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12 de enero de 2022

TEORÍA DE LA LITERATURA Y CRÍTICA LITERARIA FEMINISTAS: UNA INTRODUCCIÓN

 

Teoría de la literatura y crítica literaria feministas:

una introducción

por Lola Robles

(Este artículo es de acceso libre, pero, por favor, si lo utilizas para un trabajo, cita a la autora, el título y la procedencia, gracias).

 

En enero-febrero de 2022 y en coordinación con la Academia de La Central, las autoras Cristina Jurado, Maielis González y yo misma desarrollamos un curso de cuatro sesiones titulado Hijas del futuro: literatura de ciencia ficción, fantástica y de lo maravilloso desde la mirada feminista. El título del curso era el mismo que el de una antología de ensayos publicada por la editorial bilbaína consonni, en 2021. Fue a raíz de preparar la primera sesión de este curso cuando decidí escribir este artículo sobre teoría y crítica literaria feministas. Mi agradecimiento a consonni y a la Academia La Central.

Este artículo presenta un esquema introductorio a la teoría y crítica literaria feministas. Su finalidad es proporcionar una herramienta básica para analizar textos y conocer los campos a los que se puede aplicar ese análisis. Sería necesario, después, completar este esquema con obras de estudio más amplias.

No obstante y lamentablemente, hay que continuar señalando la vigencia de las palabras de María Jesús Fariña Busto y Beatriz Suárez Briones en su artículo “La crítica literaria feminista, una apuesta por la modernidad”, publicado en 1994: “[…] hay que constatar que en España la teoría literaria feminista apenas se ha desarrollado y que los estudios que desde tal orientación se llevan a cabo son todavía muy escasos. Al lado de la ingente bibliografía que podemos encontrar en inglés, la aportación española –originales y traducciones- resulta casi anecdótica”. Por ello, una antología de artículos como Hijas del futuro: literatura de ciencia ficción, fantástica y de lo maravilloso desde la mirada feminista (consonni, 2021) es una de las pocas obras de crítica literaria feminista actual en España, con independencia de que centre esa crítica en los géneros no realistas/no miméticos.

No pretendo decir, con lo anterior, que no se haya practicado ni se practique en nuestro país este tipo de crítica literaria: por supuesto que se hace, pero también resulta imprescindible una reflexión y actualización de los presupuestos teóricos de esa perspectiva, para darlos a conocer y para adecuarlos a la realidad literaria de nuestros días, muy diferente en bastantes aspectos de la que se encontraron las críticas feministas en las últimas décadas del siglo pasado. Se trata de presentar los criterios básicos de la teoría y crítica feministas sobre literatura y otros tipos de producción artística y cultural, para que no se confundan con el pensamiento teórico feminista general, con la aplicación de la propia crítica sobre textos concretos o con la poética que puedan expresar las autoras sobre su propia obra o sobre la creación de las mujeres.

Previamente a hablar de teoría y crítica literaria feminista, es necesario recordar algunos conceptos y definiciones sobre teoría y crítica literarias en general (Quiero agradecer a la profesora universitaria e investigadora Teresa López-Pellisa que me haya facilitado estas definiciones generales).

La teoría de la literatura es una disciplina que tiene como finalidad establecer los principios y categorías que permiten analizar y comprender la literatura. Sus objetivos son de carácter general. Estudia y define, por ejemplo, qué es literatura y ficción, los géneros literarios, la autoría, la voz narrativa, el tiempo narrativo, estructura, argumento y trama, el lenguaje y estilo, la recepción de las obras, etc.

El estudio de las obras concretas corresponde a la crítica literaria. No obstante, la teoría literaria no se desvincula del estudio de obras particulares, sino que, a partir de ellas, establece principios generales. La teoría no interpreta ni valora las obras. Tampoco propone normas para la creación literaria (no dice cómo hay que escribir). No proscribe ni prescribe, solo describe.

Hay múltiples y a veces opuestas corrientes y escuelas dentro de la teoría de la literatura y la crítica literaria, esto ya desde la Grecia clásica, donde se escribieron reflexiones que perdurarían durante siglos. Aunque se planteen como excluyentes, pueden sernos útiles determinadas propuestas de cada escuela. Un texto se puede analizar e interpretar solo desde una de ellas o tomando planteamientos de varias, si con ello ampliamos, profundizamos y mejoramos los resultados.

La crítica literaria se centra en el análisis, la interpretación y la valoración de las obras literarias concretas. La crítica, la teoría y la historia literaria son tres métodos que se implican y pueden interseccionar. La crítica literaria debe tener en cuenta los presupuestos formulados por la teoría de la literatura. La teoría, cuyos objetivos son mucho más abstractos, debe apoyarse en los análisis de la crítica y de la historia sobre obras particulares.

