Seguidores

Podéis leer buenas narraciones en la Biblioteca de Relatos.

12 de abril de 2011

"EL OTRO FUEGO", DE INÉS MENDOZA

(Este comentario lo ha escrito Ana Aneiros, participante en  mi taller Literaturas Fantástikas y otras, y una gran amante de la literatura. Gracias, Ana!)

Ya nos lo advierte Eloy Tizón en el prólogo: los cuentos de Inés Mendoza están construidos sobre el lenguaje, desde el amor a las palabras. No son cuentos que nos pasen por delante como una película, sino que nos entran por los oídos como si nos los contaran en la cama, alrededor de una hoguera o en la barra de un bar, como se han contado siempre las mejores historias.

La voz de Inés es potente, nos engancha y unas veces nos arrastra y otras nos guía suavemente a lo largo de todo el libro, manejando los tiempos de la narración según conviene en cada momento. Es también el contrapunto cálido y luminoso a tanta oscuridad como puebla sus relatos. Porque los relatos de este libro son oscuros, por más que el sol brille en sus jardines. No hablo de la oscuridad de la noche en que se desarrollan algunos de ellos, sino de la oscuridad del deseo que traspasa a los protagonistas. El deseo de ser otro, de una nueva vida, de otros cuerpos y otras experiencias, esa oscuridad aterradora que nos habita y de la que no podremos librarnos hasta que decidamos instalarnos en ella. Porque así funciona el deseo: es el motor y el vehículo, pero no puede ser nunca la meta. Los personajes de Inés nunca llegan a materializar su deseo, sino que se quedan ahí, instalados en él, en ese camino “hacia algo”.

Otro de los temas fundamentales del libro es la pregunta por la identidad, ¿quién soy yo?, ¿que es lo que me define? y, sobre todo, ¿quién es el otro? Y lo hace desde planteamientos claramente surrealistas, como en “Un hombre con sombrero negro” o desde otros más convencionales como en “Origami” o “Motivos del sábado” (¿en esto me he convertido?) y “A pesar de la lluvia” o en el juego de la bisexualidad que se da mediante la alternancia entre narradores y narradoras, los juegos eróticos en grupo o una apuntada transmutación en “Estación del destierro”. Las identidades de los personajes se construyen y deconstruyen muchas veces a través del lenguaje y, en ocasiones, a través de los elementos fantásticos que abundan en el libro.

Si Todorov definía lo fantástico como esa línea de sombra entre lo extraño y lo maravilloso, en la que aún no se sabe muy bien de qué lado va a caer la moneda, personalmente estoy más de acuerdo con David Roas y otros teóricos que sitúan lo fantástico en la irrupción de lo preternatural en lo cotidiano, ese elemento subversivo de la realidad que hace que se tambaleen nuestros esquemas y pone en suspenso nuestra percepción de lo que nos rodea. Definido así, algunos de los cuentos de Inés Mendoza son claramente fantásticos, puesto que en un mundo absolutamente verosímil y cotidiano (unas niñas jugando en lo alto del acantilado, unos desconocidos en un funeral), introduce ese elemento que subvierte la realidad, a veces con una sola frase que nos empuja directamente al otro lado del espejo.

En cualquier caso, si bien no todos los cuentos del libro son fantásticos en sentido estricto, ninguno es realista, al menos no realista al uso. Todos ellos están poblados de cocodrilos saliendo de los armarios e hipopótamos bailando claqué. Porque de eso se trata la literatura, según Inés, y yo lo suscribo plenamente: sí, quiero que me hablen de mí, de mis deseos, de lo que soy y no soy, de lo que podría ser y no debería ser nunca, pero para que me enseñen mi vida (o cualquier otra) fotografiada minuciosamente, me ahorro el esfuerzo de leerla.

En definitiva “El otro fuego” es un libro lleno de buenas historias bien contadas, donde las cosas no siempre son lo que parecen, que nos hace repensar-nos eso que llaman realidad y en el que cada palabra se saborea como un bombón de licor, dulce y relleno de sorpresas.

