míos que incluyo aquí abordan el tema de la transexualidad, transgenerismo, intersexualidad e identidades de género no normativas, desde una perspectiva feminista y queer, pero centradas en su plasmación en textos literarios, sobre todo no realistas.

TRUJILLO BARBADILLO, Gracia
- (2005), “Desde los márgenes: prácticas y representaciones de los grupos queer en el Estado español”, en El eje del mal es heterosexual: figuraciones, movimientos y prácticas feministas queer, Madrid: Traficantes de Sueños,  pp. 29-44.
Un artículo introductorio a la teoría queer

VV.AA.
Teoría Queer: Políticas Bolleras, Maricas, Trans, Mestizas, Barcelona-Madrid: Egales, 2005.
Una obra publicada en España sobre teoría queer. Tiene algunos artículos interesantes.

17 de noviembre de 2019

Sobre el Principio de Mujerabilidad Suficiente. Transexualidad y feminismo.


A partir de Leibniz y su Principio de Razón Suficiente (PRS), Luis Montero nos plantea el Principio de Humanidad Suficiente (PHS), en su libro de ensayo Dejad que las máquinas vengan a mí (Enclave de Libros, 2019).

En él, nos habla de qué nos hace humanos, en comparación con los animales y, sobre todo, con las máquinas. Máquinas, robots, androides, inteligencias artificiales, ciborgs, que cada vez se parecen más a nosotrxs (los humanos), por fuera o por dentro, Máquinas que, como en Blade Runner, quieren seguir viviendo. Androides y replicantes que, tantas veces en la ciencia ficción, desean  y exigen ser considerados tan humanos como nosotrxs.

Cuando lo leí, de inmediato pensé, sin embargo, en la transexualidad, el no binarismo, las identidades de género no normativas. Y su relación con el feminismo. Y la negación, por un sector de este, de que las mujeres trans sean mujeres, los hombres trans, hombres. Lo niegan. Excluyen. Son terfs, pero se ofenden ante lo que consideran un insulto. Dicen, por ejemplo, de un hombre trans: “un hombre trans es una mujer se ponga como se ponga”. Hablan de que “sentirse mujer” o “sentirse hombre” no te hace serlo.

Pero en la obra de Luis Montero he leído reflexiones como estas:

“El humano siempre se considerará humano a sí mismo. No puede no considerarse humano. Tanto los carceleros como los presos se consideran humanos a sí mismos, aunque duden de la humanidad del otro”.  

“Lo humano se componía de atributos tanto intelectuales –la inteligencia, la racionalidad,…– como físicos– la habilidad manual, la precisión,…– y todos ellos ahora son   dominio de la máquina”.

“El humano ya no lo es porque piensa. ¿Cómo iba a serlo cuando el pensar racional ya no es dominio exclusivo suyo? El único patrimonio excluyente del humano, base y sostén del PHS, son sus sentimientos y las creencias que se fundamentan en ellos. Tanto que hoy el humano ya no lo es porque piensa, sino porque se siente humano. Porque se siente, se cree –se sabe– humano. El humano se justifica como tal solo porque puede sentirse tal.
“Sin embargo, y valga esto como respuesta, sentirse humano no demuestra nada. No responde a la pregunta ontológica. No puede responderla”.

“Eso que se siente humano lo es y no puede ser negado como humano. Cualquier cosa, cualquier entidad que se sintiera humano sería humano. Y, lo que es lo mismo, no podría ser negado como humano. O, en otras palabras,
el día que una corporación, apoyándose en algún híbrido ERP (Enterprise Resource Planning) e ia (Inteligencia artificial), se declare humana a sí misma –y no solo una entidad legal equivalente al humano como ya sucede– no vamos a tener argumentos para rechazar su declaración de humanidad. Otra cosa es que le interese”.

“¿Qué derecho tiene el humano a no declarar humano aquella entidad que no entiende como humana, pero sí se entiende a sí misma como humana?”

