Desde hace algún tiempo estoy en Facebook, por si queréis que nos hagamos amigas/amigos allí, lo actualizo más que este blog, que tengo bastante abandonado porque visualmente me cuesta más escribir en él.
En Facebook: Lola Robles Moreno
Podéis leer buenas narraciones en la Biblioteca de Relatos.
21 de diciembre de 2014
20 de octubre de 2014
Sesión Especial del Taller de Literatura “Fantástikas”
Encuentro y
charla con la escritora
M ª Concepción
Regueiro Digón,
presentada por Lola Robles
Miércoles 29 de
octubre a las
17,30 en la Sala
de Exposiciones.
Espacio de
Igualdad Hermanas Mirabal
En esta ocasión es una actividad
abierta con lo que no requiere inscripción, pero si quieres confirmar tú
asistencia puedes hacerlo en este correo: ladyquercus@hotmail.com
y te enviaremos un relato de
Concepción Regueiro , sobre el cual
también hablaremos en esta sesión.
CAMPOAMOR,
PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA: LA HISTORI A
ALTERNATIVA
Frente a los muchos prejuicios que
existen sobre el género, la Ciencia-Ficción se revela sin embargo como un
mecanismo idóneo para hablar de nuestra realidad, abordar el análisis social y
tratar sobre la condición humana. Aun manteniendo la deuda con su imperativo de
la especulación racional, puede utilizar cualquier ámbito de conocimiento para
la creación.
Así , una disciplina como la Historia también tiene su propio
lugar: las llamada s «ucronías», donde
la trama gira en torno a unos hechos alternativos respecto a los realmente
acontecidos.
Mª Concepción Regueiro Digón es, quizás, de las únicas
autoras españolas de ciencia-ficción que ha escrito ucronías (los cuentos
«Erundina Salvadora·» y «El enemigo en casa» y la novela Reclutas de guerras invisibles), un subgénero,
curiosamente, poco abordado por las escritoras pese a su potencial. Es solo uno
de los muchos caminos por ella explorados en su pasión por narrar y sobre el
que, entre otras cosas, va a tratar.
TALLER
FANTÁSTIKAS 2014-2015
a
cargo de Lola Robles
Taller de lectura y debate
de narraciones fantásticas, de ciencia ficción, góticas, fantasía (e incluso
realistas), especialmente de escritoras, desde una perspectiva feminista, queer
y pacifista.
Se realiza el último lunes de cada mes de 17.30
a 19.30 horas.
TALLER ADAPTADO PARA
PERSONAS CON DISCAPACIDAD
VISUAL
Espacio de Igualdad "Hermanas
Mirabal"
Sala de Encuentro.
Entrada libre hasta completar
aforo.
Dirección General de Igualdad de
Oportunidades
Ayuntamiento de
Madrid
C/ Bravo Murillo, 133 (Casa de
Baños), entrada por C/ Juan Pantoja.
3ª planta. Metro: Alvarado (Línea 1)
e-mail:
caimujerhm3@madrid.es;
Teléfonos: 915345365;
915336318
19 de septiembre de 2014
ORGULLO Z, DE JUAN FLAHN
Andaba yo buscando material para
una comunicación que presentaré en el Congreso Visiones de lo Fantástico: Las
mil caras del monstruo, que se va a realizar a primeros de diciembre en la Universidad Autónoma
de Barcelona, y me encontré con la novela Orgullo Z ,
de Juan Flahn, aparecido en la editorial Stonewall , especializada en literatura LGTB, y dirigida por diego Béjar,
que tuvo el detalle de publicar asimismo el libro de cuentos Historias del Crazy Bar y otros relatos delo imposible, escrito por Conchi Regueiro y servidora. Stonewall es una editorial que opta por la calidad
literaria, no solo por lo fácilmente comercial, y esta novela, Orgullo Z, vuelve a demostrarlo.
Se trata de una historia de
zombis que transcurre en el barrio madrileño de chueca inmediatamente después
de las fiestas del Orgullo Gay. Los tres protagonistas, y no digo nada que no aparezca en la contracubierta, son una
travesti que trabaja en el mundo del espectáculo, una joven lesbiana recién
llegada a Chueca, y un gay mulato y
seropositivo. El autor podría haberlos presentado fácilmente desde los tópicos
sobre ellos, y sin embargo no ocurre así.
Y va haber también muchos zombis,
por supuesto, pues como es sabido estos vienen en manada s.
Yo apenas he leído novelas sobre
muertos revividos, pese a que en los últimos tiempos están muy de moda y han
sustituido a la riada de libros
sobre vampiros, que hubo antes. Puede que la causa esté en que los zombis son
más propios de este tiempo de crisis que nos ha tocado vivir, son más proletas, más lumpen, plebe, masa, que los elegantes, refinados, aristocráticos e
individualistas vampiros.
Lo primero que quiero destacar es
el intenso y ágil ritmo narrativo de la obra, y una intriga muy bien planteada , que hace que no puedas dejar de leer, porque se
siente la necesidad imperiosa de saber qué pasa al final.
En segundo lugar, la trama va
mejorando a medida que avanza, y los personajes resultan cada vez más creíbles, más sólidos y más humanos. He dicho que Flahn no cae en los estereotipos,
aunque sí juega y se ríe de esos tópicos, pero a la vez nos va revelando los
claroscuros que hay en cada persona.
No quiero desvelar nada del argumento, pues los lectores deben disfrutar plenamente de la intriga, pero, eso sí, aviso a
quienes tengan estómagos escrupulosos
que deben prepararse para leer una historia con ingredientes gore, aunque eso no debería
desanimarlos, pues merece la pena superar el asco y adentrarse en el notable valor
simbólico de la ficción.
Lo que más me ha interesado de esta
historia es el planteamiento que propone sobre el tema del monstruo. Flahn nos
alerta de que por mucho que creamos que la sociedad ha cambiado su valoración
acerca de las personas gais, lesbianas y trans, no ha avanzado tanto como
desearíamos quienes pertenecemos a esos grupos, así que debemos seguir alerta.
