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Podéis leer buenas narraciones en la Biblioteca de Relatos.

19 de diciembre de 2011

¿QUÉ ES UN ANDROIDE?

Leyendo la novela de Rosa Montero Lágrimas en la lluvia, novela basada claramente en la película Blade Runner, me ha surgido una duda casi agónica: Montero llama constantemente a su protagonista androide o también replicante. Pero esta protagonista Bruna, es una criatura resultado de la ingeniería genética, y no hay nada mecánico ni artificial en su organismo, aunque posee  unas capacidades excepcionalmente desarrolladas por esa ingeniería. Esto queda muy claro en la novela y más ambiguo en Blade Runner.
Sin embargo el significado que da el diccionario de androide es “robot con apariencia humana”. Por lo tanto, un androide sería Terminator, o el que aparece en Alien, el octavo pasajero, y que tiene como misión proteger al bicho: es decir, robot por dentro y apariencia humana por fuera.
Tal vez ahora el uso de término androide podría extenderse a una criatura totalmente orgánica pero creada en laboratorio, pero entonces: ¿los niños probetas serían androides? ¿Y los clones? ¿Al usar ese término Rosa Montero habrá querido extender el significado de la palabra, o simplemente la ha tomado porque estaba en el original de la película?
Si alguien puede aclararme estas dudas que tengo

"HISTORIA DEL REY TRANSPARENTE" Y "LÁGRIMAS EN LA LLUVIA", DE ROSA MONTERO


Rosa Montero.
Historia del rey transparente. (2005)
Madrid, Punto de Lectura, 2006. 591 páginas.

Lágrimas en la lluvia. (2011)
Barcelona, Seix Barral, 2011. 477 páginas. (Biblioteca Furtiva).


Voy a comentar brevemente estas dos novelas de Rosa Montero.

Historia del rey transparente es una novela pseudohistórica (así lo explica la propia autora, que introduce en el libro personajes reales pero que no han sido coetáneos), ambientada en la Europa del siglo XII, y con elementos fantásticos. Bien escrita, tiene momentos muy emotivos y reflexiones interesantes; las protagonistas son mujeres, y la principal, Leola, es una muchacha campesina que tiene que disfrazarse y convertirse en guerrero para sobrevivir. Aunque carezca de rigor histórico, lo cierto es que nos da una buena impresión del modo de vida que pudo existir en la Edad Media, sobre todo para las mujeres. Me parece una novela muy recomendable para iniciarse en el feminismo, para talleres de lectura, y también para gente joven. Es entretenida y los elementos fantásticos están bien integrados; las referencias a Avalon pueden animar a leer la voluminosa y magnífica tetralogía de Marion Zimmer Bradley, Las nieblas de Avalon.

Pero me sigue sorprendiendo (y esto no pretende ser una crítica) que la autora haya optado, para mostrarnos los horrores de la guerra, uno de los temas fundamentales del libro, por el clásico motivo de la doncella que se viste y se hace pasar por guerrero, y lucha como él. Puede ser un recurso interesante visto desde la perspectiva de las pocas posibilidades que tenían las mujeres en ese siglo, y en los anteriores, y en muchos de los posteriores prácticamente hasta el siglo XX, para salir de su papel tradicional y de la sumisión a la que se veían sometidas.

Y no obstante ¿por qué en la ciencia ficción, lo fantástico, la fantasía no abundan más las alternativas pacifistas que apuestan por la Noviolencia? Las figuras de heroínas o héroes noviolentos son casi excepcionales, mientras las de mujeres u hombres que se deciden por lo épico a pesar de comprobar lo terrible de la guerra son muchísimo más abundantes.

No pretendo con ello dar una norma políticamente correcta según la cual no se debe escribir una cosa y hay que escribir otra, sino plantear, ya lo he dicho, alternativas, nuevas posibilidades, campos no recorridos, algo que siempre suele seducir a los amantes de la literatura, tanto autores como lectores. Por eso sugiero a posibles escritores que el tema de la Noviolencia es un territorio sin explorar.

En cuanto a Lágrimas en la lluvia, la novela recientemente publicada por Rosa Montero, se trata de una historia que mezcla la intriga policíaca con un argumento de ciencia ficción claramente basado en la película Blade Runner.

De nuevo he de decir que la novela está bien escrita, con oficio, y que respeto a Rosa Montero como autora de larga trayectoria; domina bien el lenguaje, más de lo que puede ofrecer mucha gente a la que publican.

Pero Lágrimas en la lluvia me parece, francamente, mediocre. La imitación literaria ha existido siempre, y ha sido usada durante siglos como algo totalmente legítimo, que honra tanto al imitado como a quien imita, pero en este caso la deuda con la película de Ridley Scott es demasiado grande. Y más aún, muchos de los otros elementos de ficción que aparecen están tomados de otros libros o películas. Ya sabemos que desde los griegos nadie ha escrito nada realmente original, pero vaya, puede intentarse. Desde luego Montero ha hecho un gran esfuerzo y se ve que ha leído bastante ciencia ficción, y ha intentado una historia plausible, pero con la intención no basta.

