Sara Sacristán Horcajada
La singularidad
Cerbero, 2022
178 páginas
María Angulo Ardoy
¿Por qué no hay gatos en Marte?
Ayuntamiento de Madrid, 2024
154 páginas
Esta novela obtuvo el 2º premio del III Premio de novela corta Planetario de Madrid.
Este verano de 2025 he tenido el gusto de leer dos novelas cortas de ciencia ficción que pueden incluirse perfectamente en el subgénero de ciencia ficción hard y han sido escritas por autoras españolas: se trata de La singularidad de Sara Sacristán Horcajada y ¿Por qué no hay gatos en Marte? de María Angulo Ardoy. Me agrada mucho el formato de novela corta, para mí es fácil de leer por su extensión y exige de sus autores una capacidad de condensación que aprecio mucho, ya que no creo que sea necesaria tanta prolijidad como se da en otros casos.
La singularidad nos lleva a un viaje de exploración espacial en busca de la explicación del fenómenodel mismo nombre y supone un juego prodigioso con el espacio y el tiempo. La singularidad es, precisamente, un punto del espacio-tiempo donde las leyes de la física, tal y como las conocemos, dejan de funcionar. En términos más técnicos, se trata de un lugar en el que ciertas magnitudes físicas, como la densidad o la curvatura espacio temporal, tienden al infinito. La teoría deja de ser válida en ese lugar o punto. El tiempo funciona de otra manera. Estamos ante un enigma, un misterio, un reto, un peligro. Y a todo ello va a enfrentarse la tripulación de la nave que viaja desde la Tierra. Por supuesto, asistimos a sus relaciones y conflictos, pero aquí lo importante es la cuestión central, las paradojas con las que van a encontrarse.
En cuanto a ¿Por qué no hay gatos en Marte? de María Angulo Ardoy, estamos ante una historia clásica de colonización espacial, una nave terrestre se dirige al planeta Gliese 581G, en el sistema Gliese, donde hace ya tiempo se instaló una colonia, Nueva Gaia. Ante el cese de los mensajes por parte de los habitantes de esta colonia, la nave que viaja se inquieta, sobre todo porque las últimas comunicaciones han sido extrañas, casi perturbadoras, indicando una especie de demencia en los colonos, de ahí que los navegantes decidan enviar una lanzadera rápida tripulada por dos personas, Gris y Huang, que llegarán diez años antes que la nave principal. Gris es marciano; Huang nació y creció en una superpoblada ciudad terrestre. Ambos tendrán que convivir, entenderse y funcionar bien juntos durante los días anteriores al aterrizaje y en los posteriores a este, cuando se enfrentan a la realidad de lo que ha ocurrido en Nueva Gaia y al enigma de su causa. La novela de Angulo Ardoy está escrita con morosidad, con un estilo sobrio, pero al mismo tiempo capaz de mostrar un notable esteticismo. Aquí no son las cuestiones astrofísicas las que destacan, sino las bioquímicas y médicas. Si La singularidad transcurre en una nave y en un sistema solar, ¿Por qué no hay gatos de Marte? nos adentra igualmente en una nave, pero también en las cúpulas de la colonia, en el paisaje de un planeta todavía desconocido y amenazante.
Lo interesante de ambas narraciones es que no ponen el foco en lo que consideramos comúnmente acción, ni siquiera en los vínculos y conflictos humanos, que están ahí, pero en segundo plano. Digamos que son novelas técnicas, que deleitan por ello, debido a su complejidad y precisión, a su lentitud, que no tiene por qué gustar a todo tipo de lectores.
Sara Sacristán ha publicado también El jardín de infancia, en la misma editorial Cerbero en 2019. Esta novela corta obtuvo el primer premio del certamen Alberto Magno en 2011. También tiene relatos en antologías. Es licenciada en Geología por la Universidad Complutense de Madrid, y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada.
María Angulo Ardoy es médica de familia, ha publicado numerosos relatos cortos y las novelas El gen Alexander (Nowevolution, 2017) y One love (Cerbero, 2019).
Sí que tengo que comentar que en la novela de Sacristán me ha parecido que los personajes protagonistas me recuerdan a los de una novela más bien juvenil, en algunos aspectos y que, en el libro de María Angulo, habría que corregir algunas repeticiones de palabras muy cercanas. Esta última novela termina de tal modo que parece sugerir una posible continuación, pero tampoco sería imprescindible, a veces es más valiente apostar por una obra abierta.
Son dos buenos ejemplos de cómo las escritoras españolas también escriben ciencia ficción hard, arriesgadas y valientes, recomiendo mucho su lectura.
Ojo: La singularidad se consigue a través de la página web de la editorial Cerbero, en papel si hay existencias, y en digital. En cuanto a ¿Por qué no hay gatos en Marte?, el problema es la distribución, no es fácil conseguirlo, en cuanto sepa el modo concreto lo pondré aquí.