LUIS MIRANDA PODADERA, UN LINGÜISTA ADELANTADO A SU TIEMPO
He encontrado un interesante ejemplo de que el nombrar en femenino las profesiones, cargos, actividades, etc., tiene perfecta cabida dentro de la gramática de la lengua española.
He aquí lo que dice el lingüista Luis Miranda Podadera (1888-1969, autor mucho más moderno y abierto que bastantes de los lingüistas y académicos actuales), en su libro Cuestiones gramaticales:
“En cuanto a vocablos incorrectos, queremos recordar otro reiterado error que oímos a diario en labios de personas que presumen de cultas. Es el de la jefe, debemos decir la jefa, que según define el Diccionario de la Real Academia, es la superiora o cabeza de un cuerpo u oficio.
(Puesto que corren tiempos de tolerancias lingüísticas, ¿qué inconveniente puede existir en autorizar la terminación a para el femenino de cuantas profesiones de mujer sean actualmente ejercidas con legalidad?”
"Por la misma razón que también debemos decir:
(selecciono de una extensísima lista:
la abogada -- la académica -- la alcaldesa -- la almiranta -- la aprendiza -- la archivera -- la arqueóloga -- la arquitecta -- la arrendadora -- la asistenta -- la astróloga -- la autora -- la ayudanta -- la bachillera -- la bandolera -- la bibliotecaria -- la biógrafa -- la boticaria -- la brigadiera -- la bruja -- la cacica -- la camisera -- la candidata -- la cantinera -- la capataza -- la capitana -- la catedrática -- la celadora -- la cigarrera -- la cocinera -- la colegiala -- la comadrona -- la comedianta -- la comisaria -- la concejala --la coronela -- la corregidora -- la cosmonauta -- la dentista -- la diabla o diablesa -- la doctora -- la edila -- la editora -- la enfermera -- la feligresa -- la filóloga -- la física -- la francmasona -- la generala -- la giganta -- la ginecóloga -- la gobernadora -- la guardesa -- la huéspeda -- la ingeniera -- la institutriz -- la intendenta -- la jornalera -- la juglaresa -- la labradora -- la letrada -- la licenciada -- la maestra -- la mariscala -- la matemática -- la mayordoma -- la médica -- la militara -- la ministra -- la misionera -- la música -- la odontóloga -- la oficiala -- la panadera -- la pantalonera -- la papisa -- la parienta (la esposa) -- la penitenta -- la pitonisa -- la planchadora
-- la poetisa -- la practicanta -- la prelada -- la presidenta -- la procuradora -- la química -- la rea -- la regenta -- la regidora -- la sacerdotisa -- la sacristana -- la sargenta -- la sirvienta -- la socorrista -- la sultana -- la tenienta -- la violetera -- la zarina
He encontrado un interesante ejemplo de que el nombrar en femenino las profesiones, cargos, actividades, etc., tiene perfecta cabida dentro de la gramática de la lengua española.
He aquí lo que dice el lingüista Luis Miranda Podadera (1888-1969, autor mucho más moderno y abierto que bastantes de los lingüistas y académicos actuales), en su libro Cuestiones gramaticales:
“En cuanto a vocablos incorrectos, queremos recordar otro reiterado error que oímos a diario en labios de personas que presumen de cultas. Es el de la jefe, debemos decir la jefa, que según define el Diccionario de la Real Academia, es la superiora o cabeza de un cuerpo u oficio.
(Puesto que corren tiempos de tolerancias lingüísticas, ¿qué inconveniente puede existir en autorizar la terminación a para el femenino de cuantas profesiones de mujer sean actualmente ejercidas con legalidad?”
"Por la misma razón que también debemos decir:
(selecciono de una extensísima lista:
la abogada -- la académica -- la alcaldesa -- la almiranta -- la aprendiza -- la archivera -- la arqueóloga -- la arquitecta -- la arrendadora -- la asistenta -- la astróloga -- la autora -- la ayudanta -- la bachillera -- la bandolera -- la bibliotecaria -- la biógrafa -- la boticaria -- la brigadiera -- la bruja -- la cacica -- la camisera -- la candidata -- la cantinera -- la capataza -- la capitana -- la catedrática -- la celadora -- la cigarrera -- la cocinera -- la colegiala -- la comadrona -- la comedianta -- la comisaria -- la concejala --la coronela -- la corregidora -- la cosmonauta -- la dentista -- la diabla o diablesa -- la doctora -- la edila -- la editora -- la enfermera -- la feligresa -- la filóloga -- la física -- la francmasona -- la generala -- la giganta -- la ginecóloga -- la gobernadora -- la guardesa -- la huéspeda -- la ingeniera -- la institutriz -- la intendenta -- la jornalera -- la juglaresa -- la labradora -- la letrada -- la licenciada -- la maestra -- la mariscala -- la matemática -- la mayordoma -- la médica -- la militara -- la ministra -- la misionera -- la música -- la odontóloga -- la oficiala -- la panadera -- la pantalonera -- la papisa -- la parienta (la esposa) -- la penitenta -- la pitonisa -- la planchadora
-- la poetisa -- la practicanta -- la prelada -- la presidenta -- la procuradora -- la química -- la rea -- la regenta -- la regidora -- la sacerdotisa -- la sacristana -- la sargenta -- la sirvienta -- la socorrista -- la sultana -- la tenienta -- la violetera -- la zarina