10 de abril de 2011

SESIÓN SOBRE “LA CONDESA SANGRIENTA”, DE ALEJANDRA PIZARNIK EN EL TALLER LITERATURAS FANTÁSTIKAS Y OTRAS

TALLER LITERATURAS FANTÁSTIKAS Y OTRAS
por Lola Robles

Martes, 26 de abril (atención, hemos cambiado la fecha, por la Semana Santa):

La Condesa Sangrienta (1971), de ALEJANDRA PIZARNIK (Argentina, 1936-1972)
Texto breve. Una auténtica joya literaria, en la que la poeta argentina nos cuenta la historia de Erzébet Báthory, noble húngara que en el siglo XVI hizo torturar y asesinar a centenares de muchachas. Pero el texto de Pizarnik va mucho más allá de una mera crónica gore de sucesos.

Horario: de 19 a 21 horas.
Lugar: STEM (Sindicato de Trabajadores de Enseñanza Media)
Calle Ferrocarril 22, Madrid
Precio por sesión: 20 euros.
Si quieres venir, por favor escribe antes a: ladyquercus@hotmail.com

TALLER ADAPTADO PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL

7 de abril de 2011

EL CUERPO DE LA MUJER Y LA PATRIA

(Este es un texto incómodo, un texto necesario. Lo traemos a este blog porque, creemos, difícilmente sería publicado en otro lugar. Lo hemos escrito las mujeres que firmamos abajo)

"El hombre debe ser educado para la guerra, y la mujer, para la recreación del guerrero: todo lo demás es tontería."
Friedrich Nietzsche. Así habló Zaratustra.




EL CUERPO DE LA MUJER Y LA PATRIA
 
Desde hace años es vox populi el que ETA, o su entorno, proporciona mujeres de su ámbito a los presos etarras para mantener relaciones sexuales. Pensábamos que por tratarse de comentarios orales no podrían tener mayor alcance y además permitían esquivar el debate.

El 20/12/2009, en El País, encontramos una entrevista al sociólogo vasco Javier Elzo, donde decía: "Hay que humanizar el trato a los presos… [de ETA] ...porque los presos siguen siendo hombres y ETA les proporciona visitadoras para sus relaciones sexuales...". También, en El País del 10 de octubre de 2010, se nombraron los mismos hechos, en un reportaje (ETA se rompe en las cárceles) de José Luis Barbería, en el que hablaba de "...jóvenes simpatizantes de la causa se [ennovian] con presos a los que solo conocen por los periódicos para servir de soporte anímico e ideológico y de alivio sexual del guerrero en los vis a vis carcelarios”.

Es decir, no se trata de mujeres que hubieran tenido una relación personal previa con los presos, ni de prostitutas (no vamos a entrar aquí en el debate sobre la prostitución), sino de simpatizantes de la causa etarra, que se ofrecen, como señala Barbería, para el desahogo sexual de determinados presos. El artículo especifica que son “jóvenes”. Dudamos de que ese dato sea irrelevante, nos hace pensar en posibles criterios de selección, y no resulta difícil imaginar cuáles puedan ser.

En las dos ocasiones enviamos sendas cartas con nuestras valoraciones a la sección “Cartas al Director” de El País, y ambas veces el periódico no consideró oportuno su publicación. Tampoco conseguimos que se tratara el tema desde otras secciones. Una vez más en dicho medio se repite la actitud que hemos ido encontrado en la sociedad respecto a esta cuestión.

A una exparlamentaria nacionalista vasca le preguntamos por las declaraciones de Elzo. Respondió que en Euskadi es algo que todo el mundo sabe, pero nadie dice nada.

Tras la citada entrevista de El País al J. Elzo, recurrimos a personas que en su actividad o trabajo son claras impulsoras de los derechos de las mujeres, defensoras de Derechos Humanos, o denuncian toda violencia patriarcal en la sociedad o en las guerras. Sin embargo una vez más no hubo respuesta.