De ahí que en la narración (que al final se transformará en una pequeña obra
dramática) Chueca, el paraíso LGTBQ, se convierta de pronto en un territorio
cercado cuyos habitantes se enfrentan a una situación límite. Y en esas
situaciones, hay colectivos que continúan teniendo todas las de perder, entre
ellos quienes son estigmatizados por ejemplo por una opción o identidad sexual
no normativa, que los convierte en «monstruos.
Hay distintas formas de enfrentarse
y cuestionar esa supuesta monstruosidad. Flahn utiliza dos: por una parte
evidencia que aquellos que se atreven a juzgar así a los demás pueden ser ellos
mismos monstruos morales por su intolerancia.
Por otro lado, la figura del
monstruo se puede reivindicar, asumiéndola en lo que tiene de potencial
subversivo, de carga de profundidad contra una norma excluyente y represora. De
ahí el impactante final de la
novela. Se nos ofrece una panorámica reducida pero suficiente
de la sociedad en que vivimos, y de su probable comportamiento en
circunstancias extremas. Es entonces cuando sale lo peor y lo mejor de cada individuo y de los grupos de personas. En todo
caso, queda claro que no hay peor monstruo que el miedo basado en el prejuicio.
Para quienes vivimos en Madrid y conocemos Chueca, será divertido
reconocer lugares y calles en una historia de puro terror. Genial asimismo, y
un ejemplo del humor que está en todo el libro como buen contrapunto al drama,
la escena donde, en pleno fragor de combate con los zombis, dos de los
protagonistas discuten sobre lenguaje e identidades de género.
TALLER FANTÁSTIKAS 2014-2015
SEMINARIO
PERMANENTE DE LITERATURA “FANTÁSTIKAS”,
a cargo de Lola
Robles
Nuevo Taller de
lectura y debate de narraciones fantásticas, de ciencia ficción, góticas,
fantasía (e incluso realistas), especialmente de escritoras, desde una
perspectiva feminista, queer y pacifista.
Espacio de Igualdad "Hermanas Mirabal"
Sala de
Encuentro. Entrada libre hasta completar aforo.
Dirección General de Igualdad de
Oportunidades
Ayuntamiento de
Madrid
C/ Bravo Murillo, 133 (Casa de
Baños), entrada por C/ Juan Pantoja.
3ª planta. Metro: Alvarado (Línea 1)
e-mail:
caimujerhm3@madrid.es;
Teléfonos: 915345365;
915336318
28 de agosto de 2014
III FESTIVAL DE TERROR, FANTASÍA Y CIENCIA FICCIÓN CELSIUS 232. AVILÉS, DEL 30 DE JULIO AL 2 DE AGOSTO DE 2014.
Un festival con mucho éxito
El Festival Celsius 232 inició su andadura en 2012 de modo
espectacular con la presencia de George R. R. Martin, el autor de la saga de fantasía épica Canción de hielo y fuego, más conocida ahora por su título
televisivo Juego de tronos, que en
realidad corresponde al primer volumen de la serie. He acudido a las
tres ediciones del Celsius, aunque el año pasado solo pude estar un día, y creo
que este año ha superado incluso el éxito de la primera vez.
Dedicado sobre todo al género de
la fantasía o de lo maravilloso, y en menor medida al terror y la ciencia
ficción (se excluye el fantástico clásico, excepto cuando coincide con el terror)
creo que las claves de su buena acogida son varias: la elección de una fecha y
un lugar muy adecuados, una agenda repleta de actividades interesantes, y la
presencia de autores famosos españoles y extranjeros, pero también de otros menos
conocidos que tienen la oportunidad de presentar allí sus obras. Sin duda la
organización de un evento semejante requiere mucho tiempo, esfuerzo y desde
luego dinero.
Gran parte del público es joven,
venido de toda España, y También hay guajes de la propia Asturias en
busca de la firma de su escritor favorito. Da gusto encontrar a tanta chavalada con afición por la lectura. Yo disfruté
un montón al ver sus disfraces, cómo llenaban el auditorio de la Casa de
Cultura, aplaudían a rabiar, y hasta hacían volteretas de puro contentos.
No se puede negar que generalmente
al Celsius acudimos, jóvenes o no tanto, las personas muy aficionada s, apasionada s,
adictas a estos géneros, los frikis en suma. Ello no quiere decir que no pueda
acercarse otra gente con interés por ficciones cuya extrañeza considero un
valor y no un factor de disuasión. Yo misma aprendo mucho cada año sobre autores desconocidos para mí y me pongo al día de las novedades
editoriales.
Recomiendo incluso a quienes gustan
de estos tipos de literatura pero no tienen similares en su entorno, que vayan
solos, porque estarán muy entretenidos con los actos del Festival y no echarán
de menos la
compañía. Siempre pueden pegar la hebra con otros asistentes.
Más aún, mi consejo es que es mejor ir sola o solo que con alguien que no
comprenda nuestro placer al tragarnos todas las actividades de principio a fin.
De cualquier modo, los acompañantes con prejuicios tienen la alternativa de
pasear por Avilés y acercarse a Oviedo o Gijón, que están a media hora.
El encanto de Avilés
Merece la pena el viaje a Avilés
en pleno verano, sobre todo si vas desde Castilla o más al sur de la Península,
donde, como dijo el escritor Ian Watson en el propio Festival, hace más o menos
la misma temperatura que en la superficie de Venus, unos 600°.
Avilés es una localidad asturiana
pequeña y tranquila, muy agrada ble
para pasear. El casco antiguo contiene un interesante conjunto histórico-artístico,
con palacios, casonas, iglesias, plazas, calles, parques. Hay oferta de alojamiento de todos los
niveles, desde el hotel de 5 estrellas donde se quedan los famosos hasta
hoteles de 3 estrellas y algún hostal y pensión. Eso sí, recomiendo reservar
plaza con tiempo y llevar en la maleta un poco de todo, porque el clima es muy
variable y en Asturias acostumbra a llevar la contraria al resto del país. Encontraremos muchos sitios para comer muy
bien, o tomar unas tapas con sidra, vino o cerveza en terrazas al aire libre.
