Seguidores

Podéis leer buenas narraciones en la Biblioteca de Relatos.

20 de agosto de 2015

ESCRITORAS ESPAÑOLAS DE CIENCIA FICCIÓN: Blanca Mart

Blanca Martínez, que también ha publicado con el seudónimo Blanca Mart, nació en Barcelona, donde actualmente reside, aunque ha vivido muchos años en México. Licenciada en Historia por la Universidad Autónoma de Barcelona, fue profesora-investigadora en el Instituto Internacional de Prospectiva de la Ciudad de México. En esta urbe fundó la Asociación de Escritores Tirant lo Blanc de México (asociación que vincula a autores catalanes y mexicanos). Coordinó  la colección «Diálogo entre Culturas» y  el Premi de Narrativa Breu Tirant lo Blanc del Orfeó Català de Mèxic (una organización cultural, musical y social de los catalanes residentes en aquel país, fundada en 1906).

Ha escrito ciencia ficción, fantasía épica, novela negra, realismo, poesía, adaptaciones de clásicos para jóvenes, biografías adaptadas asimismo para público infantil y biografías de mujeres intelectuales mexicanas y catalanas. También ha abordado el ensayo, con numerosos artículos sobre todo para la difusión de los géneros no realistas.

Fundó también una pequeña editorial independiente, El Taller, donde publicó diversas antologías colectivas reuniendo a autores mexicanos y catalanes.

Su primer cuento  de ciencia ficción, «La crisálida» apareció en 1981 en la Revista Nueva Dimensión.

Posteriormente, sus novelas, libros de relatos y narraciones individuales incluidas en revistas y antologías se fueron publicando en México y en España: Cuentos del Archivo Hurus (México, Ediciones del Ermitaño, 1998); La era de los clones (México D. F., Ramón Llaca y Compañía, 1998); Archivo Hurus II (México, D.F., Lectorum, 2002); La soledad de la meiga ( México, Goliardos, 2004); El manuscrito florentino ( México D. F., Ediciones El Taller, 2009, con Aldo Alba); A la sombra del linaje (Madrid, Asociación Alfa Eridiani, 2010); El espacio aural (Madrid, Asociación Alfa Eridiani, 2012); Els fills de l´atzar (Lleida, Pagès, 2012, versión ampliada y en catalán de La era de los clones); A la sombra de Mercurio (Madrid, Asociación Alfa Eridiani, 2014).
 
En ensayos, destaca Ficción prospectiva (México, Instituto Internacional de Prospectiva, 2005).

Blanca Martínez o Blanca Mart inventa historias de ciencia ficción de aventuras, de exploración de otros mundos y de contacto entre distintas especies, un space-opera que incluye la reflexión social y es optimista, con un toque de comedia y un estilo de enorme carga poética. A veces se acerca a la fantasía épica.


 Destacan sus personajes femeninos: aventureras, exploradoras, científicas, guerreras con inteligencia y afán de cultura, brujas que ejercen el oficio de sanadoras.   

10 de agosto de 2015

"LAS SOMBRAS" DE JUANA CORTÉS AMUNARRIZ.

Las sombras

Barcelona, Edhasa (Castalia), 2015.
348 páginas.
Premio Tiflos de Novela ONCE 2015.