“Según el PHS la distinción humano/no humano
no la establece el otro sino también y sobre todo uno mismo. Yo soy quien me otorgo humanidad a mí mismo. Quien me la otorga y la atestigua. Si el atributo diferenciador del humano es el pensar cartesiano, por ejemplo, el PHS designa que yo soy quien me declara humano a mí mismo por el mero hecho de pensarme pensando, como describía Descartes”.

“Podemos calificar nuestros comportamientos como más o menos humanos, pero nunca a nosotros como no-humanos”.

“Todos los humanos damos por supuesto que somos humanos”.

“Ese desplazamiento ontológico tiene, además, una posible derivada supremacista. Si hay algo que nos hace humanos según el PHS, no es difícil concluir que algunos humanos poseen mayores cantidades de ese algo en mejores calidades. Que son más humanos. Y, por tanto, merecen un trato mejor”.

Así pues, y ahora hablo yo, Lola, ni siquiera podemos afirmar, con pruebas absolutas, por qué somos humanos y una IA no lo es. Pero algunas personas, incluso activistas, se atreven a asegurar, tranquilamente, que una mujer trans no lo es. Que un hombre trans no lo es. Que solo ellas, ellos, en virtud de la biología, la naturaleza, lo son, mujeres y varones. Defienden su territorio biológico, activista, de “invasorxs”. Como algunas feministas lo defendieron, hace años, de la presencia y visibilidad de las lesbianas. Se es lesbiana porque se dice, se sabe, se siente. No hay pruebas para mostrarlo, ni siquiera el tener o no tener relaciones lésbicas serían pruebas suficientes. Pero hay activistas que aceptarían antes, parece, la humanidad de una máquina que la mujeribilidad o virilidad de las personas trans, la condición híbrida, fluida, neutra o voluntaria de las identidades queers. Como si no tuviéramos ya suficiente con ciertos partidos y con la deriva reaccionaria de nuestra sociedad. Que, a veces, impregna y contagia a todo. Pero de esos partidos me espero ese tipo de infamias. De activistas feministas, no.

Montero se pregunta por el Principio de Humanidad Suficiente.

Yo me pregunto por el Principio de Mujerabilidad, de Virilidad Suficiente. Sustituid “humano” por “mujer” u “hombre” y leed de nuevo las anteriores frases, por favor.

De eso hablaremos este miércoles 20 de noviembre en la primera mesa redonda en Enclave de Libros, a partir del libro de Paul Preciado Un apartamento en Urano.



31 de octubre de 2019

¿Hacia un feminismo poshumanista?: feminismos, cuerpo, tecnología y ciencia ficción

3 encuentros coordinados por Lola Robles:
Miércoles 20, miércoles 27 de Noviembre y viernes 13 de Diciembre
18 30 horas
Enclave de libros - C/Relatores, 16. Madrid

El feminismo (los feminismos) es/son un pensamiento, una ideología, una forma de vivir y un activismo que siempre se han enfrentado a cambios, retos, crisis. Las consecuencias del desarrollo científico y tecnológico en la vida humana y, en par­ticular, de las mujeres, han preocupado a las teóricas, desde Shulamith Firestone y Lidia Falcón a Donna Haraway y Rosi Braidotti. Cuestiones como la gestación subrogada/alquiler de úteros o la ectogénesis /gestación extrauterina son fundamen­tales para el feminismo, ya que este considera que el control de la reproducción humana es una de las bases del patriarcado.

De la tecnología, el feminismo ha sospechado sus oscu­ros peligros, pero también sus mejores posibilidades, des­pués de cuestionar la idea de naturaleza, incluyendo el binarismo/esencialismo/biologicismo de sexo/género. Incluso los conceptos de lo humano y la humanidad, nocio­nes modernas, antropo/androcéntricas, y eurocéntricas, se ponen en cuestión. Por eso, lo poshumano es un camino in­quietante y perturbador, a la vez que sugestivo de explorar.
La ciencia ficción especula sobre todas estas posibilidades. Lo hace en el campo audiovisual y literario/narrativo, y en el ensayo feminista, con frecuencia prospectivo y hasta utópico.

