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Podéis leer buenas narraciones en la Biblioteca de Relatos.

28 de octubre de 2008

Sobre Pilar Pedraza

Pilar Pedraza (Toledo, 1951) es doctora en Historia y profesora de Historia del Cine en la Universidad de Valencia. Además de obras sobre arte y cine, y traducciones del italiano antiguo, ha publicado una trilogía de ensayos sobre la imagen de lo femenino en el arte, la literatura y el cine: La bella, enigma y pesadilla: (esfinge, medusa, pantera) (1991); Máquinas de amar: secretos del cuerpo artificial (1998); y Espectra: descenso a las criptas de la literatura y el cine (2004). Aunque me centraré en su obra narrativa, sin duda estos ensayos son muy útiles no sólo por el tema que tratan, sino porque su lectura aclara muchas de las claves de los textos de ficción de la autora.

Desde la publicación en 1984 de su primera novela, Las joyas de la serpiente, y del libro de relatos Necrópolis (1985), hasta la última novela, La perra de Alejandría (2003), Pedraza ha construido una obra de ficción no demasiado extensa (siete novelas y dos libros de cuentos) pero sí lo suficientemente sólida y madura como para convertir a su autora en una muy buena representante, en España, de ese género que podríamos llamar gótico, negro o expresionista. Y esto no sólo porque sea la única.

(Un paréntesis que creo necesario: exceptuando honrosísimos antecedentes como el de Bécquer en sus Leyendas, yo no conozco ningún autor español que haya escrito narrativa gótica de una manera continuada. Digo esto porque no me atreveré a afirmar rotundamente que no existan. A grandes trazos, el panorama actual de la literatura fantástica en España (ciencia ficción, fantasía, terror y fantástico clásico) en cuanto a modos de publicación y autores, es el siguiente:

a) grandes editoriales que suelen apostar casi siempre por lo seguro en ventas, en este caso autores extranjeros, y excepcionalmente por los españoles, si son conocidos de antemano.

b.1) editoriales medianas, con prestigio y años de existencia, como ejemplo Valdemar, aunque sin las posibilidades de propaganda de las macroeditoriales. Editan autores españoles y extranjeros.

b.2) editoriales pequeñas e independientes que sí editan a españoles incluso noveles, pero cuyas tiradas y capacidad de distribución y promoción son muy limitadas.

c) Y un nuevo ámbito donde se encuentran las autoediciones y ahora también y sobre todo Internet: un espacio entre el va por libre y el publica como puedas, para quienes no pueden o no quieren acceder a las editoriales tradicionales, convertidas más en intermediarios, filtros, que en vehículos de transmisión cultural.

Dada la masificación actual de la escritura y de novedades en las librerías (en contraste sorprendente con las dificultades de acceso al entramado editorial), es posible que haya más autores de narrativa gótica o cercanos al género, aparte de Pedraza, y yo no los conozca.

Por último me temo que es inevitable seguir diciendo que los géneros fantásticos son aún en España sorprendentemente marginales en su difusión, lo que puede explicar que autores como Pedraza no sean más reconocidos. Subsiste la recia -y ya un tanto rancia- tradición realista: el peso de Cervantes, y de una extraña norma según la cual quien se sale de los márgenes de ese realismo no hace literatura auténticamente seria.)

Las contraportadas y solapas de los libros de la escritora española dicen que "ha consolidado una obra singular y extraordinaria al margen de las corrientes imperantes en nuestras letras", y que es una "escritora de culto". ¿Cómo llega alguien a convertirse en un autor de culto, y qué significa serlo? La expresión parece remitir a una admiración minoritaria y de algún modo privilegiada por parte de un grupo de lectores fieles; a cierta rareza -entendida como excepcionalidad, lo diferente o extraño- y a una buena calidad literaria. Todas estas características se dan en la obra de Pilar Pedraza. En un entorno donde la literatura se ha convertido en una industria regida por las leyes del mercado y por la necesidad del éxito rápido (quizás porque el libro es un objeto cada vez más perecedero), sorprende que una autora sea capaz de crear, y mantener, una escritura y un mundo ficticio fieles a sí mismos, y menos preocupados por la difusión masiva que por esa coherencia e integridad. Puesto que el enfoque de un artículo sobre un autor depende del punto de vista, los intereses e ideología de quien lo hace, he de decir que elegí la narrativa de Pedraza por pertenecer a un género, el fantástico, al que soy aficionada, pero sobre todo porque admiro su forma de concebir la escritura: creo que ella escribe lo que le gusta, lo que quiere escribir, y se atiene sólo a sus propias exigencias y muy posiblemente obsesiones.