No creo que esta novela pueda convencer o gustar ni a los aficionados al género ni a los que se acercan a él. Recomiendo mucho más Historia del rey transparente.

Además, esta narración también me suscita una pregunta: si se publica esta novela porque su autora es ya famosa, ¿no podrían editarse asimismo más obras de escritoras no tan conocidas? Lo digo olvidando el tema de las ventas y el negocio, y pensando en la literatura.

He de reconocer que en España sigue sin haber autoras de ciencia ficción con una obra equiparable en calidad a la de bastantes escritoras anglosajonas y algunas latinoamericanas. Esto se debe a varios factores: falta de tradición del género en nuestro país, a que las mujeres escribimos menos ciencia ficción que los varones… Pero también a las dificultades de publicación, que conozco por experiencia ajena y propia. Para que haya buenas escritoras, tiene que editarse a las mejores y a las no tan buenas (como ocurre con los libros publicados por autores varones, donde hay diferentes niveles de calidad), pues es más fácil encontrar algo excelente entre 100 que entre 10.

11 de diciembre de 2011

SE REEDITA "LA PEQUEÑA PASIÓN", DE PILAR PEDRAZA.

Pilar Pedraza.
La pequeña pasión / Edición de Norberto Luis Romero. Madrid, Cátedra, 2011. 205 p. (Letras populares, 2)


Acaba de reeditarse esta novela de Pilar Pedraza, publicada por primera vez en 1990. Lleva un largo prólogo del escritor Norberto Luis Romero, que también ha añadido unas notas para facilitar la lectura de este complejo  texto, muy gótico, una de las mejores obras de Pedraza.

La editorial Cátedra ha iniciado una nueva colección. Letras Populares, donde ha publicado también En las montañas de la locura, de Lovecraft, y Nosotros, un clásico de la ciencia ficción, escrita a principios del siglo XX por el escritor ruso  Zamiátin. Estamos de enhorabuena, puesto que una editorial de reconocido prestigio literario se ha animado a la aventura de incluir entre sus libros narraciones fantásticas, góticas y de ciencia ficción.

Podéis leer más, en este mismo blog, sobre: La pequeña pasión.
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Índice de todas las entradas de este blog dedicadas a Pilar Pedraza.

8 de diciembre de 2011

"TRAS LOS LÍMITES DE LO REAL", DE DAVID ROAS.


David Roas
Tras los límites de lo real: una definición de lo fantástico.
Madrid, Páginas de Espuma 2011. 186 pág. (Colección Voces / Ensayo, 161). Premio Málaga de Ensayo 2011.

Menciono también otra obra importante sobre literatura fantástica en la que participa este autor:
David Roas. Introducción, compilación de textos y bibliografía del libro Teorías de lo fantástico. Madrid, Arco / Libros, 2001. 307 pág. (Colección Bibliotheca Philológica. Serie Lecturas)
Compilación de artículos de David Roas (“La amenaza de lo fantástico”); Tzvetan Todorov (“Definición de lo fantástico”; “Lo extraño y lo maravilloso”); Irène Bessière (“El relato fantástico: forma mixta de caso y adivinanza”); Rosalba Campra (“Lo fantástico: una isotopía de la transgresión”); Susana Reisz (“Las ficciones fantásticas y su relación con otros tipos ficcionales”); Jaime Alazraki (“¿Qué es lo neofantástico?”), y más artículos de otros autores.

David Roas, escritor, crítico y profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona, es uno de los mejores especialistas en literatura fantástica que tenemos hoy en España (y dado que al decir “de los mejores” tengo que reconocer que no hay muchos, debo añadir, aunque parezca una tautología, que es muy bueno). Sus escritos son imprescindibles para comprender lo fantástico desde una perspectiva actual, moderna (y también posmoderna). Si sois aficiond@s al género fantástico, de verdad que os recomiendo que leáis a Roas, porque aprenderéis y profundizaréis mucho con él en esta literatura.

Si Todorov es sin duda un punto de partida indiscutible; lo que escribe Roas supone una importante y necesaria renovación del pensamiento de aquél. Del mismo modo, se puede no estar de acuerdo con todo lo que dice Roas, pero para ello hay que tener algo que rebatir, y es mejor que ése algo sea un texto sólido y de calidad. Es muy importante también que en nuestro país se empiece a estudiar los géneros fantásticos y de ciencia ficción desde la Universidad y la Teoría de la Literatura.

Para terminar, mencionaré los títulos de los principales capítulos de Tras los límites de los real:
1. La realidad.
2. Lo imposible.
3. El miedo.
4. El lenguaje.
5. Lo fantástico y la posmodernidad.

