Los talleres de lectura como espacios para la reflexión, el debate y la educación feminista y pacifista.
Taller realizado durante el XV Encuentro Internacional de la Red de Mujeres de Negro “Cuerpos y territorios sin guerras ni violencias” (Bogotá, 15 al 20 de agosto de 2011)
por Lola Robles (Mujeres de Negro de Madrid)
La niña sueña…
un mundo por delante de su lastre.
Sonya Dorman. Poema “La niña sueña” .(1)
En primer lugar, quiero agradecer a las organizadoras del Encuentro el haberme ofrecido la posibilidad de dar este taller. Para mí este viaje a Colombia y la asistencia al Encuentro Internacional está siendo una experiencia personal y política muy importante y enriquecedora. También quiero daros las gracias a todas las que habéis decidido asistir al taller.
Me llamo Lola Robles y formo parte del grupo de Mujeres de Negro de Madrid. Soy feminista desde los 21 años (ahora tengo 47), y he estado en diversos grupos, pero sobre todo, durante 16 años, trabajé (junto con Marisa Mediavilla) en la Biblioteca de Mujeres de Madrid, una biblioteca especializada sobre y para mujeres, que creamos desde el feminismo, independiente de cualquier institución u organismo oficial, y donde además de un valioso fondo de ensayos sobre mujeres y de obras literarias de escritoras, realizábamos otras actividades culturales: conferencias y también un taller de lectura que me enseñó mucho: La literatura como espejo, llevado por la escritora argentina Liliana Costa Staksrud. En 1995 creamos asimismo la Red española de Centros de Documentación y Bibliotecas de Mujeres, que integraba a centros independientes y feministas como el nuestro, junto con otros dependientes de organismos oficiales y Universidades.
Abandoné la Biblioteca en 2002; posteriormente colaboré en la página web
Mujer Palabra , creada por Michelle, activista feminista y pacifista.
En 2005 entré en el grupo de Mujeres de Negro de Madrid.
Desde ese mismo año también doy el taller de lectura Literaturas Fantástikas, especializado en narrativa de ciencia ficción, fantástica y gótica, y tengo mi propio blog, a través del cual intento difundir estos géneros y sobre todo a las autoras que los escriben.
La literatura es una de mis grandes pasiones, y me interesa por sí misma, pero para mí un taller de lectura es también un espacio muy válido para trabajar entre mujeres, a través de la reflexión y el debate sobre textos literarios, y desde una mirada feminista, queer, pacifista, antibelicista, antimilitarista y por la Noviolencia.
Para muchas mujeres, la literatura es más cercana, accesible y amena que el discurso político, del que a veces se sienten excluidas, pues les resulta demasiado difícil, abstracto, o por qué no decirlo, tedioso. Un relato, una novela o un poema transmiten sentimientos y emociones al mismo tiempo que conocimientos, experiencias e ideas. Por ello un taller de lectura sirve como espacio alternativo y complementario de educación para la paz y el feminismo, junto a otras acciones que desarrollamos Mujeres de Negro como activistas.
Yo he podido comprobar, en mis talleres, que no hay tantas disputas ni es tan frecuente que algunas mujeres quieran imponer su idea al resto como en los debates y reuniones de tipo político e ideológico. Y no nos cuesta tanto aceptar las diferencias de opinión y cambiar nuestro parecer sobre un texto, pues entendemos que no tiene por qué haber una interpretación más válida que la otra.
Estos talleres están abiertos a todo tipo de mujeres, las que han leído mucho, las que han leído poco, y pronto comprobaremos que todas nos enriquecemos y aprendemos con las distintas aportaciones.
La coordinadora del taller debe eso sí procurar que nadie abuse del uso de la palabra, que todas nos escuchemos sin interrumpirnos, que las más tímidas se sientan confiadas para decir lo que piensan…
Yo siempre planteo al comenzar un taller: al debatir, pensad que nadie dice tonterías, o por el contrario que todas podemos decir una tontería, tal vez algunas de nosotras sepamos más sobre un libro o una autora, pero otra mujer puede darnos una visión diferente que nos resulte muy valiosa. Escuchar es aprender.
Además de la dinamización y moderación del grupo, la metodología de un taller de lectura es sencilla: los talleres pueden durar un día o dos, o consistir en una sesión semanal durante uno o dos meses, o pueden realizarse a lo largo de todo un curso, en sesiones semanales o quincenales. Creo aconsejable que las sesiones duren hora y media o dos horas, tiempo que no se queda corto ni resulta excesivo.