Este silencio que legitima la utilización del cuerpo de la mujer como reposo del guerrero es una clara constancia de la valoración que se hace de las mujeres en el entorno etarra, en determinados sectores de la izquierda y en gran parte de la sociedad. Se ve normal que haya mujeres para esas actividades, o se considera un asunto menor. Pensamos que además existen otros elementos que influyen en ese silencio y esa valoración, entre los que nombraríamos: el miedo a ETA, la supeditación a la opinión del entorno social o político (léase el miedo a disentir). Y la condescendencia social ante esta utilización de la sexualidad de la mujer conlleva que toda denuncia o reivindicación quede relegada, para que no condicione ni interfiera (o ni siquiera moleste) en los procesos políticos del conflicto.

Las alusiones de Elzo al tema que tratamos generaron en la web “Kaosenlared”, por parte de los internautas, unas durísimas críticas llenas de insultos y descalificaciones personales. Primera estrategia: atacar a la persona que difunde la información, para desacreditar ambas. El segundo recurso es negar sin más los hechos. Y por último, encontramos que proporcionar a los reclusos “visitadoras” de su misma ideología es aplaudido y valorado como una manifestación de la libertad sexual de la mujer, y de paso se acusa de “reprimido” al J. Elzo. Y esto en un espacio, Kaosenlared, que habitualmente es claro defensor de los derechos de las mujeres, y denuncia contundentemente las violaciones y el uso de nuestros cuerpos por los militares de la OTAN, o por los ejércitos en general.

No diferenciar entre libertad sexual (libertad como la facultad de actuar de una determinada manera) y una auténtica liberación sexual, (liberación que sea un verdadero logro y avance para las mujeres de todo aquello que nos ha atado durante siglos a las imposiciones masculinas): ahí está el problema. Dudamos de que servir de desahogo sexual y apoyo anímico e ideológico al guerrero, repitiendo así los más que conocidos esquemas patriarcales sea liberador, por muy voluntaria que sea esa elección. Acusar de “puritanismo” o “represión sexual” a quien cuestiona este u otros hechos semejantes es de nuevo una vieja estrategia: las mujeres deberíamos saber que es lo que siempre nos han dicho los hombres cuando no accedemos a sus deseos.

Nosotras pensamos que este hecho, y el silencio, la negación o las respuestas condescendientes o justificativas, no son sino una manifestación más de cómo la sociedad nos ha considerado a las mujeres a lo largo de la historia: es parte del engranaje patriarcal de la violencia de género.

Las mujeres hemos sido una pertenencia prioritaria para los hombres, en el patriarcado. A través de los siglos se nos ha utilizado en el ámbito privado de la casa. En las guerras, hemos acompañado a los ejércitos como cantineras, mesoneras y más tarde en los prostíbulos que se establecían cerca de los cuarteles o asentamientos militares: prostitución forzada por circunstancias personales, sociales o económicas, o por el chantaje, el secuestro y la extorsión. Además en las guerras, y en todos los tiempos, el cuerpo de las mujeres ha sido continuación del campo de batalla, territorio enemigo a conquistar, destruir, humillar con violaciones masivas; los vencidos han pagado con mujeres vírgenes al vencedor como impuesto durante años ¿Y no es otra modalidad más, dentro sin duda de una gradación (por otra parte lamentablemente muy amplia) el hecho que tratamos, proporcionar mujeres para humanizar la vida de presos por delitos terroristas cometidos por la patria?

El cuerpo de la mujer se pone al servicio de la nación, del patriarcado, del militarismo (satisfaciendo la sexualidad del guerrero, militarizando la sexualidad). Y aquí una vez más se prioriza el conflicto sobre el género, esa fue la razón que dio la exparlamentaria nacionalista vasca, citada más arriba, al silencio que generan en Euskadi esos hechos.