Añado nota de contracubierta y nota de solapa del libro, en su edición en Páginas de Espuma:

Roas, uno de los máximos especialistas españoles en literatura fantástica, acomete con Tras los límites de lo real una arriesgada pero deslumbrante iniciativa: proponer una definición de lo fantástico, un mapa casi definitivo de su funcionamiento y efectos trazado a través de conceptos como la realidad, el miedo, lo imposible o el lenguaje. Un ensayo ambicioso que no ha querido limitarse a las convenciones del género fantástico, abarcando –con un estilo divulgativo que no renuncia a la exactitud y a la documentación– el mayor número de perspectivas posibles: desde la teoría de la literatura a la filosofía, pasando por la ciencia, la estética o la cibercultura.

Tras los límites de lo real es, al mismo tiempo, un debate con los intentos precedentes de definición de lo fantástico, un paseo por su historia y una reflexión sobre su vigencia y el rumbo que ha tomado en las producciones más recientes. Pero, sobre todo, se trata de una brillante y personalísima teoría de lo fantástico con la que David Roas obtuvo el Premio Málaga de Ensayo 2011.

David Roas (Barcelona, 1965) es profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Es autor del libro de microrrelatos Los dichos de un necio (1996; reeditado en soporte electrónico en 2010), la novela negra Celuloide sangriento (1996), el volumen de cuentos y microrrelatos Horrores cotidianos (2007) y el libro de crónicas humorísticas Meditaciones de un arponero (2008). En 2010 publicó en esta misma editorial el libro de cuentos Distorsiones. Algunas de sus narraciones han sido recogidas en antologías como Mutantes. Narrativa española de última generación (2007), Perturbaciones. Antología del relato fantástico español actual (2009) y Por favor, sea breve 2 (2009).

Especialista en literatura fantástica, Roas ha dedicado a este género diversas obras, entre las que cabe destacar ensayos y antologías como Teorías de lo fantástico (2001), Hoffmann en España (2002), De la maravilla al horror. Los orígenes de lo fantástico en la cultura española (1750-1860) (2006), La sombra del cuervo. Edgar Allan Poe y la literatura fantástica española del siglo XIX (2011), y, en colaboración con Ana Casas, La realidad oculta. Cuentos fantásticos españoles del siglo XX (2008). Asimismo, es autor de la recopilación de textos teóricos, Poéticas del microrrelato (2010).

4 de diciembre de 2011

"LA GENTE DEL CIELO", DE VERÓNICA FIGUEIRIDO, Y "LA MARCHA DE LAS ANÉMONAS", DE LILIAN DUERY.

ENTREVISTA A JUAN JOSÉ AROZ, EDITOR

Juan José Aroz es uno de los editores independientes que, con su trabajo personal, han hecho posible que los escritores y escritoras españoles de ciencia ficción pudieran publicar, mientras las grandes editoriales apenas apostaban por ellos porque no era negocio.

Sin gente tan esforzada y valiente como Juan José Aroz y su colección Espiral Ciencia Ficción (igual debe decirse de otras editoriales pequeñas, revistas, fanzines, sitios webs), no habría CF autóctona en nuestro país.

Entrevista realizada por Lola Robles a Juan José Aroz en noviembre de 2011.

En ella puedes encontrar también información sobre los libros de dos autoras publicados en la colección Espiral: La marcha de las anémonas (2008, Espiral CF, nº 42) de Lilian Duery (Santiago de Chile, 1959), y La gente del cielo (2007, Espiral CF, nº 40), de E. Verónica Figueirido (Buenos Aires, Argentina, 1956).

Pregunta: ¿Puedes hablarnos un poco de tu trayectoria editorial?
J.J. Aroz: Espiral Ciencia Ficción es una colección de libros que editamos con el fin de promocionar nuestra CF, intentamos mostrar al lector aficionado lo que se está generando actualmente en castellano y lo hacemos como difusión cultural, siendo “amateur” en el trato con los autores y el público pero muy “profesionales” en el acabado de cada volumen y la seriedad en la periodicidad y las suscripciones.
Ciertamente, al haber tenido un accidente de tráfico y ser lesionado medular, mi situación es estable y me permite gestionar este proyecto que se ha convertido desde hace tiempo en la iniciativa más veterana que nunca hayamos tenido y un referente imprescindible para el que quiera conocer la realidad del género en nuestro país.
Nuestro proyecto es un “puente” intermedio entre los fanzines o e-zines y las editoriales profesionales. Tenemos a una buena cantidad de aficionados detrás apoyándonos porque saben que, principalmente, se trata de difundir nuestra CF. Las colecciones vienen y van, pero alguien tiene que promocionar la que se hace en este país. Nosotros (y hablo en plural porque detrás están varias personas que de una forma u otra colaboran conmigo en los distintos aspectos que conllevan la colección: corrección de textos, portadas, web, etc.) llevamos ya ¡diecisiete años! editando desde noveles, a conocidos e incluso a figuras del género. Escritores como Eduardo Gallego y Guillén Sánchez, Daniel Mares, Lilian Duery o Luis A. Cofiño, por citar a algunos, vieron su primera obra publicada con nosotros. Y, lo más importante, los lectores saben que nuestra intención es continuar lo que nos permitan nuestras fuerzas. Aportar savia fresca, ofrecer un escaparate de lo que se escribe actualmente... es la tarea que nos tiene gratamente ocupados.