Los textos debe seleccionarlos previamente la coordinadora, aunque también es interesante admitir sugerencias de las participantes. Se envían por correo electrónico o se entregan en fotocopia con más o menos tiempo (según su extensión) para poder leerlos y debatir en la sesión correspondiente. Es bueno que la coordinadora haga una presentación de la autora/autor, género o época del texto. Resulta casi imprescindible dar de antemano unas pautas de lectura para el debate sobre cada texto, para que así el diálogo no se disperse. Las pautas pueden ser las mismas para todo el grupo, o bien la coordinadora puede pedir a una mujer o varias que se encarguen de centrar su lectura en distintos temas o aspectos, y expongan después al resto sus conclusiones.
Los textos pueden pertenecer a cualquier género (narrativa, teatro, poesía, ensayo…), y no sólo de mujeres, sino también de autores varones, por ejemplo para analizar el imaginario masculino sobre nosotras. Da buenos resultados elegir a escritoras de diversas nacionalidades y épocas, salvo si es un taller especializado en una autora o tema concreto.
Se necesita desde luego una perspectiva crítica, sin necesidad de caer en reduccionismos ni fundamentalismos, pues no olvidemos que estamos trabajando con literatura, creación artística, donde es imprescindible la libertad y sobran las consignas (que no los valores). Cualquier texto, por polémico que sea, puede dar lugar a un debate interesante, que nos aporte mucho. Por ejemplo, podemos compaginar un libro que refleje los horrores de la guerra con otro que nos ofrezca alternativas desde la Noviolencia.
Realmente no es fácil encontrar textos que sean a la vez feministas. Pacifistas, antimilitaristas y por la Noviolencia, pero sí que estén escritos desde alguna/s de estas perspectivas.
Además del Feminismo, yo intento incluir y dar a conocer la perspectiva queer: una visión basada en el no binarismo, que nos muestra la homosexualidad, el lesbianismo y cualquier otra opción elegida libremente y respetuosa, así como las diversas y posibles identidades en cuanto al género sexual.
Como ya he dicho, desde 2005 imparto un taller especializado en literatura de ciencia ficción, fantástica, gótica y de fantasía: Literaturas fantástikas. Me gustaría explicar el porqué de mi predilección por estos géneros literarios.
Desde luego, los libros de historia, los ensayos, las novelas realistas y sociales, las biografías ya autobiografías, los testimonios, la poesía (como veremos con Gloria Fuertes) son muy importantes porque nos permiten conocer realidades, sentimientos, experiencias e ideas muy diversas.
Las literaturas de ciencia ficción, fantástica, góticas, de fantasía, no son realistas, hay que partir de ello cuando se las lee por primera vez, pero también hay que recordar que toda literatura es ficción, invención, imaginación.
¿Por qué me gusta la ciencia ficción? Sé que siempre ha habido una ciencia ficción con mucho de evasión pero a la vez muy militarista, la de batallas espaciales, conservadora o incluso reaccionaria, maniqueísta, catastrofista, invadida por la tecnología y la ciencia, dominios tradicionalmente masculinos… Sin embargo, muchas autoras feministas han escrito ciencia ficción, pues este género permite inventar historias que son un espejo de las sociedades humanas, mediante un proceso de abstracción y universalización. Me gusta su potencial crítico contra el patriarcado, la xenofobia, la homofobia, los fundamentalismos, los totalitarismos. Es una literatura que nos hace imaginar y pensar. Además, y lo más importante, la ciencia ficción plantea alternativas a esas situaciones, inventando sociedades nuevas, haciéndonos ver que la opresión de las mujeres, la violencia, la guerra o el racismo son construcciones culturales que se pueden transformar.Yo calificaría la ciencia ficción especulativa, la de mayor calidad, como el territorio de lo posible, la subversión y la esperanza.
Recomiendo la obra de autoras como Ursula K. Le Guin, Doris Lessing, Margaret Atwood, Joanna Russ, Marion Zimmer Bradley, James Tiptree Jr., Octavia Butler, Connie Willis, Vonda McIntyre, Lois McMaster Bujold, Daína Chaviano, Angélica Gorodischer, Elia Barceló, Conchi Regueiro.