En estas tres mesas de debate hablaremos, a partir de de­terminadas lecturas, sobre la relación entre los feminis­mos, las tecnologías y los cuerpos atravesados por ellas.

“Dejemos atrás las visiones patriarcales y coloniales de la tecnología (que oscilan entre delirios de superpotencia y paranoias de total desempoderamiento) y hagámonos car­go de las formas heterogéneas que está tomando nuestra conciencia. Estamos mutando y solo algunos de nosotros (los que llevamos el monstruo dentro, aquellos en los que nuestra propia subjetividad y nuestro propio cuerpo han sido públicamente señalados como campos de experimen­tación y testigos materiales de la mutación) lo notamos”.
Paul Preciado. Un apartamento en Urano.

“Debo reconocer mi afinidad con el poshumanismo críti­co. El Hombre, centro del universo renacentista y ser pri­vilegiado de la cosmogonía judeocristiana, se ha convertido en un simple eslabón del proceso evolutivo y ahora debe aprender a compartir piso con otras personas, y con seres que no son humanos, ni están vivos. El control de nuestra propia evolución biológica ya no es una cuestión restringi­da al ámbito de la ciencia ficción, ya que los humanos so­mos el primer organismo terrestre que trabaja en la fabri­cación de su propio sucesor, y son muchas las personas que tienen en mente diferentes diseños de este ser poshumano.
“…el feminismo debe ser antihumanista porque el humanis­mo es patriarcal y se basa en una identidad normativa que se ha instaurado a partir de prácticas de exclusión y discri­minación configurando una idea de lo que debería ser la na­turaleza humana, que hoy está en crisis”.
Teresa López-Pellisa. “Heterotopología: poshumanismo(s), (xeno)feminismo(s) y ciencia ficción

Miércoles 20 de noviembre. 18,30 h. 
Un apartamento en Urano: soñar con otros terri­torios de género desde el feminismo. ¿Abolición o libre elección de género?
Partiremos del libro Un apar­tamento en Urano, de Paul Preciado (Anagrama, 2019).
Con Olga Baselga y Matt D. McGregor.

Miércoles 27 de noviembre. 18,30 h.
Supernovas, dis/utópicas y poshumanas: la ciencia ficción y el feminismo. 
Partiremos de las obras Superno­vas: una historia feminista de la ciencia ficción audiovisual, de Elisa McCausland y Diego Salgado (Errata naturae, 2019) y de El libro de Joan, de Lidia Yuknavich (Alpha Decay, 2018).
Con Elisa McCausland, Diego Salgado y Lola Robles.


Viernes 13 de diciembre.18,30 h. 
Gestación subrogada y ectogénesis: ¿la tecnología reproductiva liberará a las mujeres o será una nue­va forma de opresión? 
Partiremos del ensayo Gestación subrogada (Pepitas de calabaza, 2019), de Layla Martínez, y la antología Proyectogénesis: relatos de la matriz artificial (Encla­ve de libros, 2018).
Con Gracia Trujillo, Yoya Fortún y Lola Robles.

Entrada libre con colaboración voluntaria

Taller "Cuando ellas imaginan" sobre escritoras latinoamericanas de géneros no realistas. por Maielis González Fernández.


Comienza el martes 5 de noviembre a las 18:30 h.

Centro Social La Tortuga Lavapiés.
Calle de la Espada 6 Madrid
Metro Tirso de Molina.

La literatura fantástica latinoamericana tiene muchas aristas. Se puede presentar en la forma de realismo mágico, de fantasía, de fantástico puro o de ciencia ficción. Aunque tradicionalmente nos han contado que en este panorama predominan los autores (y es cierto que los hay muy grandes) son muchísimas y muy buenas las escritoras que han contribuido con una obra sólida y distintiva, pero por motivos extraliterarios su legado ha sido socavado y solo en las últimas décadas se han comenzado a colocar en su lugar y a reconocer en su medida.