Pregunta: ¿Qué tipo de temática publicas, dentro de la ciencia ficción, y qué tipo de autores?
J.J. Aroz: La filosofía de la colección es servir de “escaparate” de lo que se escribe en castellano. A lo largo de nuestros 49 títulos se ha tocado todo tipo de argumentos dispares y de autores variados. Los lectores habituales saben que así no nos “encasillamos” y podemos llegar a un mayor número de aficionados.
Dada nuestra veteranía, recibimos continuamente originales, tanto españoles como de países latinoamericanos y tenemos una política básica de editar con variedad.
Autores reconocidos se mezclan con escritores activos que se mueven mucho en las webs y nos gusta ir intercalando también a noveles. Es la ventaja de no ser profesionales: podemos jugar a descubrir nuevos valores. Algunas veces acertamos y otras no tanto pero alguien debe “mojarse” con ellos y nos congratula sabernos descubridores de bastantes de los que ahora son conocidos y editan asiduamente.
Hemos publicado a pesos pesados como Domingo Santos, Ángel Torres Quesada o Gabriel
Bermúdez y también a nuevas promesas como Eva Figueirido...

Pregunta: En estos tiempos de crisis ¿cómo lográis sobrevivir las editoriales pequeñas e independientes?
J.J. Aroz: Como he dicho antes, no somos profesionales, editamos siempre menos de 500 ejemplares para difusión cultural de la literatura de CF.
Los escritores continúan con los derechos de autor que únicamente nos ceden para una primera edición.
La distribución se hace a través de suscriptores principalmente, librerías especializadas de todo el país, intercambio con otras revistas y editoriales... llegamos a casi todo el "fandom" e incluso nos reciben en Argentina o México. Hemos conseguido seis IGNOTUS y varias Menciones.
¡Confiamos en que en algún momento en un futuro cercano las cosas comiencen a mejorar…!
Los suscriptores y lectores en general nos están mostrando en esta dura etapa su total comprensión y apoyo, lo que nos motiva a continuar con la ilusión fortalecida.

Pregunta: ¿Cómo ves el panorama actual de la literatura de ciencia ficción en nuestro país?
J.J. Aroz: Yo suelo utilizar el símil de un tren para definir el mundo del “fantástico”. Evidentemente siempre ha sido la fantasía la locomotora y en sus vagones está el terror, cómic, cine, videojuegos… La literatura de CF siempre ha ocupado un vagón en la cola. No somos mayoritarios, tenemos un público especializado pero eso, en mi opinión, no es un problema grave. Soy lector general y conozco multitud de temáticas que están en nuestra misma situación y no pasa nada. Subes, bajas puestos, pero sabemos que no somos “la locomotora”…
Hay quien dice que sobre ciencia ficción no hay nada nuevo y que ya está todo escrito.
No es tanto escribir algo original, como ofrecer un texto trabajado, bien redactado y que aporte experiencias y puntos de vista nuevos. Hace un año o dos surgió un “boom” con el tema de los zombies y hemos visto aparecer docenas de títulos de ellos. Algunos revisando argumentos conocidos pero desde un punto de vista “zombie”…
En la ciencia ficción ocurre lo mismo: hay unas temáticas conocidas por los aficionados y los escritores juegan con ellas y nos presentan novelas que especulan intentando inquietarnos con sus contenidos.

Pregunta: ¿Crees que es positivo para el género que autores de literatura general, tanto en España como en otros países, estén escribiendo ciencia ficción y literatura fantástica?
J.J. Aroz: Atravesamos una época de crisis que, lógicamente, también nos está afectando a los lectores. Las editoriales cierran o reducen novedades. En la ciencia ficción nos ocurre lo mismo y confío en que sea algo transitorio, que con el tiempo volvamos a tener en nuestro país colecciones especializadas como ha habido siempre. Ahora muchas veces tenemos que localizar los títulos en las editoriales por referencias ajenas, pues no se presentan como “ciencia ficción” en la portada, aunque lo sean claramente. Cito dos ejemplos de libros best seller: uno extranjero Límite del alemán Frank Schäteing, otro Lágrimas en la lluvia de la española Rosa Montero.
Sí, es positivo en cuanto que se nos posibilita con ello leer sobre nuestro género favorito.