Todo esto que parece más propio
de un folleto turístico lo explico, además de porque es cierto y útil, para que
se compruebe que las personas aficionada s
a los géneros no realistas no vivimos inmersas en nuestro mundo de fantasía,
sino también sabemos disfrutar de los placeres reales y concretos de la vida.
El Festival se concentra en la
Casa de Cultura y en una Carpa de Actividades, en cuyo interior hay una zona
para actos literarios, además de puestos
de venta de libros, y el espacio donde firman los autores; hay carpas más
pequeñas para los talleres infantiles. En una plaza aledaña se instalan casetas
de madera también para la venta de libros.
Las actividades del Festival
Han sido 4 días llenos de
actividades: presentaciones de libros, editoriales y revistas; encuentros con
autores, mesas redondas, entregas de premios, firmas de libros; talleres para
niños, un taller de esgrima antigua, juegos de rol; y velada s
musicales-literarias al final de la jornada
a cargo del grupo «Hijos de Mary Shelley», que consisten en lecturas de textos con
música o representaciones teatrales,
incluso en una ocasión la lectura se hizo en el cementerio de Avilés, a partir
de medianoche.
Presentaciones de libros, revistas, editoriales y de la próxima Hispacon
Uno de los primeros actos del
Celsius fue la prla próxima HispaCon (Congreso anual de Fantasía y
Ciencia ficción), que este año se celebrará en la localidad barcelonesa de Moncada y Reixac, de ahí que vaya a llamarse MIRcon, del
6 al 8 de diciembre de 2014. El programa previo es muy atrayente.
Maléfica también estuvo en el Celsius. |
Además, Cristina Macía, una de
las organizadoras del Celsius, nos explicó que este verano va a presentarse la
candidatura de Barcelona para ser la sede de la EuroCon de 2016.
Como ya he dicho, una de las
actividades principales del Festival son las presentaciones de libros, tanto de
autores españoles como extranjeros. Este año, el Celsius ha prestado un interés
específico a la literatura infantil y juvenil de fantasía. Y como en anteriores
ocasiones, han acudido especialmente escritores asturianos. Cuando los invitados
son muy famosos, suelen hacerse también encuentros
con ellos, para entrevistarlos y que el público les haga preguntas.
Se presentaron novelas, libros de
cuentos, antologías, revistas, y asimismo nuevas editoriales, o se anunciaron
los títulos nuevos de las editoriales ya consolidada s.
Entre las revistas quiero
destacar Presencia humana, una
curiosa publicación dedicada a la
literatura extraña. O el fanzine de espada
y brujería Crónicas salvajes.
Conocimos varias antologías
interesantes, como la colección de relatos distópicos Mañana todavía, de la que nos habló su seleccionador para la editorial Fantascy ,
Ricard Ruiz
Garzón, junto a tres de los autores, Susana Vallejo, Rodolfo Martínez y
Emilio Bueso. Otras antologías presentada s
fueron Ácronos, de cuentos steampunk editada
por Tyrannosaurus Books e Ignota por Palabra de Agua.
También vino Alejandro Aguilar de
la editorial Extinta ,
un nuevo sello que ha comenzado con libros digitales. El propio Aguilar es uno
de los autores, del título El menor de la camada . Estuve hablando con Alejandro y su esposa Lola, quienes tenían una caseta de libros, y me parecieron
unas personas muy agrada bles, con
auténtico interés por la
literatura. Me explicaron que su idea ha sido presentar los
libros electrónicos dentro de una carátula parecida a la de los dvds, con su portada , lo que da más sensación de llevarse un libro a
casa y es mejor a la hora de regalarlo o de que se pueda escribir una dedicatoria…La
editorial, que no descarta la posibilidad de hacer pequeñas tirada s en papel, está abierta a la recepción de
originales.
Los autores españoles
No voy a poder nombrar a todos
los que acudieron al Celsius porque fueron muchos, así que me referiré solo a
aquellos escritores a cuyas presentaciones de libros asistí.
José Carlos Somoza. |
Estuvo José Carlos Somoza para
hablarnos sobre su novela La cuarta señal (este escritor tiene una
amplia trayectoria; para quien no lo haya leído, yo le recomiendo empezar con la deslumbrante Clara y la penumbra, una de las mejores
ficciones prospectivas que he leído nunca). En
La cuarta señal hay
ciencia ficción, fantástico, cibernética, amor, intriga, conspiraciones,
amenazas apocalípticas… editada por
Minotauro, quizás para recuperar el prestigio que ha perdido en los últimos
años al publicar obras de calidad más que dudosa.
Emilio Bueso, un habitual
últimamente en casi todos estos eventos, presentó sus dos nuevos libros, esta noche arderá el cielo y Extraños eones, que leeré en cuanto
pueda con gran interés, empezando por Esta
noche arderá…, cuya acción se sitúa en la trans-taiga, una desolada e insensata carretera en el norte de Canadá, un
tipo de paisaje que a mí me fascina. Personalmente, su novela Cenital me parece que, aunque interesante
y bien escrita, ha sido sobrevalorada ;
para mí no alcanza la profundidad literaria y humana de obras como La carretera de Cormak McCarthy o Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, donde están algunos de los temas que trata Bueso, aunque este
se queda en la superficie de la violencia, en un mero efectismo que acerca más
la historia a una de horror zombi o caníbal aderezados con imprecaciones
sexuales para asustar a beatos.