Todo esto no quiere decir que no haya publicado en editoriales importantes (lo ha hecho en Tusquets, Lumen y Valdemar); y lo seguro es que tiene admiradores tan incondicionales como entusiastas. Además su forma de narrar es dinámica, entretenida, nada espesa ni pesada, con un estilo sin embargo culto, preciosista, que con frecuencia mezcla a un lenguaje coloquial como contrapunto. En su obra no aparece el terror al que nos tiene acostumbrados el cine, sobre todo el actual para jóvenes. El gótico de Pedraza no causa miedo, sólo provoca inquietud, tal vez en ocasiones repulsión y asco; conmociona el espíritu, no lo bloquea igual que el pánico. La necrofilia, la escatología, la crueldad, la delgada línea entre el bien y el mal, son temas fundamentales en una obra indudablemente dura, pero muy lejos de la violencia ¿hasta qué punto se puede decir que gratuita? del gore. Eso por no hablar de la realidad, que supera con amplitud y demasiadas veces los pasajes más macabros de la autora.

No hay delectación morbosa en la sangre, la violencia o el asesinato, y pese a la afición de Pedraza por la casquería, no aparece una cosificación de la carne y el cuerpo que los denigre (a este respecto puede leerse el relato "La chica de la moto", de Arcano trece (2000), donde la autora reflexiona específicamente sobre la utilización del tema de la muerte en el arte y los medios de comunicación).

Por otro lado, la presencia en su obra del humor (por supuesto, negro) y la ironía, alivia el rigor de lo macabro. Humor e ironía son esenciales en Pedraza, y conllevan cierto distanciamiento de la voz que narra respecto de hechos, temas y personajes, aunque se percibe la humanidad de éstos como algo valioso; la muerte no excluye para nada a la vida, que bulle, podríamos decir con una expresión gótica, igual que los gusanos en las tumbas. Desde luego la escritora se complace en escenas y criaturas nada convencionales ni comunes; ella misma afirma en una entrevista que le interesa "la monstruosidad, la trasgresión, la paradoja, la ambigüedad y el sadismo". En su fascinación por lo macabro, lo malvado y cruel, lo friki, por los seres oscuros, hay bastante, creo, de juego literario, pero también una auténtica y deliberada trasgresión de muchos valores convencionales sobre vida y muerte, bien y mal, masculino y femenino, sexualidad, e incluso sobre la propia literatura. Destaca igualmente una fuerte presencia de lo sensorial: el erotismo y el gusto por objetos hermosos como joyas y piedras preciosas, o la belleza física humana; perfumes, hedores o el cromatismo del lenguaje en las descripciones.

Sólo mencionaré, por último, antes de pasar a un breve análisis de sus obras, un elemento muy importante en la autora, y es una notable intertextualidad de motivos, temas y personajes. Pilar Pedraza ha construido de hecho un cosmos ficcional propio, en ocasiones con componentes algo crípticos, sobre todo en las dos primeras novelas (la autora no explica para nada determinadas imágenes, escenas y personajes, con lo cual el lector o es un iniciado o debe buscarse la vida para entender mejor o peor partes del texto). A partir de La pequeña pasión, creo que las obras de la escritora gótica se depuran bastante de lo críptico (conservando un universo de motivos literarios y fantásticos muy trabajados pero más accesibles). En este sentido su obra evoluciona hacia una mayor simplicidad que la beneficia.

Lola Robles, 2006.

(Esta breve introducción a la obra de Pilar Pedraza, junto a todas las entradas de este blog referidas a sus novelas, han sido publicadas con el título: “Rubíes y reptiles: la narrativa gótica de Pilar Pedraza”, en revista Arbor, vol. CLXXXII, nº 720 (julio-agosto 2006): Escritoras españolas del siglo XX (2) /edición de Carmen Simón Palmer. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas)

En 2008 ha aparecido una nueva novela de la autora, El síndrome de Ambras, editada por Valdemar.