Pregunta: ¿Sigue siendo difícil que el público lector en España lea a autores autóctonos de ciencia ficción?
J.J. Aroz: Como te he comentado antes, Lola, no somos mayoritarios, tenemos un público especializado. Como pueda ocurrir con el lector de arquitectura, poesía, novelas sobre la aviación… nunca nos leerán masivamente.
Para eso están, no los libros de CF, sino sus películas o videojuegos. Éstos sí que llegan a un nicho amplio de espectadores o jugadores.

Pregunta: La colección Espiral ha publicado a dos autoras, la argentina Verónica Figueirido y la chilena Lilian Duery. ¿Puedes hablarnos de ellas, quiénes son y qué valores encontraste en sus libros?
J.J Aroz: E. Verónica Figueirido (Buenos Aires, Argentina, 1956) actualmente vive en Necochea, una ciudad pequeña de la provincia de Buenos Aires.
Sus primeros cuentos fueron publicados en fanzines (Nuevomundo, Sinergia, Cuasar, Vórtice, Galileo).
Fue en Galileo donde salió la primera (y escueta) versión de La gente del cielo.
Tiempo atrás, la tradujeron en los Estados Unidos, en una ignota revista que se cerró en el segundo o tercer número. También en Italia, y en Rusia. En España tiene tres textos, el último un cuento corto en Solaris.
Nosotros curioseamos en la excelente base de datos Términus Trántor (Premio Ignotus «Mejor Sitio Web» 2003) del amigo Juan José Parera (www.ttrantor.org) y observamos que ya aparecían relatos y traducciones en el año 1982 y continuaban sin interrupción hasta nuestros días. Revistas como Nuevomundo, Sinergia, Cuasar, Vórtice, Cygnus, Parsifal, Fobos, Solaris y Axxon son allí relacionadas con sus cuentos y Nuevomundo, Sinergia, Pársec, Vórtice, Axxon, No ficción, Cuasar y Kernel Bem la han publicado como traductora.
La gente del cielo (Espiral CF, nº 40) aborda el siempre interesante descenso a un planeta de unos astronautas humanos que se quedan allí aislados. La raza con la que se encuentran es alada y se nos narra la interacción que se produce entre las dos distintas culturas a lo largo de varias generaciones. Conceptos como el descubrimiento, el intentar ir siempre más allá o la necesidad de adaptarse para sobrevivir, son usados con destreza para conformar una narración ágil que entra en lo que podríamos definir como ciencia ficción sociológica.

Lilian Duery (Santiago de Chile, 1959) es periodista y escritora. Se ha ocupado durante quince años de la sección de Ciencia y Tecnología en el importante diario El Mercurio de Santiago, el más antiguo de América Latina y el de mayor impacto en Chile.
Tiene una amplia trayectoria como articulista, comunicadora o editora y éste será su segundo libro publicado.
El primero fue en 1997, Avances del conocimiento. En él se recopilaban sus 100 mejores columnas como periodista científica en El Mercurio.
Recientemente ha participado junto a otros autores en una antología con un cuento llamado "La piedra de Sebastián" al quedar seleccionada en el XV Certamen Internacional de la Editorial Nuevo Ser, Argentina.
Actualmente está trabajando en comunicaciones, de forma independiente.
La marcha de las anémonas (Espiral CF, nº 42) es una novela que trata sobre la importancia de que la ciencia esté al servicio del hombre y que éste entienda que hay leyes naturales que no se pueden transgredir. Como pueden ser, por citar tres, buscar una cierta armonía con la Tierra (entendiendo que los países se tienen que desarrollar y ofrecer sustento a sus habitantes), la reproducción sin usar copias humanas o la importancia del amor para completar nuestras vidas. El cambio climático, que se acelera en 2010 debido a un experimento genético en el sur de Chile, sirve de armazón argumental en una historia que nos afecta a todos.

Pregunta: ¿Algo más que quieras añadir?
J.J. Aroz: Decir a las personas que están ahora leyendo en tu excelente blog que si les preocupa el futuro, La CF especula con la realidad que nos rodea y nos propone nuevos escenarios. La globalización, la genética, el auge de China... nosotros ya lo habíamos tratado hace años y ahora nos estamos planteando nuevas preguntas.
Existen novelas de aventuras, entretenidas y cada cual puede luego derivar, según sus gustos, a la vertiente que más les atraiga al poco de meterse en el género.
Nuestra colección se apoya principalmente en las suscripciones que son anuales por 30 € y sirven para recibir dos libros… no es un excesivo gasto ni de tiempo, ni de dinero y nos ayudaréis en nuestra tarea.
En aroz@izar.net os responderé a cualquier pregunta que tengáis.