Sabemos que ha habido grupos que se han opuesto de forma clara a la violencia de ETA. Pero la priorización del conflicto vasco ha condicionado o limitado el desarrollo de otras reivindicaciones y debates, por ejemplo sobre el nacionalismo o sobre la utilización interesada de la Historia.

Nos oponemos a la utilización sexual de las mujeres por todos los ejércitos y guerreros del mundo, a toda violencia como herramienta de poder sobre ellas. Nos parece muy importante que la ONU, en su declaración 1325, afirme la necesidad de la protección y defensa de la mujer, y de su participación en los procesos de paz (creemos que tendrían que ser mujeres expertas en el tema, en derechos humanos, paz y género). Pero esto no se hará realidad hasta que, por un lado, los gobiernos y líderes lo crean y potencien y, por otro, las mujeres pongamos nuestros derechos de género por delante de los intereses patriarcales, de la nación o de la patria. El cuerpo de las mujeres y su sexualidad tienen que quedar fuera de toda patria.

En todo contencioso en que está implicada la violencia, hay temas y valores que se sacrifican, y nos tememos que este es uno de los asuntos que hay que dejar enterrados. Consideramos sin embargo que empezar a romper el silencio es otra de las tareas a realizar para ir dando pasos hacia el proceso que ponga fin al conflicto; para ir desterrando esta otra forma de la militarización que también ha generado ETA en la sociedad.

Valorando todo lo conseguido hasta ahora por las mujeres, hechos como el comentado nos muestran que aún nos queda mucho camino por recorrer.

A 8 de marzo de 2011.

Concha Martín
Lola Robles
Idoia Romano
Yolanda Rouiller
De Mujeres de Negro contra la guerra

6 de abril de 2011

LECTURA RADIOFÓNICA DE "ROJO COMO LA SANGRE", DE TANITH LEE

El corazón de las tinieblas es una web y un programa de radio dedicados a lo fantástico. Los amantes del género podemos encontrar allí un montón de material interesante. Es una web muy útil para todos, y especialmente para las personas que tenemos discapacidad visual, pues podemos oír los textos.

Recientemente he escuchado la lectura del relato de Tanith Lee “Rojo como la sangre”. Me ha gustado mucho (excepto, lo lamento, un pequeño detalle, cuando la locutora pone voz de niña al hacer de Bianca), y por eso la recomiendo.

La lectura del cuento se intercala con muy buena música. Ideal para escucharlo todo cuando te vas a dormir.

Aquí está el enlace por si quieres descargar el programa dedicado a Tanith Lee:

Leer más sobre la autora y el cuento, en este blog:

Leer el cuento completo, en la Biblioteca de Relatos vinculada a este blog:

5 de abril de 2011

"ROJO COMO LA SANGRE" DE TANITH LEE, EN EL GRUPO DE LECTURA FEMINISTA M.A.L.A.S

Foto: Tanith Lee

M. A. L. A. S es un muy interesante grupo de lectura, feminista, que se reúne un domingo al mes en Barquillo 44, 2º izda, sede histórica del Movimiento Feminista de Madrid, y local que para mí ha sido prácticamente una segunda casa, ya que allí trabajé durante muchos años en la Biblioteca de Mujeres.


M. A. L. A. S juega con su propio nombre: ya se sabe que las feministas somos malas pero podemos ser peores. Y es también un movimiento abierto de lectoras apasionadas + momento amarillo de lectoras alocadas + manada agitada de lectoras activas.

Ha elegido para sus debates a obras y autoras como Orlando o Tres guineas, de Virginia Woolf; Vida precaria, de Judith Butler; Pippi Calzaslargas¸ de Astrid Lindgren; Macbeth, de Shakespeare; o el SCUM, de Valerie Solanas. En fin, como se puede comprobar, se trata de lecturas tan diversas como atractivas.