Asimismo, puede definirse la crítica como un ejercicio de mediación entre el texto y las/os lectores, revelando aspectos formales y temáticos para ayudar a comprender mejor cómo está elaborado y funciona el texto, y sus posibles sentidos.

Hay dos tipos principales de crítica literaria:

-La crítica académica: su objetivo es analizar elementos y mecanismos específicos de los textos concretos. Tiene un público lector más especializado. Emplea un lenguaje y un método más rigurosos.

-La crítica de actualidad: por ejemplo, reseñas en medios de comunicación o Internet.

La crítica literaria lleva a cabo estas acciones:

-Lectura. Puede ser necesaria más de una. La relectura permite conocer y profundizar mejor en el texto.

-Descripción de los elementos que componen la obra y sus relaciones. Mostrar las técnicas utilizadas en su construcción.

-Interpretación: comprender y transmitir el contenido de un texto.

-Valoración: juzgar la obra en cuanto a su tema, argumento y trama, originalidad, estilo, personajes, calidad, desde la estética, ideología y otras perspectivas. Explicitar lo que nos mueve a opinar favorablemente o en contra del texto.

 Teoría y crítica literaria feministas

Las autoras y autores, y el público lector, viven, crean sus obras y leen en un tiempo histórico determinado, en un continente, país y ciudad, sociedad y cultura concretas. Autoras y autores usan un idioma (o más de uno), nativo o aprendido, para escribir sus textos, y cada lector/a los leerá en esa misma lengua o en otra mediante una traducción. Quienes crean y quienes completan lo creado con su lectura (incluidas las personas que hacen crítica literaria) tienen una ideología, una etnia y un sexo/género.

La teoría y la crítica literaria feministas estudian la creación, producción, difusión y recepción de las obras literarias para analizar, tanto en ellas como en todos esos procesos, el reflejo del sistema patriarcal y las alternativas al mismo.

La perspectiva feminista se aplica a los siguientes campos y se desarrolla mediante los siguientes procedimientos y trabajos:

--Análisis de textos literarios:

Textos escritos por mujeres, varones o por personas con otras identidades de sexo/género. Es decir, no se estudian solo las obras creadas por autoras, sino cualquier obra, con los siguientes objetivos:

Estudio de las mujeres como personajes en el imaginario ficcional. Análisis de cómo aparecen reflejadas la feminidad y masculinidad, los varones, la sexualidad, la orientación sexual (lesbianismo, bisexualidad y heterosexualidad) o la identidad de sexo/género. Contexto en el que se sitúan los personajes: época histórica, ubicación geográfica, sociedad, cultura, etnia, clase social. Estudio de otros elementos como familia, maternidad, embarazo, matrimonio, soltería, adulterio o religión. Vivienda (casas, otro tipo de hábitat), recintos y espacios/escenarios concretos donde se desarrolla la acción, oficio, profesión, trabajo doméstico o trabajo fuera del hogar.

Influencia de la sociedad y cultura en las obras literarias: en concreto, influencia del machismo y del sistema patriarcal. Los textos como documentos históricos que muestran las formas de vida y pensamiento de las mujeres de cualquier época. También se estudia la influencia de las propias obras en la sociedad y cultura, en la formación de los roles y estereotipos de género, de la feminidad y masculinidad, y en las conductas de mujeres, varones y otras personas con distinta identidad de sexo/género. En este último caso, un ejemplo paradigmático sería la plasmación del amor romántico en las obras, creando un estereotipo que condiciona a muchas mujeres.

--Recuperación y visibilización de autoras del pasado.

Búsqueda de datos sobre ellas y sus obras. Análisis, interpretación y difusión de sus textos.

--Las mujeres como autoras.

Aquí se abordan cuestiones como: la posible existencia de una escritura/literatura de mujeres/femenina/, de varones/masculina (correlaciones que no tienen por qué darse siempre, ya que la feminidad no debe identificarse necesariamente con las mujeres ni la masculinidad con los varones).

Literatura de/por/sobre mujeres: cómo definiríamos cada uno de estos tipos de producción y valorar su coincidencia o cuestionar que exista. Universalidad/particularidad de esta literatura: ¿la literatura escrita por varones con protagonistas masculinos tiene un carácter “universal”, mientras que las obras escritas por autoras sobre mujeres son “particulares”, “específicas” y “no universales”?). Géneros escritos tradicional y mayoritariamente por mujeres. En este apartado concreto, es muy recomendable la lectura del libro de Laura Freixas La novela feminil


y sus lectrices: la desvalorización de las mujeres y lo femenino en la crítica literaria española actual
(Universidad de Córdoba).