Este curso tiene como objetivo primordial la invitación a la lectura de estas autoras latinoamericanas, muchas de ellas contemporáneas, jóvenes y con una obra de mucha calidad y que recién empieza. Para ello se leerán relatos cortos aunque también se debatirán novelas y textos más largos con motivo de interesar en su lectura. Autoras como Elena Garro, Silvina Ocampo, Angélica Gorodischer, María Elena Llana, Gina Picart, Mariana Enríquez, Samanta Schweblin y Agustina Bazterrica y Laura Ponce.

El curso se desarrollará todos los martes del mes de noviembre y la aportación para la matrícula será de 50 euros.

29 de octubre de 2019

RAZONES PARA NO LEER “BOMARZO” DE MANUEL MUJICA LAINEZ




Termino de leer Bomarzo del escritor argentino Manuel Mujica Lainez, que por circunstancias de la vida no había leído hasta ahora. A mí me ha encantado y me ha parecido una obra prodigiosa, pero me veo en la obligación de recomendaros que no la leáis.

En primer lugar, porque es muy larga y con un estilo magnífico, pero en el que abundan las frases largas y con muchas oraciones subordinadas. No es que el ritmo sea demasiado lento, pero sin duda no es vertiginoso. Además, da mucha envidia ese estilo de tanta calidad y la profundidad psicológica de los personajes. Puede provocar serios ataques de ansiedad por no llegar a ese nivel, y de una envidia no precisamente sana. Acentuaría complejos.

Por otro lado el protagonista es jorobado y se hace mucha incidencia en esa condición y en su complejo de inferioridad por ella. Todo ello sin ninguna advertencia previa ni ninguna intervención del autor cuestionando el modo en que el propio protagonista se trata a sí mismo, considerándose un monstruo. Resulta muy posible que las personas con esta circunstancia física se sientan ofendidas y heridas en su sensibilidad, y si tienen algún trauma, este crezca.

Pero no solo es jorobado el protagonista, el duque de Bomarzo, sino que comete algunos actos absolutamente cuestionables, sin que se nos advierta antes tampoco. Desde luego, tiene toques de machismo y de clasismo. Cierta misoginia es más que evidente, pero claro, se compensa con la exaltación de los efebos y sus cuerpos gloriosos. No juzgo, advierto.

No sé qué más decir para convenceros de que no leáis Bomarzo, pese a su indudable calidad y lo mucho que podríais disfrutar y aprender con ella. Digamos que presenta personajes complejos, de los que no acabamos de saber si son buenos o malos. El autor no pone en entredicho jamás la clase social de sus personajes. Se deleita escribiendo, se nota un montón.

Aparece de pronto una serpiente, UNA SERPIENTE Y NADIE ME AVISÓ (les tengo fobia y me dan palpitaciones con solo nombrarlas).

En fin, lo dejo aquí. Yo creo que ya he dicho suficiente. Como me ha dicho mi buen amigo Joan Antoni Fernández, estamos ante un licor fuerte y exquisito, si  te lo bebes como si fuera una caña, te puedes marear.

15 de octubre de 2019

"PAKMINYÓ", DE FELICIDAD MARTíNEZ


Termino de leer la novela de fantasía Pakminyó, de Felicidad Martínez, aparecida este mismo año 2019 y publicada por la editorial Cerbero, aunque no en sus colecciones de bolsilibros, porque esta es una obra de bastante extensión.