Pues bien, la sesión número 13 (el mejor número que le pudo tocar) estuvo dedicada al relato “Rojo como la sangre”, de la escritora británica y gótica Tanith Lee. En el blog de M.A.L.A.S hay una entrada sobre el debate y el cuento:
Sesión 13: "Rojo como la sangre", Tanith Lee (Diciembre de 2010)

Comparto plenamente lo que se dice allí acerca de la importancia de la traducción de textos cuando no podemos acceder al original o no sabemos el idioma. Conozco dos versiones del cuento Red as blood de Lee: la traducción que hace para la editorial Valdemar Albert Solé, aquí con el título “Roja como la sangre”, dentro de la antología Vampiras: antología de relatos sobre mujeres vampiro (Madrid, Valdemar, 2004), y con el título “Rojo como la sangre”, la traducción de César Terrón dentro de una de las antologías de Ciencia Ficción que publicó en 1980 Bruguera, en concreto la selección 40. El relato de Lee es de 1979.


No dudo de que la traducción de Valdemar se ajuste más al original, pero la de Bruguera tiene para mí un encanto que me hace preferirla, aunque muy posiblemente sea una versión demasiado libre.

Y como réplica a los dos ejemplos de una y otra traducción que aparecen en el blog M. A. L. A. S, yo, jeje, me atrevo a confrontar los dos comienzos del relato:

1) Versión en la edit. Bruguera:
La bellísima reina bruja abrió la caja de marfil del espejo mágico. De oro oscuro era el espejo, oro oscuro como el cabello de la reina bruja, que caía en abundancia sobre su espalda. De oro oscuro era el espejo y tan antiguo como los siete atrofiados árboles negros que crecían más allá del pálido vidrio azul de la ventana.

2) Versión en la edit. Valdemar:
La hermosa Reina Bruja abrió el estuche de marfil donde guardaba su espejo mágico. El espejo estaba hecho de oro oscuro, oro tan oscuro como la cabellera que se derramaba sobre la espalda de la Reina Bruja. De oro oscuro era el espejo, y tan antiguo como los siete árboles de troncos negros y achaparrados que había al otro lado del cristal azul claro de la ventana.

Bien. Dejando aparte el tema de las traducciones, aprovecho para añadir unos comentarios a los que podéis leer en el blog M. A. L. A. S

En efecto este relato es una reelaboración del cuento de Blancanieves, en clave gótica, donde la protagonista es Bianca, una vampira, y donde su madrastra la Reina Bruja no es para nada maléfica, todo lo contrario.

He leído algunas críticas bastante acerbas sobre el cuento, y recuerdo que se debatió también en una sesión de mi Taller Fantástikas, y a algunas lectoras no les gustó porque la autora británica presenta a Bianca con todas las características de los vampiros clásicos, una criatura de la noche, un monstruo, a la que hay que salvar del mal; consideraban que esa visión del mal y del bien es maniquea, la dictada por el cristianismo. Respetando por supuesto estas lecturas, recojo de M. A. L. A. S dos palabras sobre este texto para mí fundamentales: culpa y redención.

Para mí, más importante que los tópicos del bien y el mal desde el punto de vista religioso, es la posibilidad que tiene la protagonista de una redención y de un nuevo comienzo. Pienso que recuperar la figura de Cristo como redentor de la culpa, como esperanza y perdón es de las pocas cosas salvables de la religión cristiana.

Aparte, el relato, muy bien escrito y con imágenes deslumbrantes (algo característico de la autora británica) es un ejemplo magnífico de construcción literaria a base de motivos. Exige un público lector inteligente: se nos sugiere casi todo, poco se nos dice con palabras literales.