Juan José Aroz, Editor
Apdo. correos 6064
48012 Bilbao
facebook.com/espiralcienciaficcion
Canal de Youtube: espiralcf

Lola Robles: Muchas gracias a Juan José Aroz.

3 de diciembre de 2011

"TODOS LOS CUENTOS", DE CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS: la sutileza de lo fantástico, la ironía de la realidad.


Cristina Fernández Cubas.
Todos los cuentos
Barcelona, Tusquets, 2008. 507 páginas. (Colección Andanzas, 672).

Este volumen incluye los siguientes libros de relatos:

Mi hermana Elba (1.980). Contiene los relatos: “Lúnula y Violeta”, “La ventana del jardín”, “Mi hermana Elba” y “El provocador e imágenes”.

Los altillos de Brumal (1983). Contiene los relatos: “El reloj de Bagdad”, “En el hemisferio sur”, “Los altillos de Brumal” y “La noche de Jezabel”.

El ángulo del horror (1990). Contiene los relatos: “Helicón”, “El legado del abuelo”, “El ángulo del horror” y “La Flor de España”.

Con Agatha en Estambul (1994). Contiene los relatos: “Mundo”, “La mujer de verde”, “El lugar”, “Ausencia” y “Con Agatha en Estambul”.

Parientes pobres del diablo (2006). Contiene los relatos: “La fiebre azul”, “Parientes pobres del diablo” y “El moscardón”.

Finalmente y como apéndice hay un relato suelto, “El faro”, continuación de un texto inconcluso de Edgar Allan Poe.

El libro tiene también un interesante prólogo de Fernando Valls, titulado “Mundos inquietantes de límites imprecisos: los relatos de Cristina Fernández Cubas.”

Hace poco que pude por fin escuchar, en un audio de la Biblioteca Digital de la ONCE, estos relatos de Fernández Cubas, por los que tenía gran interés desde hacía tiempo. La lectura del libro no sólo cumplió mis expectativas, sino que las superó ampliamente. En mi parecer, Cristina Fernández Cubas, junto con Pilar Pedraza, son las autoras españolas de género fantástico con una obra de mayor calidad y madurez literaria.

De antemano diré que esta entrada va a ser un comentario muy superficial sobre las narraciones de una escritora que merecerían un estudio mucho más detallado.

Hay una aparente sencillez formal, que enseguida nos deja descubrir una auténtica complejidad (tanto lingüística como de contenido), en estos cuentos, muy trabajados en lo literario, muy bien escritos, con un impecable uso de los motivos. Son piezas de un estilo limpio (ni preciosista, ni deslumbrante, ni pretencioso…), pero en el que nada falta y nada sobra.

Entre estos relatos hay historias realistas, como “El provocador de imágenes”, “El legado del abuelo” o “Mundo”.

Y después, una amplia variedad de textos que nos muestran casi todas las posibilidades de lo fantástico, de las cuales servirían como ejemplos muy claros:

1) Lo fantástico en que aparece lo sobrenatural, lo imposible, lo inconcebible, lo inexplicable, lo que supone una transgresión de las leyes físicas de la naturaleza: “Mi hermana Elba”, “El reloj de Bagdad”, “Los altillos de Brumal”. “La noche de Jezabel”, “La mujer de verde”, “El lugar”, “El ángulo del horror” y “Parientes pobres del diablo”.

2) Historias que quedan abiertas en esa vacilación entre dos posibles explicaciones de la que hablaba Todorov: a) el hecho fantástico se ha producido, y por tanto la realidad se rige a veces por leyes sobrenaturales o inexplicables, que son una transgresión de la physis; b) el hecho fue un producto de la imaginación del protagonista, o de una perturbación de su capacidad cognitiva (amnesia, sueño, locura, drogas….), las leyes del mundo no han sido transgredidas realmente y por tanto permanecen inalterables.
Aquí estarían por ejemplo “Lúnula y Violeta”, “En el hemisferio sur” “Ausencia” y “La fiebre azul”.

3) Relatos que yo situaría dentro de lo extraño, lo extraordinario, lo insólito, es decir, donde la historia que se nos cuenta no tiene ningún elemento imposible, pero sí choca con nuestra idea convencional de realidad, nuestras ”certidumbres preconstruidas” sobre esta, lo que esperamos por costumbre que suceda o siga sucediendo. Ejemplos: “La ventana del jardín” o ”Helicón”.

Para mí casi todos los cuentos de Fernández Cubas nos hacen ver que el límite entre lo real y lo irreal, lo posible y lo imposible, lo normal y lo extraño, la literatura y la vida es impreciso, mucho más difícil de definir de lo que creemos, y que nuestros parámetros de la realidad son por completo convencionales, una construcción mental (y por lo tanto lingüística).

He dicho construcción mental y por lo tanto lingüística, ya que no hay pensamiento humano sin conformar por el lenguaje, y esta es una de las ideas, creo, que Fernández Cubas tiene más clara al escribir sus cuentos.