Alfonso Zamora. |
Alfonso Zamora, creador de la saga De Madrid al zielo, protagonizada por zombis, fue otro de los autores asistentes,
así como Ricard Ruiz
Garzón, José Antonio Cotrina, Gabriella Campbell, David Lozano, Javier Ruescas,
o Pedro Riera (que además de abordar la fantasía con la novela juvenil La leyenda del bosque sin nombre, ha escrito
antes dos libros realistas que me parecen muy interesantes sobre el conflicto
en la ex-Yugoslavia, Heridas de guerra y Un alto en el campo de los mirlos).
Las escritoras
Dentro del anterior
apartado, voy a dedicar unos párrafos a
algunas escritoras que acudieron al Encuentro, ya que uno de mis principales
intereses de estudio y lectura desde hace años es la obra de las autoras
españolas sobre todo de ciencia ficción. No son muchas las que cultivan este
género, pues ellas, como bastantes autores
varones, se dedican más a la
fantasía. Es comprensible que unas y otros aborden más lo
juvenil, infantil y lo maravilloso, porque comercialmente tiene mejor salida, y
el vender más supone no solo un objetivo legítimo sino que ayuda mucho a que
las editoriales los valoren mejor a la hora de nuevas publicaciones.
Felicidad Martínez, Sofía Rhei y Lola Robles |
Vinieron al Celsius Laura
Fernández, la autora de La chica zombie,
que también ha escrito en la revista Presencia humana, antes reseñada . Y Ana Campoy, que presentó Las aventuras de Alfred & Agatha, serie de libros de aventuras
de misterio protagonizada s por Agatha
Christie y ALfred Hitchcock cuando eran jovencitos.
Felicidad Martínez nos habló de su
novela Horizonte lunar, publicada por Sportula. Se trata de una narración donde se
mezcla el space-opera y las ficciones
cercanas a los juegos de rol, a los que Martínez ha sido aficionada durante años. es una obra coral, aunque hay un
personaje que destaca, la capitana de la nave que da título a la novela, una
mujer que intenta sobrevivir en un duro y muy masculino mundo, de ahí que su
comportamiento y su lenguaje sean muy parecidos al de ellos, los tripulantes
del navío espacial. Es una historia llena de acción trepidante, y puede gustar
a la gente joven y también adulta a la que agraden precisamente esos ritmos
frenéticos y las narraciones al estilo Star
Trek. Los personajes y la ambientación recuerdan bastante, como señaló Sofía Rhei , que presentó la
obra, al mundo ficcional de la escritora estadounidense C. J. Cherryh. A mí
personalmente me gusta más la novela corta de Felicidad «La textura de las palabras»,
que ha formado parte de dos antologías, Akasa
Puspa y Terra Nova 2. Y es que se
trata de una historia durísima, escalofriante, sobre una sociedad en la que la
separación entre mujeres y varones es drástica. Ideal para debates literarios.
Acudió asimismo Susana Vallejo,
que ha participado con el cuento «Gracia» en la colección Mañana
todavía, y ha reeditado su novela Switch
in the red, que ahora puede encontrarse en formato digital en la plataforma Lektu.
Recomiendo especialmente esta novela. Ubicada en una Barcelona distópica, que nos resulta
perturbadoramente cercana, la narración sabe crear su trama, está bien escrita,
los personajes son creíbles, y vemos, en ese futuro, nuestro propio presente,
la crisis, la precariedad laboral, las precariedades también de nuestra mente,
las revueltas urbanas. De todas las novelas de ciencia ficción que he leído en
los últimos tiempos, esta es de las que más me han gustado, porque además no es
nada pretenciosa, lo que me parece
una gran virtud frente a ciertas grandilocuencias que al final se quedan en nada . Vallejo tiene mucho talento literario y sería
magnífico que siguiera escribiendo ciencia ficción.
Gabriella Campbell también estuvo
en el Celsius en compañía de José Antonio Cotrina con quien ha escrito la
novela el fin de los sueños, ciencia
ficción dirigida a un público juvenil. Campbell ha sido editora en otros
momentos, y escribe también poesía, circunstancia
esta última que curiosamente se da en otras escritoras españolas que cultivan
los géneros no realistas.
Faltaron otras creadora como Concepción Regueiro, Blanca Martínez o Carmen Moreno. Quizás el próximo año podremos contar con ellas, estaría muy bien.
Faltaron otras creadora como Concepción Regueiro, Blanca Martínez o Carmen Moreno. Quizás el próximo año podremos contar con ellas, estaría muy bien.
Me gusta conocer personalmente a estas
autoras, y tengo la suerte de haberlo logrado hasta ahora con bastantes. Eso
solo tiene el inconveniente de que luego te resulta más difícil hacer críticas
negativas.
En fin, aguardaré con expectación
el resultado de la antología-concurso para escritoras en español Alucinadas2014, promovida por Cristina Jurado y Cristina Macía .
Añado que me parece una gran idea, un proyecto que desde siempre me hubiera
gustado realizar a mí. Me alegro de que al fin se haga. Habrá polémica al
respecto) sin duda, así que echaré un poco de leña al fuego: creo que esta
antología es necesaria porque, independientemente de que por supuesto deban
existir antologías mixtas, me da la impresión de que a las autoras nos resulta
bastante difícil triunfar en los concursos de ciencia ficción existentes; a los
datos me remito. Me parece que no se debe a que escribamos peor, pues la
madurez literaria es un objetivo alcanzar por toda la ciencia ficción española,
más allá del género de sus creadores. Será por otra cosa.
Los autores extranjeros
No obstante la presencia de
muchos escritores españoles, algunos de ellos muy conocidos y que incluso en
ocasiones escriben muy bien, no cabe duda de que el plato fuerte del Celsius,
una de las claves de su éxito, es el encuentro con autores extranjeros, pesos
pesados, estrellas o superestrellas de la fantasía, la ciencia ficción o el
terror. Son ellos los que atraen largas colas de gente en busca de sus firmas y
quienes llenan la sala del auditorio.
Ian Watson, escritor británico de
ciencia ficción residente en España, con un buen número de obras a su espalda,
entre ellas la
magnífica Empotrados ,
que por tratar sobre el lenguaje me interesó especialmente, presentó su libro digital de
cuentos Marte, Stalin y enanos gigantes,
en Palabristas Press, que puede conseguirse a través de la plataforma Lektu.