Hay novelas que te atrapan de inmediato. Hay otras que al principio no te enganchan y puede que tengas que abandonarlas para siempre o para otro momento más propicio para su lectura; pero también puede ocurrir que poco a poco empiecen a provocarte un interés en ascenso, una rara inquietud. Y este último ha sido para mí el caso de la novela Las sombras de Juana Cortés Amunarriz, que leí a principios de verano, antes de irme de vacaciones y todavía no he olvidado. Y es que me dejó un regusto peculiar, una sensación de asombro y bastantes preguntas.
La narración tiene mucho de historia familiar que siempre gusta pues es algo al fin y al cabo que nos implica a todos los humanos. También hay una casa protagonista, que se llama Hoffnung, y las casas son personajes excelentes en literatura, por la misma razón que antes, porque todas las personas hemos vivido en una, en varias o en muchas, y se impregnan de nuestras vidas y el alma de ese espacio a su vez nos influye. Hay un paisaje singular, cantábrico, y amor y muerte y locura, elementos en fin que han construido muchos relatos.
¿Por qué entonces la novela de Juana Cortés me ha dejado ese poso? Quizás por su carácter etéreo, de personajes más parecidos a la materia de los sueños y las sombras que a las criaturas literarias realistas que parecen sólidas y consistentes. A mí me gustan esas atmósferas translúcidas.
Pero además cuando empecé la novela me interesaba porque abordaba el tema de la transexualidad, en este caso femenina. El planteamiento que encontré al principio me produjo cierto reparo pues podía sospecharse que María la protagonista, llegaba a ser trans a causa de la actitud hacia ella/el de sus padres en la infancia, ya que a partir de un momento determinado empezaron a tratar al niño Mario como hija, y la visten y hacen pasar por tal. ¿Transexualidad condicionada, inducida, casi traumática?, me pregunté. Pero esta hipótesis se derrumba al final en una vuelta de tuerca prodigiosa.
La autora de esta reseña con Juana Cortés Amunarriz
en la Feria del Libro de Madrid 2015
¿Qué es lo que nos quiere decir entonces la autora? ¿Que en la vida no todo se puede controlar? ¿Nos plantea hasta qué punto somos dueñas y dueños de nuestro destino y de nosotrxs mismxs? ¿A caso la identidad es algo que nunca puede sujetarse a estereotipos? O tal vez eso es lo que yo encuentro en esta novela, lo que a mí me sugiere. El ser humano es un misterio inaprehensible, por mucho que deseemos catalogarlo, un intento tan inútil como estúpido.
Quien busque aquí una inmersión morbosa en el tema de la transexualidad no va a encontrarla, ni es tampoco un testimonio, ni siquiera realmente esa condición es lo más importante, y eso está muy bien, pues el no centrar el foco exclusivamente en ella la normaliza.
La novela está bien estructurada y escrita, aunque creo que en la primera parte le sobran adjetivos.

Las sombras ganó el Premio Tiflos de Novela ONCE 2015.

"RELOJ SIN MANECILLAS" DE CARSON McCULLERS.

Barcelona, Seix Barral, 2014
288 páginas

Reloj sin manecillas es la última novela escrita por Carson McCullers (Columbus, Georgia, Estados Unidos, 1917-Nyack, Nueva York, 1967), publicada en 1961. McCullers tardó años en escribirla a causa de su mala salud. Desde adolescente tuvo una dolencia, reumatismo articular agudo, que no le fue diagnosticado hasta mucho tiempo más tarde. Sobre todo a partir de 1947 la enfermedad se agravó y la llevó a un fuerte grado de incapacidad, ya que tras un ataque cerebral la parte izquierda de su cuerpo quedó paralizada.
¿Cómo puede escribir alguien a quien precisamente su cuerpo se lo impide de alguna manera? Sin embargo, para McCullers la escritura era indispensable, una pasión a la que no podía sustraerse y una tabla de salvación para seguir viviendo.
En Reloj sin manecillas encontramos esos temas, la enfermedad, la muerte, la vejez, la incapacidad. Un hombre, farmacéutico por demás, sentenciado por los médicos y al que solo quedan unos meses de vida, de lo cual se nos informa al comienzo de la novela. Un anciano juez del Sur, que ya chochea, conservador y racista, pero cuya compleja humanidad capta la escritora a la perfección, con su acostumbrada capacidad de empatía hacia sus personajes y sin ningún maniqueísmo. El nieto del juez, un muchacho blanco que se sabe homosexual en un mundo que reprime duramente esa condición. Un joven negro con los ojos azules cuyo origen misterioso se desvelará al final del libro, y con una arrogancia que no le dejará ser consciente del peligro que corre al enfrentarse a los blancos, ese colectivo donde hasta los más pobres se sienten al menos orgullosos del color de su piel. El tema del racismo y la existencia cotidiana en una localidad del Sur estadounidense son cuestiones recurrentes en la literatura de McCullers, y aquí los plantea con esa objetividad que deja las conclusiones para quienes leemos.

Ella, Carson, nunca dejó de escribir. Yo no dejaré de releerla y de recomendar sus obras.