He de decir que la historia me ha gustado e interesado mucho. Pero me gustaría dar unas recomendaciones para su lectura. La primera, tomárselo con calma, dadas las muchas páginas y la complejidad de la trama. Merece la pena, de vez en cuando, leer despacio. La segunda recomendación es ir, antes de empezar el libro, a los apéndices finales, que facilitarán mucho la lectura, sobre todo a la hora de comprender la sociedad que se nos presenta, sus jerarquías, los nombres de los personajes y los tratamientos que se les dan, que se forman por sufijación (algo que no ocurre en castellano, pues aquí se utilizan términos delante del nombre: doña marta, señor Vicente, maese Pérez, mi capitán, apreciada María, etc.). Además, los nombres son cortos y parecidos a los orientales, diría que a los chinos o coreanos, lo que dificulta más recordarlos. Yo, que en vez de leer visualmente escucho la obra, he tenido que volver atrás varias veces.

Dicho esto, comentar que se trata de la creación de todo un mundo de lo maravilloso, territorio de ficción no frecuentado por la autora, pero en el que incursiona con soltura, buen estilo y eficacia. Ese mundo creado es verosímil y coherente. Cierto que la fantasía permite más libertad que, por ejemplo, la ciencia ficción, sin embargo, necesita también presentar una trama sólida que posibilite el pacto de ficción. Yo creo que la autora se cree lo que cuenta y eso se nota. Aparte de ello, pienso que la escritura de Martínez   ha evolucionado a mejor con los años, va siendo más madura y de mayor calidad.

Esta sociedad, con una estructura que recuerda la de algunos insectos (las abejas, resulta fácil pensar enseguida) es de una complejidad enorme. Tiene sus propias costumbres, ritos, historia, lenguaje, problemas. En ese sentido, Martínez ha hecho un gran esfuerzo de creación. Porque hay varias partes en esta historia, que queda, por añadidura, abierta a una continuación. Partes que ocurren en diferentes lugares de aquel mundo y que plantean situaciones relacionadas entre sí, pero distintas y complejas.

Hay algunos elementos propios de toda la obra de Felicidad Martínez que reaparecen aquí: las arduas intrigas, la violencia y las luchas cuerpo a cuerpo, los conflictos y guerras, los juegos de poder, los personajes un tanto retorcidos. Pero también consigue protagonistas muy simpáticos, incluso dotados de una gran ternura y que pueden ser, a la vez, encantadores y fieros. Estamos ante figuras complejas, no meros estereotipos, aunque, por supuesto, esto se ve más en los principales que en los secundarios.
No debe resultar fácil, me parece a mí, escribir una obra de fantasía demasiado original, porque es un género muy transitado. No es de los que más me gustan, precisamente por sus recurrencias. Sin embargo, siempre se pueden utilizar y reelaborar bien los tópicos. En Pakminyó asistimos al clásico tema de la formación del o la  protagonista. Novela de formación, pues, de paso a la madurez, y un viaje de la heroína, geográfico y psicológico. Pan, la prota, es un encanto, de verdad.

Me gusta cómo se trata la cuestión de la magia. Estamos dentro de un mundo de lo maravilloso, pero, ay, que se acerca a una gran crisis. En ese sentido, y con todas sus diferencias, la obra de Martínez me recuerda a las dos novelas de Conchi Regueiro pertenecientes a la serie Los espíritus del humo, aunque las narraciones de Regueiro son más realistas (como género) y más cercanas a la ciencia ficción. Por otro lado, hay un trasfondo metafórico (de tipo social) en Pakminyó. Se descubre al final y está creado de manera bastante sutil, nada panfletaria.

Más elementos que me han gustado: el colorido de estos personajes, literalmente; el interés por el vestuario y todo tipo de detalles de esa sociedad, las relaciones personales, nada simples, como no lo son nunca las humanas.

Me ha costado, eso sí, meterme en las escenas de lucha, que se me han hecho largas. En ocasiones, me perdía un poco (o bastante) en las intrigas.

Dos son los aspectos que me parecen más interesantes y destacables en esta historia, advirtiendo de antemano que ello se debe a mi gusto precisamente por esos temas.