Watson habló con gran ingenio y humor sobre estas historias
suyas que sin duda merece la pena leer porque nos harán pasar un buen rato.
Tim Powers. |
También estuvo invitado el autor
estadounidense Tim Powers, conocido sobre todo
por Las puertas de Anubis, una
de las novelas que iniciaron el subgénero del steampunk, y En costas extrañas. Powers habló mucho y bien, y trajo en esta
ocasión dos nuevos volúmenes, los relatos de Tiempo de sembrar piedras y la novela Ocúltame
entre las tumbas. Nos explicó cómo ambienta sus obras, situándolas en
épocas y lugares concretos de nuestro mundo, cuidando mucho los detalles
realistas para poder introducir luego los elementos sobrenaturales y que sean mejor
aceptados por los lectores; siempre tiene que hacer un importante trabajo de
documentación.
Quiero mencionar también la
magnífica labor de traducción que hizo, tanto con Powers como con los demás autores
extranjeros, Diego García ,
organizador del Celsius junto con Cristina Macía, Jorge Iván Argiz y Alejo
Cuervo, este último editor de Gigamesh.
Escuchamos asimismo con mucho
interés a la escritora estadounidense Lauren Oliver, cuya literatura se dirige a
jóvenes adultos y tiene elementos de terror. Oliver, bastante joven, curiosamente
es hija de un escritor también, especialista en ficciones de asesinos en serie.
Me resultó interesante su resumen y comentario de sus obras cuyas tramas transcurren
en institutos; nos dijo que ella considera que los grupos humanos, jóvenes o
adultos, detectan bien pronto cuál es el eslabón más débil en un colectivo, y
lo atacan sin piedad. Desde luego, la experiencia en un instituto puede tener
cosas muy buenas pero también verdaderamente terroríficas. Me quedé pues con
muchas ganas de leer a Oliver y comprobar cuánto me perturban sus novelas.
Contamos asimismo con el británico de ascendencia polaca a Adrian
Tchaikovsky, que escribe literatura juvenil, y Dmitry Glukhovsky, autor ruso de
novelas de ciencia ficción, que vino a hablar de su nueva obra Futu.re, donde imagina un porvenir en el
que los seres humanos han logrado la
inmortalidad pero esa supuesta situación
ideal no lo es tanto. Glukhovsky, cuyas novelas anteriores, Metro 2033 y Metro 2034 tuvieron
muy buena acogida por parte del público aficionado a la ciencia ficción, estuvo en el Celsius hace dos años y
tanto entonces como ahora me gustó mucho escucharle hablar porque es un hombre
inteligente y lúcido, muy crítico con la situación de su país y mundial.
Y por último disfrutamos de los
superestrellas Joe Abercrombie, el autor de la trilogía La Primera Ley, y de Los héroes, que aquí presentaba Tierras
rojas; no he leído nada de la
fantasía «realista» y muy dura de este autor pero lo he apuntado en mi lista de
prioridades, sobre todo tras leer una reseña sobre su obra en el blog El Fantascopio.
De Brandon Sanderson, el otro
invitado ilustre, no puedo decir mucho, porque quizás tuvo un menor peso frente
a los otros autores, aunque se le presentó como un magnífico escritor.
Patrick Rothfuss. |
Así que paso a Patrick Rothfuss,
el estadounidense que ha logrado la fama con las dos novelas de fantasía El nombre del viento y El temor de un hombre sabio, las cuales forman
parte de una serie que continuará. Rothfuss vino a firmar también La Princesa y el señor Fu: la cosa de debajo
de la cama, que, como él mismo dijo y consta además en la contraportada , «no es un cuento para niños», debido a sus
elementos de terror.
Con su larga barba y su pantalón
corto, se convirtió en el triunfador del Festival y como prueba el público que atrajo en el firmódromo y en el
auditorio.
En general he de decir que me
gustaron mucho casi todos los autores extranjeros. Su discurso estuvo lleno de
humor pero sin esa zafiedad que a veces se da en los españoles cuando
intentamos mostrarnos coloquiales. Los
estadounidenses son capaces de hablar de dinero con tanta ironía como
naturalidad, y también son cultos, no solo hablan del libro que presentan («mi
libro, mi libro») sino de literatura, de técnicas, de otros autores, de sus
comienzos en la escritura, de cómo se documentan. En ese sentido deprime un
poco la comparación con muchos de los autóctonos, cuyas presentaciones a veces
resultan un tanto infantiles.
Un tema que como ya he dicho
trataron estos escritores fue el necesario trabajo de documentación para
escribir sus libros, porque consideran que la fantasía actual debe ser más
cercana a la realidad, más creíble, verosímil, y la ficción debe tener
coherencia interna, mostrarse como un todo integrado. Su punto de partida es
que ya no pueden ni quieren escribir una fantasía como la de Tolkien , lo cual no
niega en absoluto el valor y la maestría de ésta, sino más realista.
La última mesa redonda, a la que
asistieron Rothfuss, Abercrombie y Sanderson, fue una verdadera apoteosis con
el público que abarrotaba la sala aplaudiendo a rabiar.
Famosos en el firmódromo
Los autores que presentan libros
los firman después en un espacio de la Carpa de actividades, conocido como el
«firmódromo». Cuando vienen superestrellas como George R. R. Martin el primer
año, o esta vez Patrick Rothfuss, Tim
Powers, Joe Abercrombie, Lauren Oliver o Brandon Sanderson, se forman largas
hileras de gente para conseguir la firma, a veces hay que pedir número desde
primera hora de la mañana, o anochece antes de que terminen de atender a todos los que han
logrado obtener número. Con lluvia o con sol, los fans no se rinden. Hacer cola
forma parte también del Festival. La gente de Avilés alucina, pero poco a poco
se va a acostumbrando, Imagino que quienes han esperado largo rato tendrán
ganas luego de tomarse una cervecita.