Contexto en el que se sitúan las/os autoras/es: época histórica, ubicación geográfica, sociedad, cultura, religión, etnia, clase social. Dificultades o ventajas que han podido tener las autoras en su época o país a la hora de escribir y publicar, en comparación con los autores varones: dificultades personales, familiares, de clase social, psicológicas, de salud. Uso de seudónimos masculinos u otros.

--Lenguaje no sexista/ lenguaje inclusivo. El lenguaje no sexista es aquel donde se trata de eliminar los rasgos sexistas del idioma. El lenguaje inclusivo contiene el no sexista, pero va más allá, pues trata de nombrar a personas con distintas identidades de sexo/género, no solo a las mujeres.

--Recepción y consumo de la obra:

Lectoras y lectores. Hábitos, tiempo de dedicación, géneros literarios leídos. Comparación entre unas y otros y explicación de las posibles diferencias.

─Producción y difusión:

Mundo editorial. Posibilidades de publicar de las autoras según el tipo de editoriales (su importancia, alcance y especialización). Autopublicación. Edición en papel o digital.

Dificultades de difusión y promoción. Posibles sesgos sexistas en la crítica valorativa sobre las obras de las autoras.

Sexismo en el canon literario, en listas jerarquizadas (“las mejores obras” de un determinado período de tiempo o lugar) y en las guías de lectura. Porcentaje de obras de autoras en librerías (mesas/paneles de novedades, fondo) y bibliotecas. Presencia de autoras y sus obras en los libros de enseñanza.

 Sexismo en los premios literarios: porcentajes de participación y de ganadoras/es.

 La cuestión de las cuotas en cualquiera de los anteriores campos. ¿Son positivas o negativas, igualitarias o injustas?

 Las antologías, premios y otras formas de publicación y difusión solo para mujeres. Aspectos positivos y negativos.

 Participación activa de mujeres en los distintos campos de la literatura, además de autoras y lectoras: editoras, agentes literarias, libreras, bibliotecarias, investigadoras, profesoras, divulgadoras, prologuistas, críticas literarias, periodistas, traductoras,  profesoras de escritura creativa, correctoras, lectoras de sensibilidad, ilustradoras, jurados en premios literarios.

 Debe tenerse muy en cuenta los cambios habidos en la literatura en las últimas décadas: la masificación, pero también democratización de la escritura, antes mucho más elitista, gracias al aumento de posibilidades de publicación, más allá de las editoriales en papel, lo que ha supuesto un aumento considerable del número de autoras/es. La literatura se ha convertido, en gran parte, en una industria, y la lectura, en un consumo. Además, esta creación se vincula ya de un modo mucho más rotundo que antes a bastantes otras, más allá del cine: televisión, series para plataformas, cómics e historias gráficas, música, teatro, videojuegos, juegos de rol, etc. Asimismo se ha difuminado, afortunadamente, la frontera entre “alta” cultura y cultura popular. Por ello, un buen complemento a la teoría y crítica literaria feminista serían los estudios culturales, que incluyen, además, la perspectiva lesbiana, gay, trans, queer, antirracista y de/postcolonial, perspectivas que, por cierto, no impiden seguir considerando la evidente existencia de clases sociales: de ahí que se hable de interseccionalidad, dado que las personas podemos estar atravesadas por varias discriminaciones/opresiones, y también sustentar diversos privilegios o posiciones de ventaja respecto de otros grupos humanos.

 --Trabajo en red. Para realizar buena parte de los trabajos anteriores, en especial los de promoción y difusión de la literatura escrita por mujeres, el trabajo en red (en grupo interconectado) es un sistema enormemente válido y efectivo. Permite ahorrar tiempo y esfuerzo, y refuerza los resultados de una manera notable.

 --Literatura feminista. ¿A qué llamamos literatura feminista? ¿Qué tipo de contenidos, personajes, relaciones y propuestas debe contener?? Está claro que no basta con que las protagonistas sean mujeres, sino que hay que presentar alternativas a los estereotipos tradicionales sobre feminidad y masculinidad, o utilizar el realismo para denunciar la situación existente en las sociedades actuales. ¿Pueden escribir obras feministas los autores varones? Personalmente creo que sí, sin duda, pero es muy posible que no todas las críticas y lectoras feministas estén de acuerdo con esto.