El mundo de Cristina Fernández Cubas es un mundo de ficción, un mundo literario, construido con palabras, como la realidad misma. Sin duda lectora apasionada, en sus páginas hay referencias más o menos evidentes a muchos otros textos. A veces la literatura se convierte en el tema fundamental de un relato, al igual que el lenguaje, sobre el que reflexiona la autora, sus protagonistas, o se nos hace reflexionar a nosotros los lectores ante el uso de las palabras para conseguir lo fantástico.

A este interés por la literatura, el lenguaje, la propia ficción, la propia escritura, se unen dos elementos para mí básicos en la obra de la escritora catalana, y muy ligados a lo lingüístico: la sutileza y la ironía.

Cuando un texto fantástico es bueno, lo imposible o lo extraño no suele irrumpir burdamente en la historia, sino que es sugerido al lector, quien debe hacer sus propias interpretaciones. En estos relatos de Fernández Cubas lo fantástico se combina además con la profundización psicológica en los personajes o en sus relaciones. Y otro de los grandes valores de la narrativa de Cubas es el humor, la ironía. La mirada irónica distancia a la autora de su narración, y también nos separa a quienes leemos, permitiéndonos así una visión más lúcida.

Voy a comentar brevemente cada uno de los cuentos:

Comienzo con los de Mi hermana Elba (1980):
“Lúnula y Violeta” es un relato sobre la literatura y el talento literario, sobre el tema del doble, y la ambigua y compleja relación víctima-verdugo; sobre qué es y no es real. Temas que se repetirán en los demás cuentos, y muchos de los cuales parten de la más clásica tradición fantástica. Sin embargo Fernández Cubas es capaz de abordarlos con una notable originalidad.

“La ventana del jardín” trata sobre el lenguaje y cómo este conforma nuestra realidad. El final de la historia es sorprendente, una muy buena e irónica conclusión.

En cuanto a “Mi hermana Elba”, protagonizada por niñas, como otros relatos, nos habla de la mayor capacidad para lo sobrenatural o lo inexplicable que puede darse en la niñez o en personas que supuestamente son discapacitadas. Habla también sobre el paso a la edad adulta, con lo que supone de renuncia o abandono de los dones de la infancia y de sus territorios donde realidad y fantasía, imposible y posible carecen de esa frontera presuntamente tan clara con la que los que separamos de adultos. Pero hay personas que nunca abandonan esos dominios de la infancia y su mente más abierta, más capaz de aprehender lo fantástico y lo maravilloso.

Por cierto, pienso que esos agujeros o escondites que también protagonizan el relato, y donde se ocultan las niñas son en efecto agujeros en el continuum espacio-tiempo, y la física acabará por demostrar su existencia. Es decir, podrían ser materia de la ciencia ficción, aunque aquí son tratados desde la perspectiva fantástica.

“Mi hermana Elba” es un ejemplo muy interesante del tratamiento que Cristina Fernández Cubas suele dar a lo fantástico: en sus relatos la irrupción de lo imposible en la realidad cotidiana no se produce de una manera estridente ni lo llena todo, sino aparece de forma sutil, a través por ejemplo de un elemento como los “escondites”.

Es importante asimismo analizar el “efecto fantástico” (según dice David Roas) que producen los acontecimientos inexplicables tanto en los personajes como en los lectores, teniendo en cuenta que la escritora mezcla elementos tradicionales del género con una perspectiva muy moderna. En “Lúnula y Violeta” por ejemplo, Violeta, la narradora y protagonista (ya sabemos lo problemática pero también lo útil que es en lo fantástico la primera persona narrativa, puesto que siempre puede ser objeto de duda en cuanto a la veracidad de la historia vivida y narrada) sufre una conmoción tal debido a su relación con la otra protagonista (Lúnula) que la lleva a la muerte. Y sin embargo, en quienes leemos nos queda la duda, esa vacilación que Todorov proponía como característica del género fantástico:¿Hay una protagonista o dos? ¿Está loca Violeta?

Ocurre que estos cuentos no suelen producir espanto ni un escalofrío como otras narraciones fantásticas antiguas, o las historias de puro terror. Sí suscitan inquietud, desasosiego, perplejidad, una interrogación en nosotros los lectores (otra cosa es en los personajes, que pueden verse gravemente afectados). Por eso digo que la narrativa de Fernández Cubas es muy moderna (no sé si decir posmoderna).