El próximo Festival
Cristina Macía. |
En una de las actividades del
Festival y mientras venía el autor que iba a presentar su libro, Cristina
Macía, con su ironía peculiar, estuvo charlando con el público y nos preguntó
quién nos gustaría que fueran los próximos autores extranjeros invitados al
Celsius. Cada cual dio su opinión;
yo pregunté por la posibilidad de traer a mi admirado China Miéville. Macía
dijo que la mejor manera de conseguirlo sería que otro autor que ya haya estado
en el Celsius le contara a miéville lo bien que se pasa en Avilés.
Desde aquí reitero mi
propuesta. China Miéville es uno de los
mejores escritores de fantasía de ahora y de siempre, y de una fantasía adulta,
madura, de calidad y con contenidos muy interesantes, también en lo
ideológico.
Después del Celsius
Suelo quedarme un día más después
de acabado el Festival, para descansar y prolongar mis vacaciones. Aunque
siempre merece la pena dar un paseo por Avilés, se nota como un vacío, un poco
de tristeza y mucho de nostalgia, igual que al terminar un buen libro que te ha
atrapado por completo. En fin, habrá que pensar que ya queda menos para el
Celsius 2015.
Reflexiones, comentarios y frases lúcidas, divertidas o curiosas de los
escritores que han participado en el Celsius
Esta es una selección de frases,
reflexiones y comentarios que escuché en el Celsius y me gustaron. No son citas
literales, pero he intentado respetar al máximo el sentido de lo que se dijo.
Patrick Rothfuss dijo que la literatura no es química sino
alquimia.
Lauren Oliver afirmó que lo
importante para ella era llevar una vida fiel a sí misma. Y que si la vida fuese
una carrera de caballos, su objetivo no sería nunca llegar la primera.
Patrick Rothfuss piensa que si
quieres convertirte en escritor no puedes pretender vivir con todo tipo de
comodidades porque para conseguirlas necesitarás un trabajo que te llevará muchas horas y no te dejará tiempo para
escribir.
Lauren Oliver comentó que la
forma en que se redactaban antes las ficciones con una máquina de escribir y el
modo en que se hace ahora son muy diferentes. Cuando se transcribía con
máquina, era muy trabajoso hacer correcciones o cambiar algo, porque había que
repetir páginas enteras, con lo cual quien escribía se lo pensaba muy bien. Sin
embargo ahora, con el ordenador, se redacta de manera muy distinta, ya que se
puede corregir, cambiar, añadir, eliminar, intercalar… La construcción de un
texto suele ser así más caótica.
David Lozano dijo que la ilusión
de publicar puede ser mala consejera, que lo importante es aprender a escribir
bien.
Alguien cuyo nombre no recuerdo
afirmó que hay Diógenes literarios, que se bajan muchos libros de Internet en
versiones piratas y los acumulan pero luego no los leen.
Patrick Rothfuss explicó que en
sus primeras ficciones apenas había personajes femeninos o eran muy
estereotipados, como ocurre en el caso de Tolkien. Pero las feministas le
habían enseñado a incluir mujeres, más activas y complejas, y ahora considera
que la igualdad entre estas y los varones se producirá solo cuando en las
ficciones aparezcan mujeres tan horribles como pueden serlo ellos.
Tim Powers contó que a veces le
han preguntado qué le parece lo que el cine ha hecho con alguno de sus libros
(la serie de películas Piratas del Caribe
se basa en parte en su novela En costas
extrañas. En esos casos Powers toma el libro de la estantería, lo muestra y
responde: «No han hecho nada con mi
libro, ¿no ves? Está igual, no le ha pasado nada ».
Se siente muy contento de que Hollywood compre los derechos de sus novelas para
hacer películas. Y no le importaría que filmaran con ellas versiones musicales
protagonizada s por hámters
bailarines.
Patrick Rothfuss nos aconsejó: «¡haced
copias de seguridad!».
A lo largo de todo el Festival y
por diversos participantes se repitió la idea de que es muy difícil ganarte la
vida escribiendo, eso lo logran muy pocos, hay que escribir por pasión.
Patrick Rothfuss dijo que era
mejor no intentar saber de antemano qué va a pasar al final de una novela o en
el próximo volumen de una saga: porque leer por primera vez una historia es
como el primer beso, puede que después haya otros mejores, pero como el primer
beso no habrá ninguno.
5 de julio de 2014
27 de junio de 2014
"PUNTO DE VISTA", COLECCIÓN DE RELATOS DE STANLEY G. WEINBAUM
Os doy el enlace a la página donde podéis descargar el libro de relatos de ciencia ficción titulado Punto de vista, del autor estadounidense,
Stanley G. Weinbaum, uno de los "pioneros" de esta literatura en el S.XX, y cuya obra a la vez está ya a las puertas de la Edad Dorada del género; Weinbaum murió muy joven pero dejó algunos relatos inolvidables, muy entretenidos, con mucho sentido del humor. Es una buena lectura para verano. Yo he
escrito el prólogo del libro, que podéis leer también en esta entrada.
Aquí va el enlace donde
es posible descargarlo gratis, y si os gusta, pagarlo, el precio es 2,68€. Está
editado por Alpha Eridiani.
Stanley Grauman Weinbaum nació
a comienzos del siglo XX, en 1902, en Kentucky, Estados Unidos, aunque se crió
y vivió en Milwaukee, una de las ciudades más importantes del estado de
Wisconsin, en la región de los Grandes Lagos, que separan USA de Canadá.
A su temprana muerte, en diciembre de
1935, Weinbaum había
publicado una docena de relatos de ciencia-ficción.
El primero fue Una odisea marciana, aparecido en julio de 1934 en la revista Wonder
Stories , con un éxito inmediato.
El resto de cuentos del escritor, tanto
los que publicó en vida como otros póstumos, se editaron en la misma revista
y también en Astounding,
Fantasy Magazine,
Amazing y
alguna más.