El primero es la muy elaborada creación del lenguaje de esta sociedad. La cuestión de los tratamientos, por ejemplo. Supongo que la autora se habrá inspirado en algunas lenguas orientales, al igual que para los nombres y apellidos. Y, en particular, me ha parecido de gran interés su uso de un género neutro para designar al conjunto de varios individuos de diferentes sexos o identidades de género sexual. En castellano y otras lenguas romances, esa función la cumple el masculino supuestamente genérico, pero debido a que nuestra sociedad tiene una estructura patriarcal, ese masculino acaba, con demasiada frecuencia, por no denominar más que a los individuos varones, convirtiéndolos en universales, en únicos, es decir, no solo invisibilizando y ocultando a las mujeres, sino, más aún, excluyéndolas por completo. Bien, en este mundo que crea Martínez, eso no ocurre. El neutro, representado por los morfemas –e y –es, actúa como verdadero genérico y también sirve para referirse a individuos que no son de género sexual masculino ni femenino, sino neutros o fluidos.

Este otro aspecto de la narración, la existencia de una diversidad de géneros, el no binarismo, el que sea una sociedad no patriarcal, me ha encantado. No es fácil hacerlo de forma creíble, porque, como ahora es un tema que se ha puesto un poco de moda, hay algunos autores y autoras que lo incluyen de un modo que resulta forzado, inverosímil o estereotipado. No pasa así en Pakminyó.

Recomiendo la obra a amantes de historias largas de fantasía; a quienes trabajen el tema LGTBQIA, en especial el tema queer; a quienes gusten de buenas invenciones con el lenguaje.

Chapeau.

23 de julio de 2019

TALLER DE LENGUAJE INCLUSIVO / NO SEXISTA, EN FUENTETAJA, POR LOLA ROBLES

Este septiembre de 2019 voy a impartir un taller sobre lenguaje inclusivo / no sexista, en Fuentetaja, dentro de sus talleres de escritura creativa. Será un taller intensivo de dos días, lunes 23 de septiembre y martes 24 de septiembre, de 18:00 a 21:00 horas.
El lenguaje inclusivo / no sexista es un tema sobre el que hay muchas opiniones, en general controvertidas, y, sin embargo, hace falta todavía conocerlo en profundidad, con las posibilidades que ofrece y los límites a los que, inevitablemente, nos tenemos que enfrentar, y deberíamos aceptar. 
Este taller se dirige a personas que quieran trabajar sobre este tema desde una postura abierta y a la vez crítica. Realmente, para quien esté absolutamente en contra de este lenguaje, quizás no merezca la pena que sufra más hablando de él; pero, también, si se es un partidario sin fisuras, advierto que tampoco va a encontrar ese tipo de defensa en el taller. 
Para quienes escribimos, artículos, ensayos, cuentos, novelas, el lenguaje inclusivo es un reto, una necesidad, pero también nos plantea una serie de dificultades que no podemos obviar. 
El precio del taller es de 90€.

14 de julio de 2019

"LA CIUDAD DE LAS DAMAS", DE CHRISTINE DE PIZÁN


Nació en la Serenísima República de Venecia, en 1364. Cuando era muy niña, su familia se trasladó de Italia a Francia, porque su padre, Tomasso de Pizzano, fue llamado para ser físico (médico), astrólogo y asesor del rey Carlos V de Francia. Christine de Pizán (o Pisan, Pisán o Pizzano, porque su apellido puede encontrarse escrito de diversas formas) vivió entre el final de la Edad Media y un Renacimiento temprano. Se casó muy joven, tuvo tres hijos, enviudó y tuvo que dedicarse a la literatura para ganarse la vida. Está considerada como la primera escritora profesional de Occidente.