En la pluma de estas mujeres, la ciencia ficción no sólo ha tratado temas científicos y tecnológicos, sino también sociales, culturales, biológicos, antropológicos, lingüísticos…
En cuanto a la narrativa fantástica y gótica, ha sido un territorio mucho más transitado que la ciencia ficción por las escritoras, para transmitir sus miedos y dificultades personales y sociales, que durante mucho tiempo no pudieron expresar abiertamente de manera realista o autobiográfica. Recomiendo a Charlotte Perkins Gilman, Edith Wharton, Vernon Lee, Ana María Matute, Cristina Fernández Cubas, Ana María Shua, o las autoras góticas Mary Shelley, Angela Carter, Tanith Lee y Pilar Pedraza, entre otras muchas.
Si conocéis a otras autoras, en especial latinoamericanas, me sería muy útil que me informarais de ellas.
He traído fotocopias de un cuento de fantasía de una autora escocesa, Margaret Elphinstone, titulado “Las hilanderas del bosque”, que fue publicado en la antología Desde las fronteras de la mente femenina (2). Es un relato feminista que se basa en cuentos populares y en el grupo de mujeres pacifistas de Greenham Common (3).
Pero como no nos va a dar tiempo a leer este relato en el taller, he decidido traer también poemas contra la guerra de una poeta española, Gloria Fuertes (Madrid, 1917-1998), a la que puedo llamar fantástica por la calidad de su poesía, no porque se dedicara a mi género favorito. Gloria era bien realista, una poeta sencilla, popular y todavía no suficientemente valorada. Para mí es un honor leerla y reivindicarla aquí. La idea de elegir poemas de esta autora me la dio una compañera de Mujeres de Negro de Madrid, Concha Martín, quien a su vez había leído un artículo muy interesante de otro compañero activista pacifista, Josemi Lorenzo Arribas (4). Les doy las gracias a ambos.
Estos son los poemas de Gloria Fuertes, que aparecen en dicho artículo y he seleccionado:
En este mundo de siglos.
En este mundo de siglas,
De ideas y de partidos
(todos partidos en dos),
desde siempre yo me afilio
pertenezco al AMOR.
Desde siempre y no lo oculto
–a otros líderes no insulto–
mas no respeto más leyes,
que las del A., Eme., O. y Erre.
La de amar y ser amado
y lucho sin ser soldado,
sin armas y con decoro,
porque yo soy de esa raza
que por amor dejo todo.
(“Mundo de siglas”, en Mujer de verso en pecho, 1995)
***
Hablando bien y tarde,
tarde porque no llegué a separaros
ni a los republicanos de los fascistas
ni a los americanos de los camboyanos
ni a los americanos de los vietnamitas.
No llegué a separaros.
Ni a los surafricanos de los blancos
ni a los negros de los otros negros
ni a los servios de los croatas
ni a los alemanes de los judíos.
No llegué a separaros.
Ni a los judíos de los árabes
ni a los árabes de los croatas.
hablando bien y tarde
Casi todos sois unos malvados cabrones sin corazón
(hablando mal y pronto.)
(“Hablando bien y tarde. Hablando mal y pronto”, en Mujer de verso en pecho, 1995)
***
Basta con una mano para matar.
Necesitamos dos para acariciar,
dos para aplaudir,
todas las manos del mundo
para la paz.
(“Manos a la obra”, en Historia de Gloria, 1980)
***
Deseamos:
Que no vuelva a haber otra guerra,
pero si la hubiera,
¡que todos los soldados
se declaren en huelga!
(Historia de Gloria, 1980)
Lola Robles. Mujeres de Negro de Madrid.
Bogotá, 17 de agosto de 2011.
NOTAS
(1) Sonya Dorman. Poema “La niña sueña”, en la antología de relatos de ciencia ficción de autoras estadounidenses Mujeres y maravillas / edición e introducción de Pamela Sargent. Barcelona, Bruguera. 1977.
(2) Desde las fronteras de la mente femenina: antología de relatos de ciencia ficción/ recopilación e introducción de Jen Green y Sarah Lefanu. Barcelona, Ultramar, 1986.
(3) El campamento de Greenham Common fue una iniciativa pacifista y no violenta de mujeres británicas que, de 1981 al 2000, se instalaron, para protestar contra la proliferación nuclear, junto a una base militar americana en territorio de Gran Bretaña. Obtuvo el apoyo de miles de personas de todo el mundo y se convirtió en un símbolo de la lucha contra las armas nucleares. El campamento y la base estaban junto a un bosque.
(4) Josemi Lorenzo Arribas. Artículo “Gloria Fuertes. Empatía y radicalidad pacifista".
SI QUIERES LEER LA DECLARACIÓN FINAL DEL XV ENCUENTRO DE MUJERES DE NEGRO (COLOMBIA, AGOSTO 2011). Es hermosa, la recomiendo,