Yo no había leído nada
de este autor, y verdaderamente me he quedado fascinada .
Creo que sin duda Weinbaum tenía
un talento nato para narrar. Pero igual que hizo Borges en su prólogo a las
Crónicas marcianas de
Bradbury,
me he preguntado: ¿cómo han podido gustarme
tanto los relatos de este hombre de Wisconsin, de la América profunda, que
escribió hace casi un siglo? Sólo puedo responder que la buena literatura es
universal, es atemporal, no tiene patria ni bandera, ni siquiera está limitada por el género literario que elige.
Los cuentos de Weinbaum son pura
ciencia-ficción, aunque no cienciaficción
dura: pero, atención, su autor era
ingeniero químico, y en sus historias
crea todo un ecosistema para Marte, o
inventa aparatos, instrumentos y
conceptos con una imaginación asombrosa,
además de demostrar una
creatividad lingüística admirable. Y lo
hace con la verosimilitud que exige el
género.
Por verosimilitud no ha de entenderse
tanto que nos creamos sus
invenciones ahora, en 2011, sino que
aceptemos su mundo de ficción como una
estructura coherente, sin duda porque el
propio autor se la creía al escribirla.
Leer a Weinbaum
ha sido una experiencia semejante a
cuando en mi niñez
me embebía en los libros de aventuras, o
como ver una de esas películas que te
dejan pegada
al asiento sin poder parpadear. Sus relatos tienen también algo de
cómic. Y aunque la imaginación se
desborda, nada parece un disparate,
poco
sobra y poco falta.
He comentado antes que Weinbaum escribió
ciencia-ficción pura. De hecho,
fue en el tiempo que Miquel Barceló llama «la
época maravillosa de las revistas
norteamericanas», las revistas pulp que se
editaban en un tipo de papel muy
barato: Astounding, Amazing, Wonder Stories. Y
publicó muy pocos años antes
de lo que se denomina «la edad de oro»
del género. Lo cierto es que Asimov incluyó a Weinbaum en una de sus
selecciones bajo ese título. Así pues, se le
puede considerar perfectamente un
escritor de la época dorada .
Eran los comienzos de la ciencia-ficción
y Weinbaum uno
de sus pioneros,
del mismo modo que los protagonistas de Una odisea marciana son
los primeros
hombres en pisar Marte.
Fue, a un tiempo, una edad de la
inocencia: los cuentos que podrán leer
ustedes en esta edición son cuentos
jóvenes –pero, atención de nuevo, esto no
quiere decir para nada
que no sean también maduros–, llenos de humor y a la
vez serios; parodias de la propia ciencia-ficción
aunque hechas con finura,
elegancia, no caricaturas burdas. Los
textos de Weinbaum tienen
todos los
elementos de la ciencia-ficción del
esplendor y la plenitud, y conservan sin
embargo el sabor de lo prístino.
Y es que, evidentemente, hoy sabemos que
el Marte que el escritor inventó
no existe ni ha existido. Pero entonces,
en los años 30 del siglo XX, sí se podía
creer.
Además, Weinbaum
publica en el tiempo inmediatamente
posterior a la
Depresión del 29, uno de los primeros
golpes que hizo tambalear el mundo. Pero
él no conoció los horrores de la II Guerra Mundial ,
no supo de las bombas
atómicas que su país lanzó contra
ciudades japonesas, ni del Holocausto –
Weinbaum es
un apellido judío-alemán, y Wikipedia habla del autor como
escritor judío–. Falleció en la juventud
de un siglo terrible y en la suya propia,
sin saber todo esto, y de ahí viene parte
de su encanto, creo yo. De haber vivido
más años, opinó Asimov, hubiera podido
convertirse en el mejor escritor de
ciencia-ficción de todos los tiempos, o
tal vez se hubiese dedicado a otros
asuntos. Lo cierto es que difícilmente
habría podido seguir escribiendo como lo
hizo.
Fíjense asimismo: la edad de la inocencia es
el título de una novela
publicada
en 1920 por la escritora estadounidense Edith
Wharton –autora por
cierto de unos muy interesantes Relatos de fantasmas–.
Pero poco tiene que ver
el autor de Una odisea marciana con
la literatura glamourosa de
Wharton.
Nunca será tan famoso y reconocido como
ella, o como su también compatriota
Henry James, que ha pasado a la
posteridad por una obra fantástica más que
leída e interpretada ,
Otra vuelta de tuerca.
No, probablemente Weinbaum nunca
será recordado fuera de los límites del
género de ciencia-ficción. Una lástima.
Quienes siguen atados a sus prejuicios
contra las literaturas fantásticas no
saben lo que se pierden, no saben del
placer de transgredir la obligación de leer
sólo esa narrativa que los cánones y la
crítica oficiales dicen
que es la buena y
la culta; desconocen el gusto de salirse
a los márgenes, rebuscar en librerías de
viejo en busca de antologías, revistas y
fanzines polvorientos y de papel
amarillo, o hundirse en Internet para
encontrar la versión electrónica del texto ilocalizable ya en papel.
Yo creo que la polémica literatura realista
versus géneros
fantásticos carece
de sentido. Ya lo dijo Borges, en el
prólogo a Bradbury que
he citado antes:
Toda literatura es simbólica;
hay unas pocas experiencias fundamentales y es
indiferente que un escritor,
para transmitirlas, recurra a lo «fantástico» o a lo «real»,
a Macbeth o a Raskolnikov, a la
invasión de Bélgica en agosto de 1914 o a una
invasión de Marte.
De este modo, si entendemos estos relatos
como una mezcla de aventuras
espaciales, parodia y humor sobre la
propia ciencia-ficción, más auténticas
especulaciones sobre otros mundos, y
sobre ciencia y tecnología, todo ello con
su carga simbólica, los entenderemos
mucho mejor. Abrir la mente a las
historias de Weinbaum puede suponer
un esfuerzo para las personas menos
aficionada s
al género, pero tendrá su recompensa: quién lo lea conocerá algo
que ampliará los límites de su
pensamiento y le maravillará. No cabe duda de
que Weinbaum
intenta divertir y entretener –¿por qué
no?–, pero también nos
hace reflexionar.