De hecho, la narración es tan compleja y tan ambigua, que quedan abiertas otras opciones de lectura. No puede olvidarse, por ejemplo, el tema de la sexualidad, inevitable cuando hablamos de vampiros. Y es que la historia principal del relato sucede cuando Bianca tiene su primera menstruación. Ha llegado pues a la adolescencia. ¿Qué significados simbólicos podemos encontrar respecto a la sexualidad de las jovencitas, los bosques, los cazadores armados de puñales, las madres-madrastras? ¿Cómo interpretaríamos desde aquí la salvación de Bianca y su regreso a la infancia, ¿a la pureza? a través de la intervención divina? ¿Qué nos quiere decir la autora? Siempre he querido saber algo más sobre sus creencias religiosas, y cómo influyen en su literatura, tan amante por otro lado de los seres oscuros y señores de la noche, los hijos de lobos, en fin, de los personajes más propios de la imaginería gótica.

“Rojo como la sangre” recuerda asimismo a algunos cuentos de otra escritora británica e igualmente gótica, Angela Carter, con su reelaboración de cuentos tradicionales.

Leer “Rojo como la sangre”, en la Biblioteca de Relatos vinculada a este blog.

2 de abril de 2011

"EL FILO DE LA NAVAJA" DE WILLIAM SOMERSET MAUGHAM

Corren tiempos en que los escritores pululamos por doquier. Hay un montón de gente que escribe, hay un montón de gente que quiere publicar, y una avalancha de novedades en las librerías. Antes, las librerías tenían sobre todo obras de fondo, y las novedades eran limitadas. Cuando estudié Filología Hispánica, todavía era posible estar al tanto de esas novedades. Hoy no sólo no es factible leer todo lo que aparece, sino incluso enterarse de ello. Si te interesa un libro que acaba de editarse, cómpralo rápido porque en pocos meses será prácticamente ilocalizable, excepto los bestsellers.

Vivimos pues una época de sobreabundancia de libros en papel, a los que pronto se unirán los electrónicos (bienvenidos sean por muchos motivos). Y a esto se une Internet, con todas sus posibilidades para quienes escribimos: publicar en páginas web, tener nuestro propio blog… Internet ofrece una libertad indudable; puedes olvidarte de la ingrata tarea de buscar editorial, enviar tu manuscrito (si lo aceptan), que te lo rechacen, no saber entonces qué hacer con él… Sin duda las editoriales reciben demasiado material y es imposible editarlo todo, pero llama la atención sin embargo que, con tanto volumen como se publica (y desde luego no siempre de buena calidad), sea a la vez tan difícil que te acepten un libro. Los escritores de valía necesitan más suerte y perseverancia que nunca para resistir en su vocación.

Este, el libro, sigue teniendo su valor creativo o intelectual, supongo, pero es también (¿o sobre todo?) un objeto con fecha de caducidad como ya mencioné antes (¿obsolescencia programada?), y un producto comercial más. Lo importante es vender; si no vendes, aunque escribas muy bien olvídate de que te publiquen. Las grandes editoriales son industrias, las pequeñas e independientes deben sobrevivir y, aunque apuesten por la calidad literaria, saben que su capacidad de difusión es muy limitada frente a la capacidad publicitaria de las macroeditoriales.

Que haya tantas personas escribiendo – intentando publicar – publicando, en papel o en Internet, supone una democratización de la escritura, semejante a la que se dio respecto de la lectura con la invención de la imprenta. Eso es bueno. Pero cuantos más escritores y libros hay, más obras de mala o mediocre calidad aparecen, es cuestión de estadística. Y no aumentan los libros buenos: será la ley de Sturgeon: el 90 por ciento de todo (lo que se escribe, lo que se publica) es basura.

Textos malos o pésimos los ha habido siempre, y aunque yo acabo de deplorar la censura que suponen las editoriales, al menos suelen ser un filtro para muchos textos nefastos, cuyos autores sin embargo tienen vía libre e impúdica para llevarlos a Internet.

Todas estas reflexiones, no me cabe duda de que no muy originales, me las ha suscitado la lectura de la novela de William Somerset Maugham, El filo de la navaja (1944).