En 1405 publicó La ciudad de las damas (Le livre de la cité des dammes), su obra más conocida. Estamos ante  un vehemente alegato en defensa de las mujeres, contra la feroz misoginia imperante entonces (y antes y después). La misoginia es odio, menosprecio, prejuicio, mentiras y ridiculización hacia, sobre y de las mujeres, y se encarnó en diatribas literarias que a muchos les debían parecer muy jocosas. Al defenderse de estas, La ciudad de las damas se inscribe en la tradición literaria de las querelles des femmes, donde se trataba precisamente de refutar esos ataques. Desde ese punto de vista, la obra puede considerarse como precursora del feminismo, aunque, por otra parte, defienda a la vez los valores “femeninos” más tradicionales. Claro que, por supuesto, hay que situar a la autora en su época. Lo que hizo, en su libro, es desarrollar una serie de pequeños textos contando “vidas ejemplares” de mujeres ilustres: guerreras, sabias, reinas, santas.

Claro que también dice, por ejemplo: «Por esto me da pena, me causa indignación, oír a los hombres decir que a muchas mujeres les gusta ser violadas, que no les molesta que un hombre las viole, aunque protesten, que sus protestas solo son palabras. No puedo admitir que les cause placer esa vejación». Debería sorprender que, seis siglos después, estas palabras sigan teniendo vigencia. Debería indignar y escandalizar.

Pero Pizán va más allá de una simple defensa o alegato. Propone una alternativa utópica, un espacio ideal: una ciudad habitada solo por mujeres. Así, el libro se incardina en otra tradición, la de las utopías. Porque, aunque lo distópico, en cine y literatura, venda y atraiga más, sin embargo a los seres humanos nos ha sido inevitable y necesario soñar un mundo mejor. Utopía, antes de que Tomás Moro diera nombre al género con su obra de 1516, pero que ya planteaban los pensadores griegos clásicos. La de Pizán es, además, una de las primeras utopías feministas. Y así se incluye en otra tradición, la específica creada por autoras imaginando una sociedad no patriarcal, libre para nosotras. No obstante, tanto a principios del siglo XV como a comienzos del XX, cuando Charlotte Perkins Gilman publicó Herland (1915),  la única alternativa posible a la sociedad patriarcal parece ser un espacio exclusivo de mujeres: es decir, el separatismo (hay más ejemplos de ello). Tal vez si las utopías “generales” no se hubiesen olvidado, casi siempre, de los problemas específicos de las mujeres, ese separatismo no se hubiera reiterado.

Cierto que la ciudad que fabula Pizán no es precisamente una comuna libertaria, sino que, en su deseo, será ocupada solo por mujeres «ilustres», una clara meritocracia. Pero la obra se lee con interés, es entretenida y curiosa. Me parece una lectura recomendable, para conocer nuestra historia y los antecedentes de utopías feministas posteriores.

Recomiendo la edición de Siruela, con un buen prólogo de Marie-José Lemarchand.

13 de junio de 2019

En torno a la polémica sobre si la serie Los espíritus del humo de Conchi Regueiro son ciencia ficción o fantasía.


Pues sí, después de mucho pensar sobre  la cuestión, a causa de tanta polémica  suscitada (a saber, que lo sabréis, si las obras  pertenecientes a Los espíritus del humo son fantasía o ciencia ficción), he de aceptar que tal vez tanto la autora, Conchi Regueiro, como Arkaitz Arteaga, tienen algo de razón al afirmar, con rotunda vehemencia, que pueden considerarse como ciencia ficción. Pero solo les doy la razón en parte, porque creo que la serie también es fantasía. Las dos cosas. No a la vez, no simultáneamente, eso sí. Voy a tratar de explicarlo.