Vamos ahora a estos 6 cuentos reeditados
por Alfa Eridiani.
Una odisea marciana,
y su continuación El valle de los sueños son,
muy
claramente, odiseas. Los protagonistas de
ambas –tripulantes de la
nave Ares , y
los primeros hombres en pisar el planeta
rojo– se nos presentan como
auténticos Ulises que recorren, en un
viaje lleno de peligros, descubrimientos y
sorpresas, un territorio inexplorado, un
paisaje fabuloso, lleno de seres
extraños. Por favor, presten atención al
césped que camina, a las inmortales
criaturas de silicio que construyen
pirámides –una idea muy innovadora, la de
sustituir, como forma de vida, el carbono
por el silicio–, a las gentes de las
ciudades de barro, a las bestias–sueño
–tan peligrosas como las sirenas
homéricas–; y por supuesto a Tweel, una
especie de avestruz que se hace amiga
de Jarvis. Como bien señaló Asimov, uno de los
grandes logros del escritor de
Milwaukee fue haber sido capaz de
inventar alienígenas con su forma de vivir y
su lógica propia, que piensan y actúan de
un modo muy distinto al humano, y
por ello nos resultan incomprensibles. Y Weinbaum no sólo
consigue hacer
creíbles esas criaturas, sino nos
presenta extraterrestres como Tweel, con
quienes, pese a no entendernos, podemos
entablar amistad.
En los otros relatos de este libro, Los mundos si, El ideal y Punto de vista
encontramos a Dixon Wells, hijo de un
magnate, enamoradizo y que gusta de la
compañía de coristas y bailarinas. El
chico tiene un problema: siempre llega
tarde a todo, ya se darán cuenta de que
no es un problema menor. Dixon fue
alumno y sigue en contacto con el
profesor de Física Haskel Van Manderpootz.
El profesor es un auténtico genio, capaz
de inventar las máquinas más
asombrosas, pero está ¿un poco? chiflado,
y es muy ególatra, arrogante e irascible.
Ambos protagonistas son antihéroes, en
ambos el autor parodia el tipo de
personajes que representan: el chico
protagonista y el científico inventor. Y sin
embargo resultan simpáticos y muy
humanos. Sentimos cierta compasión por
Dixon, gordito y que nunca encuentra a la
chica de sus sueños, y una mezcla de
admiración y risa por Van Manderpootz
–vaya nombrecito, sólo comparable al
de las máquinas que inventa y desmonta
después para desesperación de Dixon.
Pero detrás del humor pueden encontrarse
contenidos muy interesantes y
serios.
En El
ideal se nos presenta un artefacto, el idealizador, capaz de
convertir
en imágenes aquello que, para cada uno de nosotros, es lo mejor, lo más
perfecto. También aparece el tema del
autómata al cual su creador quiere
insuflar vida. y además, Van Manderpootz
ha descubierto la existencia del
espación,
el cronón,
el cosmón y
el psicón,
no se lo pierdan ustedes no vaya a ser
que en este siglo XXI se descubre que
existen realmente. De hecho, Weinbaum
anticipó la ingeniería genética en un
cuento suyo no incluido en esta selección,
La isla de Proteo,
y el cambio climático, en Mares
cambiantes.
En Los
mundos si se especula sobre el viaje en el tiempo,
ese tema tan grato
a la ciencia-ficción y al deseo humano.
Van Manderpootz plantea que no es
posible realmente viajar al futuro –los
mundos que serán–, ni al pasado –los
mundos que fueron–, pero sí –gracias al subjuntivisor– «de
costado» en el tiempo,
a los mundos condicionales, aquellos que
hubieran podido ser «si» en lugar de
haber hecho una elección determinada , hubiéramos realizado otra. De ser
ustedes aficionados a la ciencia-ficción
sabrán que sobre este tema de los
universos paralelos se ha escrito mucho:
pues bien, y aun en clave de humor, el
relato de Weinbaum es de lo
mejorcito.
Un cuento que me ha sorprendido
especialmente es Punto de vista.
Partamos de una premisa: el autor era un
joven americano educado en los
valores de su época: cree en el
patriotismo, en la defensa nacional a través de la
guerra –lo dice en sus historias
marcianas–, incluso esconde algún tinte racista,
por ejemplo cuando explica que la lengua
de los «negritos» es más primitiva que
otras. Su ideal femenino son las mujeres
hermosas –vulgo tías buenas–.
Y sin
embargo, este hombre de su tiempo es
capaz de una enorme delicadeza: en
Punto de vista nos
hace comprender que el amor puede transformar a una
mujer fea en una belleza, a los ojos de
su amante. Realmente, la máquina que
usa el protagonista, Dixon Wells, el actitudinizador, que
nos permitiría ponernos
en el punto de vista de otras personas,
sería muy necesario hoy. Otra idea
bastante curiosa y sorprendente es que Weinbaum nos plantee
que la anarquía
es el sistema de gobierno ideal, aunque
difícilmente alcanzable.
Por cierto que Weinbaum sitúa estos
tres relatos protagonizados por Dixon Wells
y Van Manderpootz en nuestro futuro inmediato, los años 2014-2015.
Esta edición incluye también el cuento Los lentes de Pigmalión,
historia
posiblemente muy influida por las novelas
románticas que el autor escribió
antes de dedicarse a la ciencia-ficción
–lo hizo bajo seudónimo femenino–, y por
las utopías.
En 1970 Una
odisea marciana, fue elegido como el 2º mejor relato de
ciencia-ficción de todos los tiempos, por
los escritores de Estados Unidos.
Desde 1973 un cráter marciano lleva el
nombre de Stanley Grauman
Weinbaum.
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