Maugham (1874–1965), británico aunque nació en Francia, país donde residió gran parte de su vida (viajó también mucho, y por cierto trabajó como espía para Gran Bretaña) era un autor de los de antes: vivió como escritor tanto en lo económico como en lo social. Y es que en su época ser escritor era una vocación y un oficio que solía marcar de la niñez a la muerte, una dedicaciónm constante y plena, no un entretenimiento ni una ocupación secundaria a otras. En su caso además, fue un autor de gran éxito, pues por supuesto entonces también había escritores que se quedaban en el camino y/o no pudieron subsistir con ese trabajo.

El filo de la navaja fue un bestseller, aunque de excelente calidad; sin florituras estilísticas ni técnicas experimentales pero todo un novelón. Me temo que de esos se escriben hoy pocos. Acepto que se me tache de elitista en este asunto, pero mi vista es demasiado deficiente para perder el tiempo leyendo obras sin sustancia. Prefiero volver a los clásicos.

La obra de Maugham atrapa porque la trama está muy bien construida, y sobre todo por la espléndida creación de personajes, y la profundización en los sentimientos, pasiones, defectos humanos.

Se trata además de una de las primeras aproximaciones narrativas a la filosofía oriental, a través del personaje de Larry, un joven, guapo y encantador muchacho estadounidense, quien abandona un futuro lleno de promesas de éxito económico y laboral, y a una hermosa mujer, su novia, para estudiar y viajar. Marcado por una experiencia traumática durante la guerra (la I Mundial), Larry es un contraejemplo del sueño americano, un bicho raro en su sociedad. Lo que busca en sus viajes por Europa y la India es el significado de la vida, y a Dios, y a sí mismo. Su desapego hacia el dinero y lo material no sólo se confronta con el tradicional modo de vida y de pensar yanquis (de ahí que todos los personajes de la novela, excepto el narrador, trasunto del propio Maugham, sean incapaces de entender la actitud y decisiones de Larry), sino también con el nuestro, el de la mayoría de los que vivimos en la actualidad en sociedades acomodadas, por mucha crisis que haya.

Volviendo a la cuestión de la sobreabundancia, ese pensamiento, filosofía, religiosidad con la que Larry se encuentra en la india, la podemos hallar ahora en múltiples versiones y en múltiples lugares: pronto habrá supermercados para esos productos. De acuerdo, una de las consecuencias positivas de la globalización es que puedes aprender tai-chi en el centro cultural de tu barrio, y no tienes que irte al Himalaya para contactar con un yogui, lo que estaría entonces al alcance sólo de unos pocos. El problema, al igual que respecto a la literatura, es que el exceso de oferta de creencias religiosas orientales o incluso métodos de salud conlleva un porcentaje de adulteración o incluso timo.

Realmente, El filo de la navaja resulta una novela curiosa, por ese acercamiento entre un hombre occidental y la India, que hoy ya no tienen nada de extraño. La novela se lee bien y todavía nos puede suscitar reflexiones sobre nuestras sociedades del bienestar, y sobre los verdaderos valores de la existencia humana.

VERSIÓN RADIOFÓNICA DE DRÁCULA

Se trata de  una ficción sonora realizada por Radio Nacional de España (RNE), es una adaptación radiofónica  del Drácula de Bram Stoker. Merece la pena, es muy entretenida.

Tras la versión de la obra, hay una entrevista sobre el programa de radio y también página web El corazón de las tinieblas, donde puedes escuchar y encontrar asimismo interesantes adaptaciones sobre textos fantásticos.

Ficción sonora - Un Drácula del siglo XXI en RNE - 22/03/11
(puedes buscar por el título si falla algún vínculo)
Aquí puedes escuchar la adaptación de Drácula, online:
http://www.rtve.es/radio/20110323/dracula-resucita-nueva-ficcion-sonora-rne/418956.shtml

Y aquí la puedes descargar en mp3:
http://www.rtve.es/podcast/radio-nacional/ficcion-sonora/