Este primer libro se cierra con “El provocador de imágenes”, una historia no fantástica sobre las relaciones de poder-sumisión, en este caso en una pareja sentimental. El relato tiene mucho que ver con un cuento de otro libro, “La Flor de España” (este último para mí mucho más conseguido, también realista y muy irónico, con una protagonista narradora que al principio resulta anodina y simpática, pero se nos va desvelando como la auténtica verdugo en una relación que parecía justo lo contrario; es digno de atención también las reflexiones lingüísticas de la narradora, todo un prodigio de humor). Tanto “El provocador…” como “La Flor de España” plantean hasta qué punto nuestras interpretaciones de los vínculos ajenos son correctas, porque puede que las apariencias engañen y oculten verdades insospechadas.

Repasemos ahora brevemente los cuentos incluidos en el libro Los altillos de Brumal (1983), todos ellos de muy buena calidad.

En “El reloj de Bagdad” nuevamente es una niña la protagonista, y nuevamente ella, junto a dos mujeres mayores y de nivel cultural sencillo, son capaces de comprender lo sobrenatural. Aquí lo fantástico irrumpe a través de un objeto, un elemento perverso que traerá el caos a la vida cotidiana y apacible de los personajes.

“En el hemisferio sur” es un relato muy interesante y muy complejo que requeriría un mayor análisis; trata sobre la literatura, los dobles, la demencia…

En cuanto a “Los altillos de Brumal” se trata de una narración donde, más importante que lo fantástico, es el tema de la identidad personal, lo que somos cada uno, lo que queremos ser, lo que no podemos dejar de ser, aunque la sociedad, incluso nuestra misma madre quiera cambiarnos.

“La noche de Jezabel” se sitúa en un marco muy característico de este tipo de relatos: una reunión nocturna con tormenta donde los personajes reunidos cuentan historias de miedo y de fantasmas. Creo que es un cuento irónico hacia la propia literatura fantástica, y plantea de nuevo un interrogante fundamental: cómo percibimos la realidad, qué es real y qué es apariencia, cómo distinguirlas, cómo podemos estar seguros de una cosa y de otra. Puede efectivamente que lo sobrenatural pase ante nosotros sin que nos demos cuenta. Y no debemos fiarnos tampoco de los tópicos, ni siquiera de los tópicos fantásticos: ni todos los vampiros se parecen a Drácula, ni los fantasmas son tan serios como pudiéramos creer.

El siguiente libro, El ángulo del horror (1990), contiene también cuatro cuentos. Uno de ellos, “La Flor de España”, ya lo he comentado antes, al hablar de “El provocador de imágenes”.

“El legado del abuelo” es un texto realista, con un protagonista niño, un relato interesante acerca de las relaciones familiares, lo que esperamos y no esperamos de los demás, y lo perversa que puede ser en ocasiones la inocencia infantil.

En “El ángulo del horror”, que da título al libro, subyace una reflexión sobre la posibilidad de que lo terrible venga dado por una mirada, una perspectiva, más que por la realidad en sí.

“Helicón” me parece una narración divertidísima que aborda el tema del doble, pero a través de la cual se explora en deseos oscuros, en fantaseadas identidades, en lo que quisiéramos ser y no nos atrevemos. La autora se arriesga en lo extraño hasta tal extremo que el relato, sin serlo, cobra visos de fantástico.

Con Agatha en Estambul se abre con un maravilloso relato, “Mundo”, de una tremenda fuerza simbólica sobre los encierros exteriores e interiores, sobre la vida cuando no nos la dejan o no la sabemos vivir.

“La mujer de verde” trata de la fatalidad, hasta qué punto somos dueños de nuestro destino, si nos vemos abocadas a él o nuestros propios temores acaban por conducirnos al desastre.

En “El lugar”, Fernández Cubas retoma el humor para relatarnos una historia de matrimonios, familias y fantasmas.

“Ausencia”, un texto escrito en segunda persona, puede entenderse según explica el prologuista del libro, Fernando Valls, como la historia de una oportunidad perdida, la que tiene la protagonista para cambiar su modo de vivir y de ser.

Y en cuanto a “Con Agatha en Estambul”, explora en las relaciones humanas, con la ironía característica de la autora.

El último libro es Parientes pobres del diablo (2006), del cual la narración que más me ha interesado es el cuento africano “La fiebre azul”, que plantea de nuevo el dilema entre libertad y destino. Es un relato con bellas imágenes, y las escenas nocturnas en el hotel Masajonia resultan bastante inquietantes.

“Parientes pobres del diablo” nos habla sobre una subraza de demonios venidos a menos por no ser suficientemente malos entre los suyos, aunque aquí en el mundo humano sí pueden destacar por su perversidad. Bien, es un relato original, aunque en mi parecer los hay mejores dentro de todo el volumen.

Termino con "El faro", un ejercicio literario que continúa y finaliza un texto inacabado de Edgar Allan Poe. Leemos así un relato fantástico clásico muy bien logrado.

Solo quiero añadir que Todos los cuentos es uno de los mejores libros de fantástico que he leído en los últimos años. Puede gustar tanto a los amantes del género como a los no tan aficionados. Creo que esa es la mejor recomendación.