En 2017 apareció, publicada por la editorial Cerbero, la novela corta Los espíritus del humo, de Mª Concepción Regueiro Digón, el nombre que utiliza para sus textos de ciencia ficción la escritora Conchi Regueiro. La colección donde aparecía era Wyser, dedicada precisamente a ese género. Ese mismo año, en abril, en la revista digital SuperSonic nº7, se incluía el relato “Isla Faraday”, cuya acción se inserta en el mismo mundo ficcional que el título anterior. Y este año 2019 podemos leer La refulgencia, también novela corta, que Cerbero edita de nuevo, en papel al módico precio de 5€ y en digital, más barata aún. Si bien la primera novela tiene elementos de la literatura picaresca más tradicional y la última nos relata una
historia carcelaria  (y no hay historia carcelaria sin intento de fuga), lo que tienen en común, como ya he dicho, es su pertenencia a un mismo mundo ficcional, un tiempo y una sociedad dominados aún por la magia, que ejercen los taumaturgos y nigromantes, es decir, respectivamente, quienes practican la magia blanca y la negra. Las gentes de esa época, especialmente en el mundo rural, dependen por completo de la magia para solucionar casi todos sus problemas. Hasta aquí, nos encontramos con una obra de fantasía o lo maravilloso, con los toques costumbristas e irónicos propios de la autora gallega. Es ese costumbrismo, sin duda, el que ha hecho que se denomine a estas novelas como “delibespunk”, en referencia al escritor realista vallisoletano. La invención del término es simpática y, por lo menos, remite a la literatura autóctona, algo de agradecer, pero tengo mis serias dudas sobre su pervivencia, aunque, claro, nunca se sabe.  


En todo caso,  queda claro que estamos en una historia cuyos protagonistas hacen magia, y su entorno lo acepta como algo normal, elementos característicos del género de lo maravilloso (comercialmente llamado también de “fantasía”).

No obstante, esa sociedad ficticia que nos presenta Regueiro está evolucionando, en el tiempo interno de la narración, desde el mundo rural al urbano, y lo industrial, lo tecnológico, lo científico y lo racional intentan ser predominantes y sustituir a lo mágico, lo sobrenatural, la superstición. Somos espectadores, pues, de un cambio de paradigma. El choque entre ambas épocas, modos de pensar y de vivir, va a ser inevitable y muy duro, incluso brutal, sobre todo para quienes se aferran a la tradición y al pasado, por ejemplo los magos, que, al fin y al cabo  viven de practicar sus hechizos. Nada  nuevo bajo el sol. Todo avance supone dejar por el camino, con frecuencia, aquello a lo que suplanta. Tenemos numerosos ejemplos a lo largo de la Historia humana, y siempre ha habido intentos de resistencia, en general fracasados.

Pero es que precisamente fue ese cambio de paradigma, en nuestro mundo y tiempo histórico, el que hizo nacer la ciencia ficción, hija de la Ilustración y la Revolución Industrial. Será una literatura de lo posible y racional, especulativa y crítica.

En ese sentido, Regueiro nos está mostrando precisamente el contraste entre la Razón y la oscuridad, la ciencia y la superstición. Por eso, se puede decir que estas obras contienen los dos géneros, lo maravilloso y la ciencia ficción, y son un excelente ejemplo de como uno nace del otro, aunque ambos perduren. Hay otro hilo en las historias que confirma la preeminencia de la Cifi, se trata de la investigación sobre los poderes mágicos de nigromantes y taumaturgos, que determinadas personas están desarrollando, pero no puedo decir más al respecto, por miedo a que me acusen de spoilear.  

Solucionado este asunto, quiero recomendaros el cuento y las dos novelas porque son entretenidas y por su sentido del humor. La autora  nos  ofrece, además, interesantes audacias en técnicas narrativas. Me gusta también la mirada a sus personajes, “desde arriba”, que diría Valle-Inclán, una visión cómica pero no cruel ni despectiva, ni siquiera distópica. Vamos, que no le hace falta que sus personajes sean seres deprimidos y fracasados, marginales y provocadores, que viven en ambientes sórdidos, chungos y sucios donde todo es horrible y decadente porque el mundo se está acabando.

Las tres  narraciones gustarán tanto a los amantes de la fantasía como de la ciencia ficción. Creedme.