Descripción, prescripción, proscripción. Ortodoxia y heterodoxia feminista. La crítica literaria con perspectiva feminista debe describir e interpretar obras. Asunto muy distinto es si debe prescribir, recomendar determinados contenidos, lo que supondría hacerlo desde unos criterios determinados que no tendrían por qué ser compartidos por todas las feministas y acabarían convirtiéndose en una imposición. Y hay que cuestionar si la crítica puede proscribir otros contenidos por valorarlos como sexistas y patriarcales. La proscripción tiene siempre el riesgo del dogmatismo, supone la exclusión y abyección, la prohibición y la censura. Entraríamos ahí en el tema de la cultura de la cancelación (Al respecto, puede leerse la parte final de mi artículo “La mirada violeta: qué es la perspectiva de género sobre la literatura de género” en  la antología de textos ensayísticos Hijas del futuro: literatura de ciencia ficción , fantástica y de lo maravilloso desde la mirada  feminista, consonni, 2021). Hablando a modo personal también, por supuesto pienso que cada cual tiene derecho a leer o no leer lo que le guste, disguste o considere oportuno, pero otra cosa son las condenas colectivas y, sobre todo, la imposición de criterios a otras lectoras.

Observaciones:

-La crítica literaria feminista no agota el texto y es compatible con otros análisis, interpretaciones y perspectivas.

-La biografía de la autora es un elemento más a tener en cuenta, pero no determinante.

-No debe identificarse sin más la ideología de la autora/autor y la que aparece en la obra.

-Del mismo modo, tratemos de no proyectar en los textos nuestros sesgos, prejuicios o incluso vivencias personales, a la hora de interpretarlos, ya que puede dar lugar a una comprensión incorrecta (ver cosas donde no las hay), por mucho que una obra tenga diversas posibilidades de lectura.

-La crítica literaria feminista tiene un carácter eminentemente social, cultural, ideológico y político, ya que se basa en un pensamiento que también es político e ideológico, la teoría feminista. Ello ha dado lugar a que esta crítica haya sido criticada, valga el juego de palabras, mal entendida y hasta muy denostada. Lo mismo ha ocurrido con la crítica literaria con perspectiva marxista o psicoanalista, en estos dos últimos casos por razones muy distintas. En realidad, casi todas las escuelas de teoría y crítica de la literatura han sido cuestionadas y revocadas por la siguiente, y se las ha retomado de nuevo y vuelto a rechazar, en movimientos pendulares repetidos a lo largo de su historia. Ocurre, no obstante, que en el siglo XX el número de propuestas teóricas aumentó considerablemente respecto de siglos anteriores.

Se critica a esta perspectiva por considerarla, por ejemplo, reduccionista, sectaria y moralista. Respecto de lo primero, el reduccionismo, ya comenté antes que una crítica de tipo social no invalida ni impide, en absoluto, hacer asimismo análisis formales o de otro tipo. En cuanto al sectarismo, en efecto es un problema que puede darse perfectamente, en esta y en cualquier otro tipo de crítica literaria. Para evitarlo, es imprescindible saber que se es una persona dogmática, algo nada fácil, ya que hay personas que no aceptan siquiera tener una ideología de cualquier tipo. Por último, nos encontramos ante la cuestión del moralismo en literatura. ¿Deben ser edificantes las obras literarias, carecer de sesgos machistas, homófobos, tránsfobos, racistas, clasistas, etc.? ¿Una autora o autor que se declare feminista debe escribir siempre con un contenido que también lo sea? Todas estas cuestiones deberían ser debatidas en profundidad, dados los peligros en que podemos caer (y estamos cayendo) al exigir eso. La literatura no se encuentra, en absoluto, al margen de la política y la sociedad, por mucho que algunos intenten que se crea esto: todas las dictaduras y totalitarismo han intentado controlar la creación artística para someterla a sus designios y fines. Pero la literatura tiene también una parte fundamentalmente estética, libre y amoral.

También se ha acusado a la crítica literaria feminista, igual que a los estudios culturales, de “fragmentar” otro tipo de luchas sociales, como la lucha de clases, y de introducir conceptos como la identidad y diversidad (esto último, en el caso de los estudios culturales o la crítica queer, por ejemplo). Lástima que quienes hablan así no sean conscientes de que ha sido la falta de interés por la opresión y subordinación de las mujeres, la discriminación de las personas LGTBQIA, o el racismo y la explotación de otras etnias, lo que ha dado lugar a reivindicaciones que no se habían tenido en cuenta por gran parte de la izquierda tradicional.

Bibliografía de consulta.

 FARIÑA BUSTO, María Jesús y SUÁREZ BRIONES, Beatriz.

La crítica literaria feminista, una apuesta por la modernidad, 1994. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=940536

 FREIXAS, Laura.

La novela feminil y sus lectrices: la desvalorización de las mujeres y lo femenino en la crítica literaria española actual, Universidad de Córdoba, 2009.

 JURADO, Cristina y ROBLES, Lola (eds.)

Hijas del futuro: literatura de ciencia ficción, fantástica y de lo maravilloso desde la mirada feminista, Bilbao, consonni, 2021.