Las sombras
Barcelona, Edhasa (Castalia),
2015.
348 páginas.
Premio Tiflos de Novela ONCE 2015.
Hay novelas que te atrapan de
inmediato. Hay otras que al principio no te enganchan y puede que tengas que
abandonarlas para siempre o para otro momento más propicio para su lectura;
pero también puede ocurrir que poco a poco empiecen a provocarte un interés en
ascenso, una rara inquietud. Y este último ha sido para mí el caso de la novela
Las sombras de Juana Cortés
Amunarriz, que leí a principios de verano, antes de irme de vacaciones y
todavía no he olvidado. Y es que me dejó un regusto peculiar, una sensación de
asombro y bastantes preguntas.
La narración tiene mucho de
historia familiar que siempre gusta pues es algo al fin y al cabo que nos
implica a todos los humanos. También hay una casa protagonista, que se llama
Hoffnung, y las casas son personajes excelentes en literatura, por la misma
razón que antes, porque todas las personas hemos vivido en una, en varias o en
muchas, y se impregnan de nuestras vidas y el alma de ese espacio a su vez nos
influye. Hay un paisaje singular, cantábrico, y amor y muerte y locura,
elementos en fin que han construido muchos relatos.
¿Por qué entonces la novela de
Juana Cortés me ha dejado ese poso? Quizás por su carácter etéreo, de
personajes más parecidos a la materia de los sueños y las sombras que a las
criaturas literarias realistas que parecen sólidas y consistentes. A mí me
gustan esas atmósferas translúcidas.
Pero además cuando empecé la
novela me interesaba porque abordaba el tema de la transexualidad, en este caso
femenina. El planteamiento que encontré al principio me produjo cierto reparo
pues podía sospecharse que María la protagonista, llegaba a ser trans a causa
de la actitud hacia ella/el de sus padres en la infancia, ya que a partir de un
momento determinado empezaron a tratar al niño Mario como hija, y la visten y
hacen pasar por tal. ¿Transexualidad condicionada, inducida, casi traumática?,
me pregunté. Pero esta hipótesis se derrumba al final en una vuelta de tuerca
prodigiosa.
La autora de esta reseña con Juana Cortés Amunarriz en la Feria del Libro de Madrid 2015 |
¿Qué es lo que nos quiere decir
entonces la autora? ¿Que en la vida no todo se puede controlar? ¿Nos plantea
hasta qué punto somos dueñas y dueños de nuestro destino y de nosotrxs mismxs?
¿A caso la identidad es algo que nunca puede sujetarse a estereotipos? O tal
vez eso es lo que yo encuentro en esta novela, lo que a mí me sugiere. El ser
humano es un misterio inaprehensible, por mucho que deseemos catalogarlo, un
intento tan inútil como estúpido.
Quien busque aquí una inmersión
morbosa en el tema de la transexualidad no va a encontrarla, ni es tampoco un
testimonio, ni siquiera realmente esa condición es lo más importante, y eso
está muy bien, pues el no centrar el foco exclusivamente en ella la normaliza.
La novela está bien estructurada
y escrita, aunque creo que en la primera parte le sobran adjetivos.
Las sombras ganó el Premio Tiflos de Novela ONCE 2015.